Adaptación o desempleo: los retos a futuro del mercado laboral
El mercado laboral se está transformando más rápido de lo que imaginábamos. El progreso tecnológico, la digitalización, la gig economy y la demanda de sostenibilidad están cambiando el concepto de empleabilidad. De acuerdo con el Foro Económico Mundial, se proyecta que para 2030 se generarán 170 millones de puestos de trabajo nuevos a nivel global, sin embargo, 92 millones se extinguirán a causa de la automatización y otros cambios estructurales fruto de la penetración de tecnologías emergentes como la Inteligencia Artificial (IA).
No obstante, estos datos a nivel mundial no reflejan todo el panorama. En América Latina, la situación es más complicada: el empleo no formal continúa siendo elevado, la formación en competencias digitales aún no es accesible para todos, y la formación profesional continúa representando un reto para numerosas personas. Por lo tanto, la gran interrogante es: ¿cómo podemos ajustarnos a este nuevo entorno de trabajo sin quedarnos rezagados?
A continuación, quisiera compartir las siguientes reflexiones:
La urgencia de vivir en una constante actualización profesional: Es sencillo afirmar que es necesario adquirir conocimientos en IA, análisis de datos o creación de software. Pero ¿cómo consigue esto una persona que ya trabaja más de 40 horas a la semana, que tiene obligaciones familiares y que reside en un país donde la educación es cara? El secreto radica en hallar programas de capacitación asequibles, bien estructurados y reconocidos por el mercado. Por ejemplo, grandes corporaciones como Google y Microsoft han introducido certificaciones sin costo en competencias digitales que se pueden finalizar en pocos meses. Además, existe una amplia oferta académica en escuelas de negocios o EdTech que pueden ayudarnos. La mayor competencia ha provocado que existan opciones para todos los presupuestos.
No es únicamente tecnología: Las competencias humanas son más valoradas que nunca. A medida que la IA progresa, el factor humano del trabajo cobra mayor importancia. Una investigación de LinkedIn revela que el 90% de los profesionales vinculados al reclutamiento valoran habilidades como la flexibilidad, el liderazgo y la solución de problemas por encima de las competencias técnicas. ¿La razón? Cualquier compañía puede formar a alguien para utilizar un software novedoso, pero hallar individuos con creatividad, empatía y capacidad de análisis crítico continúa siendo complicado.
El rol de las empresas y el Estado. No todo se basa en lo que puedan hacer los profesionales. Si las organizaciones del sector privado y el Estado, a través de sus distintos niveles, no aportan, la brecha de oportunidades laborales continuará en aumento. Por el lado de las empresas, estas necesitan proporcionar programas de capacitación para su propio equipo en vez de despedir y emplear a nuevos empleados. Asimismo, deberían elegir sistemas laborales versátiles para simplificar la renovación de competencias de los trabajadores. Por su parte, los gobiernos deberían priorizar e incrementar los programas de capacitación digital con acceso libre. Asimismo, es oportuno que establezcan estímulos para que las compañías instruyan internamente a sus empleados en vez de buscar personal externo.
Ante lo expuesto, no se trata de adquirir todo el conocimiento de inmediato ni de realizar transformaciones radicales en nuestra carrera, sino de comprender cómo se desarrollan las competencias que el mercado requiere y hallar el método más adecuado para ajustarlas a nuestra situación personal. Para finalizar, recomiendo que se prioricen estas tres propuestas:
✅ Determinar qué competencias le faltan a uno y optar por una educación accesible (cursos sin costo, certificaciones online).
✅ Mejorar las capacidades humanas: aunque la tecnología varía, el razonamiento crítico y la empatía continúan siendo fundamentales.
✅ Investigar oportunidades a nivel mundial sin la necesidad de trasladarse físicamente: el universo digital ofrece nuevas modalidades de trabajo.