Efectos del cambio climático en la actividad económica de América Latina y el Caribe (ALC): una perspectiva empírica
La CEPAL acaba de publicar un estudio interesante sobre los impactos del cambio climático (CC) en los niveles de actividad económica de ALC. Se trata de una perspectiva empírica donde se utilizan las fluctuaciones históricas de la temperatura y de las precipitaciones en nuestra región con el fin de identificar sus efectos causales sobre el desempeño económico para el período 1970-2020.
El estudio presenta abundante evidencia empírica, revisa literatura, plantea una metodología para estimar impactos económicos del CC en nuestra región. Asimismo, proyecta las posibles pérdidas asociadas a diversos escenarios de alza de temperaturas y pone de manifiesto cómo una ambiciosa acción climática a nivel mundial podría reducir a un cuarto las posibles pérdidas para la región hacia 2100.
Este documento abona tanto en la propuesta de acción colectiva global contra el CC, como en la acción de cada uno de los países en términos de adaptación y mitigación de impactos. Nos recuerda la importancia de avanzar en la transición ecológica. Esta política se sumaría a la imprescindible diversificación productiva y la reducción de las elevadas desigualdades que se propone para nuestros países, y en particular muy pertinente para el Perú.
Autores y estructura
Los autores son Joseluis Samaniego, ex director de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de la CEPAL, José Eduardo Alatorre, Rafael Van der Borght y Luis Miguel Galindo, de la misma División. Este documento se realizó en el marco de un programa de apoyo entre el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España y el organismo regional. Se anota que el documento no necesariamente coincide con la postura de las instituciones vinculadas a su elaboración.
El reporte se estructura de la siguiente manera: primero se presenta una revisión de la literatura conocida como Nueva Economía Climática, luego se analiza la evolución histórica de los datos climáticos en los países de ALC desde los años 1960 hasta 2020.
En la tercera parte se presenta el modelo econométrico usado para calibrar los impactos históricos de las variaciones de temperaturas sobre la actividad económica. Finalmente, se usan estos resultados empíricos para proyectar los impactos económicos de un alza de las temperaturas en varios escenarios de cambio climático.
Resumen
Los autores señalan que se utilizan las fluctuaciones históricas de la temperatura y de las precipitaciones en 33 países de ALC con el fin de identificar sus efectos causales sobre el desempeño económico. Para ello se recurre a modelos de panel con efectos fijos calibrados para el periodo 1970-2020. Los resultados indican que, en promedio, para los países de América Latina y el Caribe, un aumento de 1°C en la temperatura media anual disminuye la tasa de crecimiento del PBI/cápita en 1.06 puntos porcentuales (p.p.).
Las estimaciones también evidencian que los efectos adversos de un incremento de las temperaturas en un año dado persisten el año siguiente y no se revierten en el mediano plazo, sugiriendo una intensificación de estos impactos en escenarios de aumentos continuos de las temperaturas. Además, no se encontró evidencia de que la respuesta del PBI a la variación de las temperaturas se haya modificado sustancialmente desde los años 1970.
Otros daños
Por otro lado, el informe examina estos impactos a nivel de ciudad usando datos trimestrales provenientes de luces nocturnas captadas mediante satélites y comprueba la existencia de efectos adversos asociados al alza de temperaturas. Esto confirma: i) que el impacto de las temperaturas no se limita al sector agrícola, sino que afectan al conjunto del sistema productivo, y ii) que puede materializarse mediante shocks repentinos asociados a eventos climáticos extremos y no solo un aumento tendencial de las temperaturas.
Finalmente, el informe proyecta las pérdidas potenciales asociadas a diversos escenarios de alza de temperaturas y pone de manifiesto cómo una ambiciosa acción climática a nivel global podría dividir entre 4 las perdidas potenciales para la región al 2100.
Alcances
Se anota que estas proyecciones no tienen que ser interpretadas como una predicción de lo que serán los efectos económicos del cambio climático ya que usan únicamente la relación PBI-temperatura.
Se excluyen el conjunto de efectos asociados a, por ejemplo, eventos climáticos extremos, subida del nivel del mar, crisis hídricas, pérdidas de biodiversidad u otros que, en su conjunto, cambiarán radicalmente la magnitud de los impactos aquí presentados.
Estudios previos
En general, los modelos de datos de panel indican que un aumento de la temperatura de 1°C reduce en un 1.3% los ingresos en los países pobres del mundo; que un aumento de la temperatura de 1°C implica una reducción de entre el 1.2% y el 1.9% en la tasa de crecimiento municipal per cápita en los países de América Latina. Asimismo, que el CC reducirá los ingresos medios mundiales en un 23% en 2100 y disminuirá la producción mundial entre un 7% y un 14% en 2100 debido a un aumento de la temperatura de 3.5°C.
Otros autores plantean que un aumento anual promedio de la temperatura de 0.04° C inducirá una reducción del PBI mundial per cápita del 7.2% en 2100. Asimismo, las estimaciones para casos de países específicos indican que un aumento de la temperatura de 1°C conlleva una reducción del 2.5% en la tasa de crecimiento económico de la India y que un aumento de la temperatura en verano de 1°C reducirá en un 1.2% la tasa de crecimiento anual de la economía estadounidense durante este siglo.
