Los nuevos retos de las Empresas Familiares
El 2021 ya lleva casi dos meses de haber iniciado, y en estos meses participando en múltiples comités y directorios, hemos visto con satisfacción la evolución y el aprendizaje mutuo de nuestros clientes y el propio. La posibilidad de realizar cambios, de adaptarse a ellos, de generar alternativas de solución que en otras circunstancias se hubieran rechazado de plano, es ahora lo que marca el rumbo, toda idea es tomada en cuenta, toda posibilidad se evalúa, se piensa, se incluyen a más personas en las reuniones, son más participativas, es importante trabajar en equipo, es importante apoyarse para salir adelante juntos.
En las empresas familiares este cambio es muy positivo, contribuye sin darse cuenta a una mayor unidad en la familia y a una profesionalización paulatina, ya no sólo es la familia quien decide, ahora se escucha, se valora mucho más el conocimiento, la experiencia. Si bien sigue existiendo cierta aversión al riesgo, que se entiende debido a las circunstancias que aún vivimos de incertidumbre, hay mucha mas apertura a la innovación, y se abren las puertas a los cambios, a las nuevas tecnologías, a las nuevas formas de hacer negocio.
En muchas ocasiones, antes de la pandemia dentro de las empresas familiares sobretodo en primera generación, era muy largo el proceso para asumir un cambio una mejora, o algo nuevo, sin embargo, después del último año la participación más activa de la segunda generación, su mayor conexión con la tecnología en todos los ámbitos, ha permitido nuevas y mejores innovaciones que han logrado mantener a muchas empresas funcionando ya sea de manera remota o de manera física.
Los retos y oportunidades que nos deparan los meses venideros son diversos, pero estamos seguros que las lecciones aprendidas, la rapidez en la toma de decisiones y la capacidad para adaptarse al cambio serán la clave para que las empresas familiares salgan adelante, fortalecidas en sus valores, manteniendo la unidad y la confianza entre sus miembros.