¿Cómo salvar el capitalismo?
El pasado 9 de abril el abogado A. Bullard nos sorprendió con su definición de Socialismo: “persona que cree que puede decidir mejorque es bueno para los demás” y luego prosiguió señalando que la responsabilidad social es un sinsentido. La verdad es que no entendí cual era el propósito de su artículo, pero asociandolo a que este se emitió un día antes de la primera vuelta electoral, comprendí que se trataba una intervención de naturaleza política en contra de los partidos políticos que pueden atentar contra las decisiones individuales. Pensé que quizás era contra los partidos que proponen una mayor intervención del Estado en tiempos de crisis. Sin embargo, la verdad es que rigurosamente hablando sus planteamientos irían contra todo tipo de estas organizaciones intermedias ya que, independiente de cual sea su orientación, procuran el bienestar colectivo o social. En la definición de Bullard todas las organizaciones políticas serían socialistas.
Por otra parte, su artículo me condujo en el tiempo hacia muy atrás, quizás hasta los tiempos de Adán y Eva, por que inmediatamente en la prehistoria el individuo se define y existe en virtud a su interacción con los otros hombres: para cazar animales y alimentar se requiere coordinar con otros hombres, se requiere del trabajo colectivo. Sin el otro no es nada. Luego necesita de los otros para defenderse de los animales y de los otros hombres que están fuera de su grupo social o tribu. ¿No se de qué hombre habla Bullard si desde sus orígenes este es parte de un colectivo? Su perspectiva es quizás la de Robinson Crusoe sólo frente a la naturaleza (antes que se encontrara a Viernes). La verdad es que aún de esas sociedades colectivistas de miles de años atrás hemos transitado a otras sociedades más recientes que valoran más el individualismo, pero que viven y progresan como resultado de ese trabajo colectivo; no el individual que nos hubiera dejado antes de las cavernas.
El otro tema que deriva de las elucubraciones de Bullard es que en catorce pequeños párrafos se lleva de encuentro a la economía. Las interrogantes básicas de esta disciplina (ver cualquier libro de economía, ej. Parkin, Economía, cap. 1) son: ¿de qué manera las elecciones determinan qué, cómo y para quién producir? y ¿en que punto las elecciones que se hacen en la búsqueda del interés personal fomentan el interés social? Lo que estamos diciendo los economistas para que se entienda claramente es que no siempre las decisiones individuales conducen al bienestar colectivo o social. Tampoco se debe olvidar que la definición estándar de la economía es la de procurar una mejor asignación de los recursos ya que estos son escasos. ¿Todos los economistas seremos socialistas por preocuparnos del bienestar colectivo?
La verdad es que estos temas son claves para nosotros y en tal sentido hablamos de externalidades negativas y positivas, las cuales sólo pueden ser corregidas por un tercero, el Estado. El comportamiento individual no conduce necesariamente al bienestar colectivo. Los ejemplos son muy numerosos y obvios. El abogado Bullard no distingue entre decisiones a nivel microeconómico e impactos a nivel macroeconómico. La suma de las partes no es igual al total, ni se garantiza que estos comportamientos individuales maximicen el bienestar colectivo. Esta se llama la falacia de la composición. Tu puedes intentar salir de un mercado de valores para maximizar o realizar tus ganancias pero si todos lo hacen de manera simultánea la caída de los precios será dramática y el mercado puede colapsar.
Quiero saltarme de esta discusión a dos autores que en la lógica del abogado Bullard serían socialistas, pero que en realidad no lo son. Me refiero a John Maynard Keynes y Michael Porter. El primero de ellos con la magistral Teoría General del Dinero, Ocupación, interés y el dinero (1936) y al segundo obviamente menos importante con La creación de valor compartido (2011) como un enfoque que pretende dar un paso adelante de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Sin embargo, lo interesante de ambos es que plantearon expresamente sus perspectivas para salvar y rescatar el capitalismo, no el socialismo. ¿Son socialistas? No, pero en la definición de Bullard si lo serían.
Keynes es claro al señalar que el comportamiento de los agentes económicos individuales no conduce al bienestar colectivo. La economía es intrinsecamente inestable. Las crisis por sobreproducción o insuficiencia de la demanda efectiva son una realidad que se hizo evidente en la crisis de los años treinta del siglo XX y varias veces antes. Las expectativas pueden cambiar continuamente y la demanda de dinero es inestable. Cualquier shock externo puede introducir inestabilidad que luego se irradia. Frente a la crisis por insuficiencia de demanda en el capítulo 24 se plantean un conjunto de recomendaciones para salvar el capitalismo: política fiscal anticíclica especialmente a través de una mayor inversión pública, procurar bajas tasas de interés a través de una política monetaria expansiva e impuestos a los ingresos a las herencias para elevar de esta forma la propensión media a consumir, el multiplicador del gasto y la demanda. Keynes señala claramente que la intervención en tiempos de crisis es para salvar el capitalismo. Nada que ver con el socialismo.
Todos los autores sobre RSE se caerían de espaldas con la definición de Bullard, ya que serían socialistas. Según él, preocuparte por tu propio bienestar conduce al bienestar colectivo. Que grave error. Sería adecuado que de partida releyerá a Adam Smith. A propósito M. Porter es el gurú de la competitividad y lo que nos está diciendo con este artículo es que la única forma para que sobreviva el capitalismo es que se introduzca una mayor preocupación por reducir las desigualdades extremas que no disminuyen naturalmente. Las empresas deben crear valor compartido y para ello deben: reconcebir los productos y mercados para atender necesidades básicas y de segmentos importantes de la población, hay que redefinir la productividad en la cadena de valor (Ej. reducir empaques excesivos, mejorar rutas de transporte para reducir emisiones al ambiente, menor consumo de agua) y promover el desarrrollo de clusters alrededor de las grandes empresas.
18/4/2016.