Estadísticas distributivas equivocadas
La información oficial sobre la distribución personal del ingreso en el Perú tiene serios problemas. El coeficiente GINI procesado a partir de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) se habría reducido entre 2009 y 2014, a partir del gasto, de un valor de 0.39 a 0.35. Al respecto, es poco creíble que el Perú tenga una mejor distribución personal del ingreso que Costa Rica (0.51) o que nuestros vecinos Chile (0.52), Colombia (0.56) y Ecuador (0.49) de acuerdo a la información de los WDI del Banco Mundial.
Mendoza, Leiva y Flor (2011) señalan que la ENAHO y por tanto el GINI no reportan adecuadamente los ingresos de los hogares más ricos del país. Al corregir esta información concluyen que el valor en 2010 se ubicaría alrededor de 0.6, similar al de 1980. Por otra parte, Yamada, Castro y Bacigalupo (2012) con el mismo supuesto y utilizando modelos estadísticos determinan que para el 2010 tendría un valor de 0.624.
La extrapolación de los resultados de los 25,000 hogares encuestados sólo permiten alcanzar al 55% del ingreso personal disponible a nivel nacional y esta subestimación va creciendo en el tiempo. En 2012 sólo puede explicar el 52% de los ingresos. Asimismo, mediante un modelo de simulación de Montecarlo (con mil iteraciones) se estimó que si el 90% de la diferencia de los ingresos se atribuye al decil de más altos ingresos y el 10% al más bajo, el GINI de 2012 sería del 0.634 y si es 95% y 5% respectivamente el GINI tendría un valor del 0.654 (Alarco, 2013b).
Hemos procedido a seleccionar –con nuestro asistente César Castillo- al 1% de los hogares de más altos ingresos del país de la ENAHO 2014. En un análisis que le dicen de microdata (Alarco, 2015). Son 308 hogares que deberían representar a los más ricos del país. Se seleccionan sólo algunas variables específicas: ingreso total, ingresos por actividad dependiente, por actividad independiente, rentas de la propiedad (intereses, dividendos, utilidades y rentas), ubicación geográfica y total de gastos. Hay muchas sorpresas extrañas.
La familia más rica del país recibe sólo US$ 393,081 anuales y las 30 de mayores ingresos como promedio sólo US$ 159,631, mientras que tienen un gasto total de sólo US$ 39,308. Estos resultados son insólitos ya que corresponden al ingreso de un gerente medio de una mediana empresa en el Perú. Estas 30 familias reciben ingresos promedio por rentas de la propiedad de sólo US$ 27,030, con una familia que vive en Chachapoyas que logra un máximo de US$ 84,863. ¿Dónde están los propietarios del capital?, ¿dónde están las personas y familias de altos ingresos que todos conocemos?
Si trabajamos con el 1% más rico nos daremos con la sorpresa de que su ingreso promedio anual es de sólo US$ 83,031 y su mediana US$ 72,848. El 10% menos rico de este 1% recibe US$ 59,294 anuales y el menos rico de los 308 más ricos recibe sólo US$ 58,524 anuales equivalentes a lo que ganaría un profesor universitario del más alto nivel de una universidad privada del país.
El hogar más rico del país está ubicado en Picota en la Región San Martín y tiene un factor de expansión de 327. No entendemos cómo es eso posible con un hogar tan particular. El segundo está en Máncora, Talara. De la lista de los 10 primeros hay otros 5 en Lima Metropolitana, 2 en Arequipa y 1 en Huánuco. En el 1% más rico sólo hay 8 hogares en San Isidro y 8 en La Molina que no parecerían ser suficientes para reflejar la realidad del estrato más rico en el Perú. ¿Es esa la realidad de la riqueza en el Perú?
En fin, es hora que el INEI se ponga a trabajar en serio con estas encuestas y a los analistas pedirles que no utilicen estos resultados para afirmar que la desigualdad en el Perú se está reduciendo. Desafortunadamente, la reducción de la desigualdad sólo se produce en el papel, no en la realidad. Las evidencias están a la vista.
15/2/2016.