Consumo Interno versus Burocracia
En un reciente viaje al exterior pude comprobar una vez más la importancia e impacto del consumo interno para mantener moviendo un país cuando las cifras están en color naranja o rojo. Es este rubro una de las diferencias que aún persisten entre el consumo interno de Lima y las ciudades de las regiones del país.
Una expresión común de la persona que viaja por primera vez a una ciudad del país es, que aburridas que son las noches en el interior, salvo Cusco las ciudades no ofrecen opciones. Son pocos casos exitosos que tienen oferta y demanda nocturna.
Salir a cenar a la calle no es una actividad habitual, de allí que muchos restaurantes limeños prefieren abrir sucursales en el extranjero antes que en ciudades cercanas del país.
Esta habitualidad se repite a la hora del almuerzo. Menor distancia trabajo-casa y hora de almuerzo extendida permiten el placer de almorzar en familia. Sin embargo, el aumento del parque vehicular que por consiguiente atoran calles pequeñas las cuales se convierten en cuellos de botella que ocasionan aumento del tráfico, están empujando al mayor consumo en restaurantes o menús y cuando ya estás en el mercado las opciones de compra aparecen ante el consumidor y ya no solo se reducen a comida, sino a tiendas de todo los rubros comerciales, gimnasio, cine, etc.
El gobierno ha propuesto diversas acciones que permitirían poner dinero en los bolsillos de los ciudadanos y esto repercuta en el movimiento económico reflejado en mayor consumo. De hecho la mayoría de gobiernos latinoamericanos ha puesto el ojo en potenciar el consumo interno, ya que al tornarse difícil el mercado externo este debería ser reemplazado por el local, ocasionando, al menos teóricamente, que la maquina continúe girando.
Considero que el mayor obstáculo para el consumo interno de las ciudades se dinamice no pasa por la demanda, ya que hay ejemplos de ciudades que se presumían difíciles por tener un mercado informal o poco desarrollado comercialmente tales como Juliaca, Cusco y Tacna, sin embargo sus centros comerciales o supermercados están funcionando a todo vapor con prontas ampliaciones.
Lo que detiene la oferta es definitivamente la burocracia que es el conjunto de trámites engorrosos, repetitivos e innecesarios con funcionarios que han hecho de esto su feudo y una fuente de ingreso paralelo informal e ilegal.
Aquí es donde la tarea del gobierno debe enfocarse para dinamizar el consumo interno. Lo escribía Percy Vigil en su columna del Dia 1 el lunes pasado, preguntándose si ¿La Legalidad pierde terreno?, ante funcionarios que tienen paralizadas por meses muchos proyectos.
Percy, hablaba de un proyecto comercial más parque recreacional paralizado hace 20 meses pese a haber cumplido con toda la reglamentación y legalidad, este caso es un árbol en el bosque de proyectos detenidos por razones increíbles.
Este es el meollo del asunto que detiene la máquina, hoy que necesitamos que funcione a mayor velocidad. Transparencia, simplificación y educación son los antídotos anti corrupción según especialistas, cada mejora en estos aspectos influirá positivamente en el desarrollo del país.
A seguir empujando hacia adelante al país y hacia atrás a la ilegalidad.