Desigualdades, inclusión laboral y futuro del trabajo en América Latina y el Caribe (ALC)
Esta publicación reciente de 2023 fue editada por Mariana Huepe de la División de Desarrollo Social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), bajo la supervisión de Daniela Trucco de la misma División, en el marco del convenio de colaboración entre la CEPAL y la Fundación Ford.
El objetivo de este trabajo es contribuir con lineamientos de política pública para apoyar la recuperación con transformación de la región, sin dejar a nadie atrás. En particular, el documento propone una estrategia integral con enfoque territorial para abordar el desafío de inclusión laboral, que articule esfuerzos macroeconómicos, de desarrollo productivo, políticas laborales, de mercado laboral y políticas de protección social contributivas y no contributivas.
Como señala el secretario ejecutivo de la CEPAL esta estrategia requiere la labor coordinada de distintas instituciones y actores del mundo público, privado, académico y de la sociedad civil en torno a objetivos específicos, e implica importantes desafíos de gobernanza para los Estados de la región. Son precisos acuerdos amplios que posicionen la inclusión laboral en el centro del desarrollo económico y social, entendiendo que los mercados laborales son un elemento central de la movilidad y la cohesión social de nuestras sociedades. Ojalá que estos temas y recomendaciones se reconozcan como importantes para el Perú.
Importancia
Según la editora la inclusión laboral es un objetivo de desarrollo social que se caracteriza por dos fases sucesivas y recurrentes. La primera se refiere a la inserción en el mercado laboral, que está facilitada u obstaculizada por la presencia o ausencia de barreras de entrada; y la segunda fase, a las características de la participación en el trabajo remunerado, limitada por distintas dificultades para acceder a un trabajo decente que asegure que los ingresos laborales y de las pensiones contributivas superen la línea de pobreza.
En el contexto de ALC, en donde la mayoría de los trabajadores se concentran en empresas y sectores de baja productividad que, en general, se caracterizan por generar empleos informales, el concepto de inclusión laboral permite estudiar los procesos individuales y estructurales que intervienen en la inserción y las características de la participación en el mercado laboral de poblaciones en situación de vulnerabilidad, con el objetivo de desarrollar políticas públicas que permitan enfrentar la pobreza y desigualdad en la región.
Contenido
El documento tiene cinco capítulos elaborados por diversos expertos más las conclusiones a cargo de la editora. La inclusión laboral es un objetivo fundamental del desarrollo económico y social. El análisis de los procesos de inclusión laboral permite identificar y visibilizar los obstáculos que enfrentan las personas en situación de vulnerabilidad para acceder a un trabajo decente, con el fin de desarrollar políticas públicas para enfrentar la pobreza y la desigualdad.
El análisis ayuda a comprender más claramente que no es posible crear un mejor futuro del trabajo sin crear, a la vez, un mejor futuro de la producción: son las dos caras de una misma moneda. Asimismo. la publicación se enfoca en los desafíos de la inclusión laboral en el contexto del futuro del trabajo de mujeres, jóvenes, afrodescendientes y Pueblos Indígenas.
En general, estos grupos de población enfrentan importantes barreras para beneficiarse equitativamente de los beneficios del desarrollo y se encuentran sobrerrepresentados en sectores y empresas de baja productividad y poca valoración social, que crean, en su mayoría, empleos informales que limitan su acceso a la protección social y a ingresos suficientes para superar la condición de pobreza.
Cambios tecnológicos
Es importante analizar cómo los cambios tecnológicos, económicos, políticos y demográficos que caracterizan el mundo contemporáneo afectan y afectarán la disponibilidad y las características de los empleos en ALC. Y, en particular, cómo estos cambios influirán en la inclusión laboral de las distintas poblaciones que hoy se encuentran en situación de mayor desventaja o vulnerabilidad. En el primer capítulo se describen algunas de las principales tendencias globales que posiblemente tendrán un impacto creciente sobre las economías y los mercados laborales de la región.
Se enfoca en analizar la reversión parcial de la globalización, que se ha visto profundizada tras la pandemia del Covid-19; la evolución demográfica, relacionada con el envejecimiento poblacional y los desplazamientos migratorios; la digitalización de la economía y los procesos de automatización asociados con la actual revolución tecnológica; y en el cambio climático y los desafíos de la transición justa. Todas estas tendencias se traslapan e interactúan entre sí, configurando escenarios económicos y laborales complejos y de alta incertidumbre.
Mujeres
El segundo capítulo se enfoca en la situación de las mujeres y destaca las desventajas que enfrentan en el mercado laboral, como sus mayores tasas de desocupación y la sobrerrepresentación en sectores económicos con menores salarios y mayor propensión a la informalidad. Los factores que obstaculizan las trayectorias laborales de las mujeres no solo se relacionan con la actual división sexual del trabajo que les atribuye las responsabilidades domésticas y de cuidados, dedicando más del doble del tiempo al trabajo doméstico y de cuidados, sino también con la desvalorización social de dichas tareas y la insuficiencia de acciones concretas del Estado para avanzar hacia una distribución igualitaria.
Se argumenta que los cambios demográficos y el proceso de digitalización de la economía podría generar nuevas formas de exclusión e inclusión laboral adversa a los procesos de desarrollo y profundizar las existentes si no se toman medidas que promuevan el fortalecimiento de los sistemas de cuidados, así como el acceso la digitalización incluyente y al desarrollo de las habilidades que serán crecientemente demandadas en el mercado laboral.