Por lo tanto, los principales resultados previos de los modelos de datos de panel indican que un aumento de la temperatura de 1°C produce una reducción en la tasa de crecimiento de entre el 1% y el 3%, con diferencias entre regiones, países y sectores y entre patrones lineales y no lineales. Estas estimaciones, según los autores, indican que la adaptación en los últimos años ha sido muy limitada y que los efectos de la temperatura son más fuertes a nivel agregado que los de las precipitaciones.
Nuevos resultados
El resultado principal de este informe es que para ALC existe una relación negativa y estadísticamente significativa entre la tasa de crecimiento del PBI/cápita y la temperatura. Sin embargo, los efectos de la precipitación a nivel nacional/anual no son estadísticamente diferentes de 0 (no hay vinculación alguna).
En términos cuantitativos, los resultados indican que en ALC, un aumento de 1°C en la temperatura media anual disminuye la tasa de crecimiento del PBI/cápita en 1.06 puntos porcentuales (p.p.). Entre 1970 y 2020 el PBI per cápita de los países de la región ha crecido en promedio un 1.51% por año. Esto implica que con un clima 1°C más caliente la tasa de crecimiento histórica anual se vería reducida de más de 2/3.
Largo plazo
Otra manera de poner en perspectiva estos resultados es retomando la probabilidad de experimentar una desviación de temperatura. Basándose en los patrones climáticos observados en la región durante el período 1990-2020, existe una probabilidad del 20% de experimentar una desviación de la temperatura de aproximadamente +0,45°C. Esto implica que de mantenerse el clima experimentado durante los últimos 30 años se enfrenta una probabilidad anual del 20% de experimentar una reducción de su tasa de crecimiento del PBI/cápita de 0.47 p.p.
Por otra parte, los resultados indican que ser un país caliente no genera una diferencia significativa en el impacto de las temperaturas, mientas que el efecto negativo de la temperatura es levemente exacerbado en caso de ser un país vulnerable. Estos resultados indican que para ALC la condición de vulnerabilidad es más relevante que la condición de país caliente para explicar las diferencias de impacto de un incremento de las temperaturas. Sin embargo, el impacto de las temperaturas sobre la actividad económica podría intensificarse o reducirse a mediano plazo según la capacidad de adaptación de los países.
Proyecciones
En 2100, los autores estiman que sin ningún esfuerzo en materia de mitigación de emisiones de Gases efecto invernadero (GEI), el aumento de temperaturas que experimentarán los países de ALC producirá una reducción del PBI regional de casi un 8% en comparación a un escenario en el cual las temperaturas se mantienen en el nivel del periodo 1970-2020.
También resulta interesante que incluso en el escenario de menor calentamiento —que implica alcanzar la neutralidad carbono a nivel global alrededor del 2050— el PBI de la región estará un 2% por debajo de lo que estaría en un escenario sin cambio climático. Por otro lado, si en los próximos años se alcanzan las metas de reducción de emisiones asumidas a nivel internacional, los impactos potenciales del cambio climático para la región se situarían en casi un 3% de desviación del PBI para 2100.
Países más afectados
Los autores anotan que los impactos agregados a nivel regional son fuertemente diferenciados entre países. Estas diferencias son debidas a las diferencias en los aumentos de temperaturas que se proyectan para cada país. Guatemala es el país con el impacto proyectado más importante en el escenario base, con una desviación negativa de su PBI superior al 12% para el año 2099.
El Perú se encontraría en una situación intermedia con una caída del PBI de -8.4%. En ese mismo grupo en que la caída estaría entre 8 y 10% se encontrarían Bolivia, Colombia, Ecuador, México y Venezuela. Por otra parte, en Chile y Argentina se proyectan impactos en torno al 5% del PBI.
Propuestas
Los autores anotan que para reducir sustancialmente la magnitud de las pérdidas potenciales asociadas a un aumento de temperatura los países de ALC requieren de dos tipos de políticas complementarias. Primero, a nivel global, una acción colectiva sostenida y una fuerte cooperación internacional más allá de la región son necesarias para mantener el aumento de las temperaturas muy por debajo de los 2°C.
Segundo, los países de ALC pueden reducir el impacto del alza de las temperaturas promoviendo modelos de desarrollo más resilientes a los nuevos patrones climáticos que se están materializando. Esto no será posible sin un cambio estructural que reduzca tanto la exposición como la vulnerabilidad y sensibilidad del sistema productivo a temperaturas más altas y precipitaciones más erráticas.
Este cambio estructural requiere, por lo tanto, de un conjunto coordinado de políticas públicas y fuentes de financiamiento adecuadas. Cabe concluir recordando que mejorar la adaptación al cambio climático será posible siempre y cuando las desregulaciones del sistema climático sean limitadas, lo cual requiere de esfuerzos de reducción de emisiones rápidos y ambiciosos y subraya la necesidad de desarrollar un enfoque integral que abarque tanto la mitigación como la adaptación con el fin de redefinir las trayectorias de desarrollo del siglo XXI, finalizan los autores.