Arequipa, uhmmmm!!!
Es casi de cliché que cuando amigos, empresarios, familiares y hasta desconocidos se encuentran en diferentes terminales aéreos y terrestres de nuestro país, y alguno de los participantes de este escenario pregunta hacia dónde se dirige el otro y al oír “a Arequipa” inmediatamente la primera referencia hacia la ciudad mistiana es “uyyy que rico vas a comer estos días”.
El fuerte sol, el cielo despejado, el esplendoroso Misti, el maravilloso espectáculo de la arquitectura de sillar, los avances de la ciudad, el caos en el tráfico son temas secundarios y casi ni siquiera tocados en un primer contacto. Cuando se dice Arequipa, se habla de lo bien que se come en la segunda ciudad del Perú.
A mediados de los 90′s cuando una gran corporación cervecera quiso introducir el más comercial de los productos de su portafolio en Arequipa, utilizó el slogan comercial, “para los campeones de la comida peruana…la campeona de la calidad” en clara reconocimiento a la gastronomía mistiana y de paso tratar de meterse a los habitantes de esa ciudad en el bolsillo.
La culinaria arequipeña es la expresión del encuentro de dos mundos, el andino y el español que supieron a través de los años conjugar exquisitos potajes que hicieron que Arequipa sea sinónimo de comer bien.
Y en el paso de los años, los arequipeños no dejaron pasar la oportunidad de convertir esa fascinación del foráneo o de los locales que regresan a la tierra por querer dedicarse a comer en su estadía sea corta o larga.
Así, comenzaron a manifestarse las picanterías como los restaurantes arequipeños de primera generación. Estos lugares eran los
favoritos para degustar la comida como si estuviera hecha en casa.
Poco a poco la expansión urbana dio lugar a que aquellas picanterías encontraran en el distrito de Tiabaya un lugar común
en que los fines de semana todo el mundo se dirigía al cálido distrito a pasarla bien con la familia comiendo en armonía con el campo y con los invitados que llegaban de visita. Estos encontraban que eran muy queridos en sus visitas con semejante expresión de cariño a través de la comida.
Ya en los noventas y en estos primeros años del nuevo siglo, las picanterías mistianas dieron paso a la refinación y así muchas acondicionaron lugares más modernos que no sólo cobijaran a los antiguos sino también a la nueva generación que no era muy afecta a la “arquitectura” (por decirlo de manera decorosa) de las antiguas picanterías arequipeñas.
De allí que hoy tenemos como toda ciudad hasta tres grupos de restaurantes de comida arequipeña; (i) la picantería tradicional
donde desde la presentación de la comida hasta las mesas son al estilo “de antaño”; (ii) la picantería moderna donde la carta tiene los típicos platos arequipeños pero la vajilla, la ambientación, el servicio son de corta mas moderno y (iii) Los restaurantes de comida fusión que combina platos e ingredientes de comida arequipeña con otros logrando presentaciones más innovadoras, un ejemplo bastante destacable es el restaurante donde encontramos makis o rolls fusionados con ingredientes y comida arequipeña.
El ranking de la guía Summun 2013 justamente destaca un poco esta variedad que hay en Arequipa, para el mejor restaurante en
Arequipa los resultados fueron: 1ero Chicha, 2do Zigzag, 3ero Sol de mayo.
[Frase final sugerida por el editor arequipeño del blog] “Bienvenidos al bastión de la comida peruana. Deléitese de chupes,
segundos y carne a discreción. Ahhh! Y no se olviden de comer Adobo de Chancho arequipeño, el plato más rico de la historia de la humanidad”.