Tendiendo puentes para el desarrollo

Uno de los cursos que llevé y recuerdo con mayor aprecio es el conocido como Cedeyac (Curso de Dirección Estratégica para la Defensa y Administración de Crisis) que promueve y coordina la Escuela Superior de Guerra Naval, en el cual se busca tender puentes entre el mundo militar y el civil para así estimular el diálogo nacional a través del conocimiento en campo de temas relacionados a la seguridad y defensa nacional.

En dicho programa pude conocer diversas instalaciones de la marina, a sus profesionales y las múltiples tareas que realizan en tiempos de paz apoyando el desarrollo de diversos sectores del país, entre las visitas, una de las que más me impresiono fue la visita al SIMA, conocer su trayectoria e historia, en especial los más de 100 puentes que han construido y el impacto de cada uno de ellos en el progreso de las poblaciones circundantes, poblaciones donde un anhelado puente significa un antes y un después para su desarrollo y calidad de vida. Recordemos que el mejor panel (y el mas directo) de Luis Castañeda en las última elecciones hacia referencia a la importancia de un puente.

 Foto: Cafe Taipa

Cuando hace unas semanas visitaba Puerto Maldonado, un lugar obligatorio de visitar era el Puente Continental, antes conocido como Puente Guillermo Billinghurst, con sus impresionantes 722 metros sobre el río Madre de Dios, que lo posicionan como el puente más largo del Perú (aunque erróneamente, el Puente Chilina en Arequipa y el Puente Bellavista construido por el SIMA en San Martín también se promocionan en sus regiones como los más largos del país).

El Puente Continental, que fue un anhelo eterno del pueblo de Madre de Dios, fundamental para la interconexión entre Perú-Brasil y para la continuidad de la carretera Interoceanica, inició su construcción a mediados del año 2006, aunque sus estructuras metálicas fueron adquiridas por el MTC en 1978 (siendo guardadas por muchos años en los aeropuertos de Puerto Maldonado y en el de La Joya en Arequipa)  fue al fin, inaugurado “simbólicamente” en los últimos meses del gobierno del presidente Alan García y entro en operación plena los primeros meses del 2012.

Este puente como los cientos de puentes construidos a través de nuestra historia, han marcado hitos en el desarrollo de las ciudades o territorios colindantes, en este caso antes del puente, la forma de cruzar de las personas, mercadería, autos y camiones a través del rio Madre de Dios era usando el servicio de Peque-Peques, con los riesgos y demoras que eso implica, peligros, como los que nos comentaban nuestros anfitriones, que ocurrían cuando el rio súbitamente presentaba un aumento de caudal llevándose con él, camiones llenos de mercadería y lamentablemente hasta pobladores.

Este puente es un arma de desarrollo, diversificando y potenciando las opciones de negocio de la región, justamente ahora que la persistente lucha policial contra la minería ilegal e informal ha  impactado en el movimiento comercial de la ciudad de Puerto Maldonado, que estuvo por algunos años sostenida por el dinero y movimiento que producía la explotación minera.

Hoy Madre de Dios atraviesa un momento clave en su historia, la estrategia para la interdicción de la minería ilegal está aplicándose con mayor fuerza controlando la venta de combustibles (la persona que abastece a su vehículo debe mostrar y registrar su DNI), instalando puntos de control en la carretera interoceánica entre Iñapari e Inambari y sobre todo interviniendo en la zona conocida con La Pampa.

Seguramente habrá movimientos sociales tratando de defender el statu quo, la segunda vuelta electoral elegirá entre el chalaco de nacimiento y economista Simón Horna y el piloto aficionado Luis Otsuka, ambos han participado en marchas y están en contra del accionar actual del gobierno contra la minería local. De allí que los próximos meses serán claves para la región que curiosamente es uno de los departamentos del país con menor pobreza.

Esperemos que el presidente regional elegido y el gobierno puedan tender puentes y juntos buscar el progreso de la región logrando aprovechar el enorme potencial de biodiversidad que la naturaleza nos brinda en Madre de Dios.