Lecturas Prohibidas, Análisis y propuestas económicas para el Perú (Nuevo libro)
Economía estándar ha mutilado instrumentos
La economía estándar, esa que se enseña en la mayoría de las universidades del mundo, no sólo nos proporciona una visión parcial de la realidad, sino que nos ata de manos al momento de prescribir las recetas para superar problemas concretos. Sus instrumentos actuales se circunscriben a la política fiscal y la política monetaria. Ya se han olvidado de la política cambiaria, de los instrumentos de control directo y de los cambios en el marco institucional. Su perspectiva es reduccionista. Es una política económica con pocos instrumentos frente a numerosos problemas que la rebasan.
Este libro se aleja de esa forma tradicional de analizar y diagnosticar la realidad económica. Sus análisis y propuestas van más allá de lo que plantea la economía tradicional y de lo que se aplicó como política económica en las últimas décadas. Es un documento que sirve para recordarnos que la economía va más allá de las variables y alternativas que tradicionalmente se manejan desde BCRP y el MEF. No estamos afirmando que todo lo que se hizo y se viene haciendo está mal; eso sería excesiva arrogancia de nuestra parte. Lo que decimos es que nuestros avances económicos como país serán muy lentos y limitados si es que no se consideran los diez temas que se postulan como recomendaciones de política económica en este libro. Lamentablemente, todas estas consideraciones han sido dejadas de lado por los últimos gobiernos. También hay que señalar que esta lista no está completa. Es un libro para el debate.
Propuestas de política
En este se presentan diez propuestas de política económica. La primera se refiere a la necesidad de encontrar nuestro rumbo, donde se describe la lamentable ausencia de planeamiento estratégico y de análisis prospectivo. Tenemos la convicción de que si esta disciplina no se convierte en instrumento de acción efectiva y no se empodera, no sólo no sabremos a dónde tenemos que llegar sino cómo hacerlo al olvidarnos que los recursos son escasos. Es necesario actuar con base a una visión compartida del país y de sus regiones, definir estrategias, políticas y acciones con base a prioridades específicas con alguna flexibilidad en el tiempo. Hay que alinear los precios clave con las estrategias. Es imprescindible hacer una reingeniería del sistema nacional de planeamiento estratégico vinculándolo estrechamente con los otros sistemas de gobierno dándole el lugar que le corresponde. Ya no se puede esperar más tiempo.
El segundo tema que olvidan la mayoría de los economistas locales es la necesidad de tener un nuevo pacto económico-social donde importen también los trabajadores, los sectores informales, los pequeños campesinos, los micropropietarios y no sólo los grandes empresarios del país. No todo son las ganancias y la promoción de la inversión privada. Tampoco la reducción de la tramitología es la única receta para enfrentar los problemas de crecimiento económico. Hay que lograr que todos los actores sociales y políticos, los poderes económicos y mediáticos entiendan que se requiere un nuevo balance entre mercado y el Estado, a la par que se revisan cuáles deben ser los derechos y obligaciones de cada una de las partes para dar viabilidad al conjunto de la Nación. Es necesario alcanzar nuevos consensos, ya que sin estos los avances se ven neutralizados por las partes. Ese pacto es equivalente a construir un proyecto nacional. La internalización de los postulados de la Doctrina Social de la Iglesia Católica en el Perú sería un primer gran avance.
La tercera propuesta consiste en transformar la estructura institucional. Toda política económica está condenada a generar resultados mediocres o negativos si es que esta no se transforma. De partida hay que ampliar la lista de instrumentos. Hay que conocer que para la fase de implantación de las políticas se requiere conocer sus procesos, organizaciones e instancias y dónde es necesario tener una perspectiva multidisciplinaria. La economía estándar es insuficiente. Asimismo, que a lo largo de los años se ha perdido integridad en la estructura del Poder Ejecutivo; que se han creado numerosas islas e islotes institucionales que no caminan en una misma dirección. Se proponen un conjunto de reformas en concreto. Se postulan modificaciones a la Ley Orgánica del BCRP; una reingeniería del sistema de inversión pública y cambios en diversas instituciones del Estado. Aquí se presentan algunas ideas iniciales que habría que profundizar más adelante.
La cuarta recomendación de política económica es procurar seguir creciendo a la par que se transforma la estructura productiva. Estamos de acuerdo en que la medición tradicional del crecimiento económico a través de la variación porcentual del PBI tiene problemas, pero tampoco podemos abandonarla. Efectivamente el índice de desarrollo humano corregido por desigualdad es superior pero todavía no se ha generalizado. Con una economía estancada todo proyecto transformador se vuelve inviable por razones económicas, sociales y políticas. Se necesitan recursos fiscales, divisas y personas motivadas para llevar a cabo la diversificación de la estructura productiva y exportadora. No se ahonda en esta estrategia porque ello se ha realizado en otros textos específicos. El nuevo modelo de desarrollo debe relievar la problemática ambiental por los severos daños que se generan sobre las generaciones actuales y futuras. Sin embargo, la priorización de esta agenda sobre todas las otras no puede olvidar que la economía debe seguir creciendo a la par que se reestructura. Al respecto, al final del capítulo se anotan observaciones puntuales contra las posiciones post extractivistas radicales que plantean una peligrosa visión fuera de toda realidad.
