La nueva normalidad en los servicios dentro y fuera de casa
Tras la experiencia ganada durante la implementación de las fases 1 y 2 del Plan de Reactivación Económica, así como el monitoreo de los resultados, el Gobierno preparó para el mes de julio el lanzamiento de la Fase 3 que, según la ministra de Producción, activará el 97% de las actividades económicas para lograr una recuperación de la economía del país en el segundo semestre del año.
Si bien un gran número de negocios se ha venido preparando para el esperado reinicio de operaciones, los consumidores pueden darles más de una sorpresa a raíz de nuevos hábitos que adquirieron durante los más de 100 días de confinamiento. ¿La razón?
Durante el estado de aislamiento social obligatorio, muchas de las actividades domésticas para las que normalmente las familias hubieran llamado a un técnico o a un profesional especializado, fueron realizadas por algún miembro del hogar. Es así como muchas personas se convirtieron en cocineros, peluqueros, gasfiteros, electricistas, jardineros, entre otros oficios para el cuidado personal y el mantenimiento del hogar. Y es necesario señalar que más de uno descubriera una vocación que no conocía y que ahora disfruta hacerlo, como preparar postres o hacer reparaciones.
El nuevo consumidor post-COVID 19
La cuarentena trajo consigo cambios en los consumidores, que ahora presentan mayor autosuficiencia y menor poder adquisitivo. Es así pensarán dos veces antes de realizarse un corte de cabello o solicitar una asistencia técnica, ya sea porque lo aprendieron (si la tarea nos es muy compleja) o por el comprensible temor a que un tercero entre a su casa y pueda contagiar a la familia.
Ante este contexto, es necesario que los técnicos independientes o los negocios que prestan servicios como los descritos, se reinventen transmitiendo confianza y seguridad, dando un mejor servicio, con más garantía, precios de mercado e incluso ofreciendo actividades complementarias, como recomendaciones de diseño o mayor asesoría para la compra de productos relacionados a la actividad que desempeñan.
Nuevos tiempos, nuevas reglas
La Fase 3 del Plan de Reactivación Económica también permitirá que otros negocios que brindan servicios fuera de casa comiencen a operar, entre ellos, los centros comerciales, restaurantes o los servicios de transporte terrestre interprovincial. En estos casos, los establecimientos deberán adecuar sus instalaciones para recibir a menos personas y mantener el máximo orden posible. Aquí, un sistema de turnos y mayor utilización de la tecnología podría contribuir con evitar el contacto entre los clientes. Consideremos que en esta nueva normalidad, el consumidor necesita percibir confianza por parte de las empresas de servicios.
Por su parte, los Gobiernos Locales deberán supervisar cada una de las actividades empresariales que se realicen en los diferentes sectores económicos, sobre todo en los servicios que demanden mayor presencia de los consumidores, evitando aglomeraciones y la formación de largas colas. Su papel es fundamental para realizar una efectiva fiscalización y poner orden.
Finalmente, el rol de todos los ciudadanos en la denominada cuarentena voluntaria o inteligente está en ser lo más responsables posibles. La nueva normalidad exige que nos desplacemos solos, en la medida de lo posible, para evitar un rebrote de la pandemia y estar listos para la cuarta fase de reactivación económica. Nuestra economía no podría soportar una cuarentena más, y para que esta no resulte necesaria, todos los que participamos de ella tendremos que cooperar para sacar adelante al país.