El reto de un gerente general nuevo
Asumir la gerencia general al ingresar a una empresa implica un reto especialmente difícil y complejo. Ya que quien lo asume debe enfrentar tres ámbitos: los resultados económicos de los negocios de la empresa, el nivel de las capacidades del personal necesarios para lograr los resultados; y el nivel de compromiso de los colaboradores.
El riesgo que asume el nuevo gerente general es tratar de impulsar cambios en el corto plazo con el objetivo de lograr mejores resultados, sin considerar que la eficacia de dichos cambios requiere no solo de una estrategia bien elaborada, sino también de las capacidades necesarias para poner en marcha los planes estratégicos y sobre todo del nivel de compromiso de los colaboradores.
La experiencia muestra que el nivel de compromiso es la realidad más frágil; ya que depende en buena medida de la confianza que tengan en el nuevo gerente general. Confianza que dependerá de la percepción que los colaboradores irán teniendo de las intenciones del nuevo directivo.
Por lo tanto, el nuevo directivo deberá adoptar un enfoque paciente, siendo el primer paso un diagnóstico integral; tomando acciones en las que predomine el ganar la confianza y el apoyo del personal a través de una escucha activa que promueva una buena comunicación. Construyendo así una organización capaz de alcanzar el éxito a largo plazo.