Un país de primer mundo, al estilo peruano.

CADE tuvo a varios expositores aplaudidos, pero con la sapiencia que lo caracteriza, Rolando Arellano, una vez más marcó el camino que debemos seguir en ese sueño de “ser un país del primer mundo”,  que era el selling line de la CADE 2014.

Él dijo: “Yo no pienso en un país desarrollado, yo pienso en un país de gente feliz”. “No queremos un desarrollo como los países tradicionales, sino un desarrollo con bienestar social y felicidad”.

En las ciudades del interior, el tipo de desarrollo al que se aspira tiene una mezcla ideal pero compleja. Queremos tener el desarrollo de Lima, pero no su tráfico ni su inseguridad; queremos tener malls con cine, comida y diversión; pero nos molesta el tráfico que genera en las calles colindantes, queremos tener infraestructura vial del primer mundo pero que no afecte nuestra campiña.

¿Es alcanzable tener sólo lo bueno y nada de sus externalidades? Parece difícil, pero debe ser nuestra meta, para ello tenemos que buscar un desarrollo distinto al de los países tradicionales, aspirar a un primer mundo al estilo peruano.

Siempre sonrío cuando alguien me hace comentarios del tipo, como has podido vivir tantos años en Lima y no disfrutar del sol durante 9 meses seguidos!!!;  como has podido trabajar en Lima y no ir a almorzar a tu casa con tu familia!!!;  o como podías viajar hora y media de ida al trabajo en la mañana y hora y media de vuelta a tu casa en la noche!!!.

Si este tipo de cosas son las que constituyen parte de la felicidad, entonces estamos caminando en sentido contrario.  Cada ciudad del país que visito tiene cada vez más un nutrido tráfico, y el traslado de un lugar a otro se está complicado cada día más por la falta de vías.  Con la apertura de nuevos negocios y sucursales de empresas nacionales e internacionales,  en los horarios de trabajo se ha comenzado a reducir las horas de almuerzo y la violencia aumenta día a día.

Por ello pareciera que la ciudad feliz por caminar hacia el desarrollo está dejando de serlo.

Ante esto, ¿qué indicadores deberíamos considerar para caminar hacia nuestro bienestar y felicidad?  Si revisamos algunas investigaciones realizadas por CPI a raíz de las últimas elecciones regionales, e identificamos los problemas importantes en las ciudades del país, encontraremos lo siguiente, tomando como muestra Iquitos, Lambayeque, Junín e Ica.

-          Corrupción y Nepotismo.

-          Mantenimiento de pistas y veredas.

-          Falta de servicio de agua y desagüe.

-          Inseguridad ciudadana, delincuencia y pandillaje.

-          Falta de limpieza pública.

-          Falta de apoyo a la actividades productivas (agricultura y ganadería).

-          Obras de infraestructura.

-          Nivel educativo bajo.

-          Burocracia.

-          Tráfico y contaminación ambiental.

Este decálogo que se repite en casi todos los departamentos, deberían ser los mandamientos (cada uno conlleva diversas medidas) a corregir en el modelo de primer mundo tipo peruano al cual aspiramos.