Ceplan: ¿dónde estás?
Nos referimos al Centro Nacional de Planeamiento Estratégico creado en 2008. Desafortunadamente, sigue manteniendo una existencia marginal dentro del Estado peruano; continua siendo ignorado por el sector privado y por la mayor parte de las regiones y sectores sociales del país. Dos hechos significativos recientes: no fue mencionado en los decretos legislativos sobre inversión pública y privada expedidos a mediados de la semana y tampoco participó en la CADE 2016 donde se discutieron los desafíos al 2021. Se puede trabajar silenciosamente, pero esta institución no parece aportar al quehacer de las políticas públicas influyendo desde el presente para construir el futuro deseado. Otro hecho llamativo es que a diferencia de lo ocurrido en la mayor parte del gobierno anterior, ahora en este último se ha nombrado como su presidente a un profesional capaz y honorable, pero las cosas siguen sin cambiar. ¿Qué ocurre?
Los enemigos del Ceplan están en el propio gobierno y en el sector privado. ¿Celos, ceguera, ideología, ignorancia y temor? Quizás un poco de todos estos elementos. Se olvidan que la planeación estratégica es la primera etapa de todos los procesos organizacionales y es básica para todo tipo de instituciones públicas, privadas, nacionales e internacionales. El BCRP y el MEF se niegan a darle algún espacio por una posición ideológica y cortoplacista. Pero, ¿por qué el sector privado peruano tampoco quiere darle espacio alguno? Probablemente por las mismas razones anteriores al seguir pensando que el mercado lo puede resolver todo.
El país sigue sin tener una visión de conjunto y de todas sus partes las regiones. Las necesidades son infinitas, por lo que la priorización con criterios claros y transparentes es una actividad clave. Hay que alinear los precios clave con las estrategias. Es imprescindible hacer una reingeniería legal para darle el lugar que le corresponde asignándole las funciones de conducir el proceso del presupuesto público, la programación de la inversión pública y la promoción de la inversión privada, el fortalecimiento de los gobiernos regionales y locales, el ordenamiento territorial, la reforma del Estado, la mejora de la gestión pública y la cooperación internacional.
El Ceplan necesita también hacer una reingeniería interna orientándose a generar resultados útiles a las regiones, localidades y los diversos sectores sociales del país, que pueden ser sus aliados. Debe coadyuvar a generar políticas y estrategias relevantes, y no solo a producir documentos que pocos leen y menos aplican. PPK cometió un grave error inicial al no empoderar al Ceplan y soslayar una necesaria reforma de la estructura del Poder Ejecutivo. ¿Será posible alguna mejora o debemos seguir acostumbrados a un país sin rumbo?
Publicado en el Diario Uno, 2/12/2016.