Cuando hay crisis, compra propiedades
A raíz del artículo de la semana anterior donde la pregunta era “¿Invertirían en una ciudad violenta?”, me llegaron comentarios de todo tipo que reflejan la diversidad de opiniones de nuestro país, entre ellos un excolega me corrige en un correo recordándome la famosa, aunque cruel frase, atribuida al Barón de Rothschild, que recomienda: “Comprar propiedades, cuando hay crisis(*) en las calles”.
Esta expresión requiere de un perfil que importantes inversionistas mundiales han desarrollado para encontrar oportunidades de inversión en condiciones adversas. Warren Buffet, es uno de los más grandes representantes de estos especialistas, que son unos auténticos “Market Timer”, que hacen zag cuando todos hacen zig y al revés.
El último reporte de la central de riesgos Sentinel sobre colocación de créditos inmobiliarios clasificado por distrito donde se encuentra el proyecto, coloca a Lima Cercado y San Martín de Porres entre los primeros cinco con más créditos otorgados
Esto tiene que ver seguramente con diversos factores relativos a la “atractividad” de estos distritos; sin embargo, por el impacto en el precio final de los inmuebles, influye mucho el precio original del terreno sobre el cual se desarrolla el proyecto.
En muchos distritos donde todos los inversionistas pusieron en ojo, el precio ha escalado a valores muy altos, unos cuantos “Market Timer” comenzaron a buscar distritos distintos, consiguiendo buenos precios de terreno y hoy pueden ofrecer una oferta de vivienda atractiva, como es el caso de San Martín y el Cercado, que la mayoría no los tenía en el radar.
Los inversionistas más arriesgados, en general, buscan oportunidades en mercados no saturados y encuentran atractivos nichos que deben ser aprovechados mientras duren, ya que la gran masa de inversionistas, que es más cauta, llegará tarde o temprano a saturar estos nichos.
Las ciudades del interior del país, vienen siguiendo un proceso similar. Hay ciudades bastante atendidas donde ya existen diversos bienes y servicios, pero habría que seguir explorando porque aún podemos encontrar muchas ciudades medianas que son unas auténticas perlas de oportunidades.
Volviendo al artículo de la semana anterior y el proyecto Tía María, le doy la razón a mi excolega, como ha pasado en todas las crisis y depresiones mundiales, siempre habrá sectores que aprovecharán la oportunidad (crisis) y obtendrán utilidades.
La enorme minería informal es un sector que podría estar interesado en la cancelación del proyecto, si bien por el tipo de yacimiento se requerirá una inversión importante, todos sabemos que los mineros informales organizados no son lo que se dice micro o pequeña empresa y tienen como ventaja que sus estándares ambientales son mínimos, en la práctica, inexistentes.
Así como ellos, hay políticos y organizaciones que también buscan aprovechar del río revuelto. Haciendo las sumas y restas definitivamente habrá beneficiados, la mayoría en forma individual, pero el beneficio del país seguirá siendo el último de la lista. Hasta que entendamos, todos los actores, que el modelo y forma de hacer minería en el país, ha llegado en forma general (las excepciones sólo confirman la regla) a su límite y si queremos avanzar con nuevos proyectos minera en nuestro país habrá que cambiar el modelo dramáticamente y sin paradigmas.
(*) Según los historiadores la traducción literal de la expresión del Barón de Rothschild no tenía la palabra “crisis”, sin embargo dada las circunstancias de violencia que vivimos en el país a raíz de la protestas contra el proyecto minero Tía María, que han costado vidas humanas, considero que sería inadecuado e irrespetuoso con los familiares de las victimas usar el término exacto.