Eliminar las desigualdades extremas y procurar una economía con mayor competencia
La quinta recomendación corresponde a un tema de particular relevancia. Se debe procurar una sociedad sin desigualdades extremas. Es un tema destacado en la agenda internacional, más aún después de los resultados del Brexit y de la elección de Trump. Las desigualdades extremas son el principal padre de estos resultados e hijas de las políticas neoliberales implantadas a partir de la década de los ochenta. Las autoridades y los economistas estándar del Perú insisten con indicadores y encuestas cuestionables que aquí la desigualdad se ha reducido. Sin embargo, la evidencia estadística los contradice. La participación de las remuneraciones en el PBI es claramente inferior a la observada en los años sesentas y setentas y los ingresos y riquezas de los estratos más ricos se han elevado significativamente. Las distancias en lugar de reducirse se han ampliado. A lo largo de diversos artículos de esta sección se insiste en que la elevada desigualdad tiene efectos negativos a nivel económico, social y político dañando la democracia.
La promoción de una economía más competitiva es la sexta recomendación de este documento. Se trata de un tema con diversas aristas destacando su contribución a la reducción de las desigualdades extremas y a la mejora del bienestar de la población. Una estructura productiva en pocas manos promueve precios más elevados, afectando el poder de compra de la sociedad. Asimismo, reduce los alicientes para la innovación y difusión tecnológica, limitan las posibilidades de desarrollo de otros agentes económicos, frena el capitalismo popular, se afecta la eficiencia económica y puede dañar la democracia. En particular, el énfasis del capítulo impulsa la instauración de un nuevo régimen de evaluación de fusiones y adquisiciones ex ante más allá del que actualmente se aplica en el sector eléctrico. Los costos de esta medida son reducidos respecto de los beneficios que se pueden obtener. La presión de los poderes económicos y mediáticos ha impedido a lo largo de los últimos gobiernos que se implante esta buena práctica, tal cual se utiliza en la mayoría de las economías miembros de la OCDE.
La séptima recomendación alude a la necesidad de rehacer la relación con el sector privado en una serie de temas clave. Se trata de materias diversas relativas a promover la instauración de buenas prácticas de gobierno corporativo en las empresas privadas y públicas, reformular el sistema de APP, abandonar la privatización de diversas actividades cuando los argumentos son ideológicos y reconstruir los sistemas de pensiones con la participación tripartita de los trabajadores, las empresas y el Estado. En el caso de las APP se insiste en establecer procesos rigurosos de evaluación a partir de necesidades y prioridades establecidas por los gobiernos nacional, regionales y locales. Este sistema puede ser ventajoso para los ciudadanos pero desafortunadamente, con muchos casos a la vista, se han favorecido intereses particulares. Es un campo donde hay mucho por hacer.
La octava recomendación alude a replantear la política macroeconómica en especial monetaria y fiscal en asuntos concretos. En particular existe mucha mitología construida a favor de las autoridades del BCRP. Aquí evaluamos y proponemos políticas alternativas en la materia. La novena recomendación alude a otro tema fuera de la agenda de los economistas estándar. Se trata de recuperar la seguridad energética nacional entendiendo que este tema tiene importantes vínculos con la seguridad en general, la macroeconomía y el desarrollo productivo del país. La ideología neoliberal impide que aprovechemos algunos de nuestros recursos energéticos. La última recomendación de este documento es la de entender y aprovechar mejor nuestro entorno internacional. Brexit y Trump marcan un parteaguas que debe servir para reformular nuestras políticas con relación a la diversificación productiva y exportadora, mirando también a hacia la región latinoamericana y hacia nosotros mismos.
Hay que reiterar que en este libro faltan más propuestas para superar la condición de subdesarrollo en la que nos encontramos. Aquí se presentan gran parte de nuestras prioridades periodísticas de los dos últimos dos años y medio. Estamos dejando para más adelante otros temas clave como el avanzar en dar contenido a la incorporación de la ciencia y tecnología orientada a la satisfacción de las necesidades básicas y del aparato productivo. Faltó comentar todas las otras reformas del Estado, más allá de las relativas al Poder Ejecutivo. No sólo se trataría de reflexionar sobre los otros poderes del Estado. La distancia entre la sociedad, la política y el Estado se debe acortar y para ello hay que pensar en más mecanismos para elevar la participación ciudadana, la transparencia y el control. Hay que acotar la “profesionalización” de la política a la par que se eleva su nivel con perspectiva para el mediano y largo plazo. Se debe afinar las reglas de funcionamiento de los partidos políticos para introducir más democracia, entre muchos otros temas, reconociendo que son materias complejas, sin respuestas únicas y permanentes.
Aquí no se discute una estrategia integral para el país, se trata sólo de pincelazos todavía no debidamente articulados. No se comenta la necesidad de construir una cuarta vía: ni el neoliberalismo que nos mantiene en la inercia, ni el post extractivismo radical enemigo de los sectores extractivos, ni los populismos tradicionales fuera de la realidad. Tampoco se aborda al detalle como vincular la agenda ambiental y regional con la necesidad de contar con el apoyo de los sectores extractivos. No se analiza la problemática del sector financiero y de los mercados de capitales en cuanto a su contribución al crecimiento y desarrollo productivo; la problemática de la seguridad alimentaria; las necesidades de infraestructura; la importancia de la descentralización y regionalización efectiva; ni se tratan políticas sectoriales específicas, entre otras.
Este libro se presentará en la Sala de Fundadores, Universidad del Pacífico, jueves 8 de junio de 7-8.30 pm. Inscribirse en la UP.
http://campusv.up.edu.pe/sisisemail/_data/2017/3924/index