Afrodescendientes
El cuarto capítulo se enfoca en los desafíos de inclusión laboral que enfrenta la población afrodescendiente en el contexto de cambio tecnológico. En él se destacan las desventajas de la población afrodescendiente en los sistemas educativos de la región las que se cristalizan en obstáculos para su inclusión laboral que, en el contexto del futuro del trabajo y las nuevas demandas de competencias, amenazan con profundizarse.
Si bien la población afrodescendiente de la región no presenta riesgos de sustitución tecnológica necesariamente superiores a la población no indígena ni afrodescendiente, en el capítulo se argumenta que las nuevas formas de informalidad producto de la digitalización de la economía tienen el potencial de exacerbar las brechas laborales presentes.
Si bien la proliferación de los empleos de plataformas implica un mayor acceso al mercado laboral para grupos históricamente excluidos, estos empleos se caracterizan por ser informales y de baja remuneración, lo que no contribuye a disminuir las desigualdades estructurales de la región.
Indígenas
En el quinto capítulo se enfatiza que la discriminación estructural que afecta a los Pueblos Indígenas en ALC se ha visto exacerbada producto de la pandemia y hace un llamado a que estos pueblos sean considerados actores estratégicos durante la reactivación y transformación económica, particularmente, en el contexto del cambio climático y la transición justa.
Por un lado, debido a las exclusiones históricas, los Pueblos Indígenas de la región se encontraron en una posición desaventajada para enfrentar la crisis sanitaria; más aún, si se considera que las medidas de mitigación adoptadas por los gobiernos para atender a sus necesidades fueron escasas y fragmentadas, observándose una tendencia decreciente del gasto fiscal en aquellas áreas relacionadas con los derechos colectivos de estos pueblos.
Por otro lado, debido a las limitaciones para la implementación de consultas previas en un contexto de confinamientos y restricciones de movilidad, se promulgaron múltiples normas que afectaron los derechos de los Pueblos Indígenas, principalmente en materia de derechos territoriales y saneamiento de las tierras indígenas.
Se argumenta que la reactivación y transformación de las economías de la región tras la pandemia no solo debe garantizar los derechos individuales y colectivos de los Pueblos Indígenas, sino que también debe valorizar y fomentar los aportes que estos realizan en términos de mitigación climática y conservación de la biodiversidad, más aún al considerar que la agenda de transición energética impone riesgos en su hábitat y modos de vida.
Recomendaciones
La editora es responsable de las conclusiones y recomendaciones. Al respecto, reconoce los determinantes individuales, colectivos y estructurales de la inclusión de las poblaciones en situación de vulnerabilidad. La publicación finaliza con una mirada integral respecto de los caminos para reducir las desigualdades que caracterizan el funcionamiento de los mercados laborales en el contexto de las distintas tendencias que configuran el futuro del trabajo.
En particular, propone como áreas clave de políticas públicas para la inclusión laboral: i) las políticas macroeconómicas que incentivan el crecimiento económico; ii) las políticas de desarrollo productivo, en particular, aquellas que incentivan la elasticidad producto-empleo de calidad; iii) la institucionalidad laboral, es decir, aquellas reglas que rigen la relación entre empleadores y empleados, y definen el marco general de las condiciones de trabajo.
Luego, iv) las políticas de mercado laboral, es decir, aquellas intervenciones específicas para grupos en situación de vulnerabilidad; y v) las políticas de protección social, tanto contributivas como no contributivas.
Desarrollo productivo
La creación de empleos no sólo requiere implementar medidas para fomentar el crecimiento económico, entre las que se encuentran las políticas macroeconómicas anticíclicas y de control inflacionario, entre otras, sino también acciones para asegurar que un mayor crecimiento vaya de la mano de la creación de empleos en condiciones de trabajo decente.
En otras palabras, además de políticas macroeconómicas favorables para el crecimiento, se necesita una estrategia de desarrollo productivo que apunte a sofisticar y diversificar los aparatos productivos, es decir, que se enfoque en incrementar la productividad de las actividades económicas existentes y saltar hacia nuevas actividades de mayor productividad.
Encadenamientos
Se debe fomentar la capacidad local, nacional y regional para innovar y crear empleos decentes, más aún en un contexto de cambio tecnológico y considerando los desafíos asociados a la transición justa. Entre los esfuerzos a realizar, las políticas de desarrollo productivo requieren fomentar el eslabonamiento de distintas industrias y empresas a nivel local, e incentivar sus vínculos con cadenas de valor intrarregionales e internacionales, en particular, en aquellos sectores de la economía que cuenten con ventajas competitivas y tengan un potencial significativo para la creación de empleos de calidad.
Incentivar una mayor articulación entre los sectores y empresas de baja y alta productividad en sectores estratégicos para la economía y la generación de trabajo, facilitaría la difusión del progreso técnico a lo largo del tejido productivo, fomentando no solo la creación de más sino también de mejores puestos de empleo.
Educación
El capítulo finaliza destacando la importancia del acceso a una educación de calidad a lo largo del ciclo de vida para asegurar la inclusión laboral de poblaciones en desventaja, así como la necesidad de fortalecer las capacidades políticas y técnicas de los gobiernos para implementar una estrategia integrada y con enfoque territorial para la inclusión laboral, así como un acuerdo social y político transversal que permita asegurar los recursos para que tal estrategia sea social y económicamente sostenible en el tiempo finaliza la editora.