La Comunicación: clave en tiempos de crisis
Durante las últimas semanas hemos sido testigos de las difíciles decisiones que han enfrentado las empresas para atravesar esta primera fase de la crisis. Tales como: reducciones de sueldos, no renovación de contratos, suspensión perfecta de labores, no pago de dividendos, etc. las cuales, dependiendo del sector y situación de la empresa han tenido por objetivo sobrellevar esta fase crítica de suspensión de las actividades económicas.
Ahora estamos por ingresar a la siguiente fase, que es el reinicio gradual de las actividades. Lo cual presenta nuevos retos, entre los cuales deseo destacar la importancia de reforzar la confianza de los colaboradores (stakeholders internos) en la dirección de la empresa y su compromiso con los planes de reactivación que se determinen.
Debido a que la confianza y el compromiso dependen de la percepción que las decisiones tomadas producen en los colaboradores, hay que prestar especial atención al proceso de comunicación. Por lo que recomendamos tener en cuenta los siguientes aspectos al diseñar e ejecutar un proceso de comunicación. Para que este fortalezca la confianza y el compromiso de los colaboradores.
La principal prioridad de la comunicación debe ser dirigirse a los colaboradores. Aunque, por supuesto, tenemos que ser coherentes y transmitir el mismo mensaje a todas los partícipes, ya sean autoridades, clientes y consumidores, socios, proveedores.
Tener en cuenta que los cambios no son tomados de la misma manera por todos; debemos entender que depende de la edad, la educación, la experiencia, el tiempo en la empresa entre otros. Por lo tanto, en estas situaciones hay adaptarse a la audiencia, comprenderla y asegurarse de conectar con ella.
Considerar que los cambios, especialmente en situaciones de alto riesgo, generan temores y por tanto resistencia. Por lo que, si adoptamos un punto de vista puramente racional, no nos escucharán. Hay que ser realmente empático, lo que significa escuchar mucho, no reaccionar ante emociones fuertes. Para ello necesitamos crear canales para que las personas puedan aportar ideas, hacer preguntas, manifestar sus dudas y temores. Tener en cuenta que, los mejores canales de comunicación son siempre el diálogo, las conversaciones. Algo que nunca funciona, es el silencio.
Así mismo debemos mantener informados a nuestros colaboradores de la marcha de los planes, del escenario futuro, etc. Lograr que piensen que les estamos brindando suficiente información.
Sin embargo, todo lo anterior no logrará su propósito, asegurar el esfuerzo, creatividad, y compromiso de nuestros colaboradores; si no nos aseguramos de decir siempre la verdad y ello requiere de una buena dosis de humildad, en la dirección de la empresa.