Si no sale el sol, no paga el hotel
Hay ciertos artefactos eléctricos que es poco probable encontrar en una TxD o hípermercado provinciano, uno de ellos son las secadoras de ropa. En Arequipa, ciudad donde entre abril y noviembre hay una humedad relativa cercana al 5% (En Lima fluctúa entre 80 y 95% en el mismo periodo), la ropa al mediodía seca en minutos, el clima es una secadora de ropa natural.
Amigos arequipeños me comentan que las TxD tardaron mucho en darse cuenta que no era un buen negocio tener varios modelos de secadoras de ropa en exhibición.
En el rubro prendas de vestir se ve casos similares, las semanas previas al otoño costeño (marzo), las cadenas de TxD hacen sus mejores esfuerzos haciendo campañas para vender ropa abrigadora, cuando en las ciudades de provincia la temporada de lluvias esta amenguando y llegará el sol en todo su esplendor para después entrada la tarde y la noche tener una temperatura ambiente baja.
Igual sucede en los meses finales del año en donde las TxD lanzan campañas para vender ropa de verano, cuando en muchas provincias inicia la temporada de lluvias. Por tanto abrigos, casacas impermeables, sobretodos y paraguas serían las prendas más requeridas.
Para colocarlo en cifras, en promedio sólo en el mes de febrero, llueve en Cajamarca alrededor 100 mm de precipitación pluvial, en Huancayo 120 mm, en Cusco 133mm, en Arequipa 40 mm. En cambio en Lima, sumado todo al año llueve 34 mm.
Es decir que la lluvia acumulada de todo un año en Lima es comparable con la lluvia de sólo 8 días de febrero en Huancayo, ¿será muy necesaria la ropa de verano?, quizás para los que viajan a la costa, que no constituye la mayoría.
Subestimar el nivel de precipitaciones pluviales ocasiono verdaderos estragos en los malls arequipeños que los llevo a cerrar en cierto momento, ya que los techos no se construyeron preparados para las lluvias mistianas.
Igual pasa con el sol, hay meses de primavera donde la temperatura promedio durante el día en Arequipa y Cajamarca es mayor que la de Lima y a diferencia del cielo gris limeño hay una presencia permanente de sol, que justifica largamente el polo o camisa manga corta.
Hay obviamente componentes económicos en la falta de adecuación al mercado destino de la oferta de las TxD, la primera es que Lima y las ciudades de costa representan probablemente gran parte de la venta nacional y la mayoría de estrategias se elaboran pensando en Lima o haciendo un promedio.
Mientras eso sucede, hay algunos negocios que están atendiendo esa demanda de ropa contra cíclica y ellos están logrando no sólo las utilidades sino ganarse el corazón del provinciano al recibir una oferta adecuada a su realidad.
Tal como lo menciono desde los primeros artículos, muchas empresas en su incursión a provincias no están haciendo muchos esfuerzos de adecuación al mercado provinciano, lo que representa una gran oportunidad de negocio de manera que el sol (o nuevo sol) saldrá para todo aquel que se sensibilice con esta oportunidad.
Por ello me gustaría a afirmar tal como algunas agencias de viaje acostumbran decir a sus clientes: “si no sale el sol, no paga el hotel”.