Vivir Verde
La campiña arequipeña es uno de los bienes más preciados para la ciudad mistiana. Está conformada por extensos terrenos dedicados a la agricultura y ganadería; y por otro lado estan los proyectos de desarrollo inmobiliario que soporten el incremento demográfico de la ciudad. Entre estos dos lados aparentemente opuestos queda la tarea de determinar el punto medio, adecuado y armónico para el desarrollo futuro de la ciudad.
Antes de continuar con el artículo y para ser transparente creo necesario mencionar que mis labores profesionales están relacionadas con los desarrollos inmobiliarios pero asimismo tengo hijos que corren felices por los terrenos agrícolas de la bisabuela, así que mi opinión expresada en este artículo estará sesgada por ambos lados.
El precio del metro cuadrado en Arequipa, como en muchas ciudades del país, se ha incrementando ferozmante en los últimos años. Normalmente un incremento de precio se debe a variaciones en la oferta y la demanda.
El incremento de la demanda es empujada entre otras cosas por el crecimiento del país, el crecimiento demográfico, mayor dinero en los bolsillos de los compradores para adquirir primeras viviendas luego segundas viviendas y hasta invertir en bienes raíces.
La oferta generalmente no crece en la misma proporción y en el caso arequipeño se produce una clara escasez de terrenos, debido a que gran parte de los espacios disponibles en el casco urbano y zonas aledañas están dedicadas a actividades agrícolas. Esta es una de las principales razones por la cual, el precio por metro cuadrado en la ciudad del sol creció notablemente.
Muchas zonas agrícolas ya han sido remplazadas por viviendas que en muchos casos se construyeron sin los permisos adecuados creando una especie de islas agrícolas, siendo muy común en Arequipa circular por ciertas calles o avenidas completamente urbanas y encontrarse con sembríos en el medio de casas o edificios.
Hay asociaciones que defienden el uso agrícola de los predios y por el otro lado la industria inmobiliaria que busca proveer a la ciudad de una necesidad básica como es la vivienda.
Lograr el punto medio razonable, evitar especulaciones y tráfico de tierras es la difícil tarea de las autoridades
Las directrices y los caminos a seguir para lograr un desarrollo urbano sostenido y armónico están plasmados en un documento llamado “Plan Director del Desarrollo Urbano”, donde tomando en cuenta las proyecciones de desarrollo de la ciudad se establece la zonificación adecuada que permitirá expandirse a una población que pronto llegará al millón de habitantes, los mismos que para vivir y desarrollarse en sociedad necesitan vivienda, servicios públicos, recreación, transporte y áreas verdes.
El desarrollo armónico de nuestras ciudades es el gran sueño y un país grande como el nuestro necesita de grandes sueños que se hagan realidad para no detener su crecimiento.