Equipo Centenario y su rentabilidad
El día de ayer miércoles 25 de marzo,el club arequipeño FBC Melgar cumplió sus primeros 100 años de existencia, siendo el tercer equipo más añejo de la primera división de fútbol peruano (luego de Cienciano y Alianza), el cuarto en la tabla histórica de puntos obtenidos en los campeonatos nacionales (luego de Universitario, Cristal y Alianza) y junto a Juan Aurich los dos únicos equipos no-limeños que fueron campeones nacionales.
El fútbol profesional que tiene a nivel mundial una excelente mezcla de negocios y deporte, no ha logrado en nuestro país organizarse de manera rentable. Ejemplo de ello es que en nuestro país hay varios equipos en proceso concursal con administrador temporal, uno de esos casos es el club símbolo de Arequipa.
Hasta el momento, prácticamente ninguno de los equipos que se acogieron a Ley 29862 de “Reestructuración económica y de apoyo a la actividad deportiva futbolística en el Perú”, ha logrado generar los recursos para pagar la deuda que los llevo a esta situación e incluso en algunos casos el gasto corriente ha aumentado y por consiguiente la deuda total se ha incrementado.
Si revisamos el caso del Melgar, club representativo de Arequipa, tampoco ha logrado superar dos características de los seguidores de los clubes profesionales peruanos. Sea en Chiclayo, Cusco o Arequipa, muchos ciudadanos son seguidores de los grandes clubes de la capital y la otra característica, a la que tampoco escapan los mencionados grandes, los seguidores se hacen evidentes sólo cuando sus equipos ganan.
Melgar más allá de las dos últimas campañas no venía disputando los primeros lugares hace muchos años, de allí que tampoco logró atraer a esos hinchas que llegan sólo con resultados.
¿Que debe de hacer un equipo de fútbol en el Perú (aunque es difícil en todo el mundo, para muestra Argentina) para que los números se tornen azules en forma permanente y auto-sostenible?
Si hacemos un benchmarking con otros equipos veremos que hay equipos que no logran campeonar desde la prehistoria deportiva y tampoco disputan los primeros lugares ni torneos internacionales pero son altamente rentables.
La consultora Deloitte realiza año a año la clasificación de los equipos con mayores ingresos del mundo, en su informe Deloitte Football Money League 2015, encontramos un caso para revisar, el Newcastle United (NU), recordado por ser el equipo en el que jugó el peruano Norberto Solano.
NU es el típico caso de éxito de club respaldado por los hinchas y no por los resultados. No gana un título de primera división desde 1927 (el último torneo que gano fue el de copa que en 1955, nunca ganó y prácticamente no participa en la Liga de Campeones o en la Liga Europea.
Su éxito es tener una relación muy fuerte con su ciudad y sus aficionados, con un promedio de 50,688 asistentes por partido, supera largamente a equipos grandes como Juventus, AC Milan o Atlético de Madrid o equipos más laureados de su propia liga como Liverpool o Chelsea.
Por más de 30 años consecutivos los abonos que se venden en pre-venta para todos los partidos del año se agotan al ponerse a la venta. De allí que sus ingresos en asistencia y relacionados en el día del partido llegaron en la última temporada a 31 millones de Euros.
Sus ingresos comerciales por acuerdos con marcas de sponsors y venta de merchandising también son bastante altos y superan los 30 millones de Euros, sumado al tema televisión, al cierre de la temporada sus ingresos totales llegaron a 155 millones de Euros. Y todo sin un solo título de por medio.
Newcastle tiene sumando toda la zona urbana adyacente una población menor a 800,000 habitantes, por tanto inferior a Arequipa, Chiclayo o Trujillo. Hinchas potenciales existen en cada ciudad.
Quizás habrá que repensar el modelo de hacer grandes contrataciones y ganar títulos para crecer y pueda ser reemplazado por otro que primeramente busque empatizar con la gente de la ciudad y convertir a potenciales hinchas, en hinchas declarados como seguidores permanentes.
Las academias de menores para atraer a los niños, el reclutar jugadores de la zona sobre todo cuando la queja recurrente es contra jugadores foráneos que parecen no “sudar” la camiseta lo suficiente, posicionamiento constante a través de merchandising y publicaciones, el compartir de los hinchas con los jugadores en las sedes del club, alejar la violencia y acercar a las familia al estadio, podrían ser desde mi punto de vista, los elementos principales a tener en cuenta para dar sostenibilidad económica a los clubes de fútbol y quizá en pocos años tengan la economía del club saneada y solvente.