Caos en los modelos mentales
La semana pasada asistí junto a empresarios y ejecutivos peruanos, mexicanos y colombianos al programa de visitas empresariales a compañías ubicadas en Silicon Valley (San Francisco) organizado por la consultora mexicana IDA y Centrum Catolica GBS. Al terminar el evento, algunos participantes expresaron sus emocionadas reflexiones sobre las reuniones, charlas y visitas realizadas, personalmente, como le manifesté a uno de los organizadores, preferí guardar mi opinión hasta que el caos en mis modelos mentales ocasionado por todo lo observado y aprendido en contra posición con mis paradigmas previos pueda acomodarse, interactuar y decantar en un nuevo mindset.
Este caos ocurrió ya que a través de los años uno queda expuesto a diferentes tipos de negocios, tipos de liderazgo, gestión de recursos humanos, esquemas colaborativos, negociaciones, relaciones laborales y en general múltiples modelos de gestión empresarial que van aportando en el conjunto de conocimientos que conforman la experiencia de cada persona.
Esta experiencia es la que se refleja en el ejercicio de nuestras funciones como empresarios o ejecutivos y parametrizan nuestra respuesta ante cada interacción empresarial.
¿Qué paso en mi cerebro, al recibir esta masiva información contraria a mis paradigmas ya formados de los cuales estaba convencido? Comenzó una cerrada defensa de mis opiniones primarias, este proceso se llama Sesgo de Confirmación (una excelente explicación sobre este proceso la pueden encontrar en el Libro de Gonzalo Galdós, “Toma de Decisiones”, Planeta 2010).
Este Sesgo de Confirmación se da cuando nosotros asumimos una posición y la defendemos férreamente y se activa buscando mantener el principio de la consistencia que afanosamente alimenta nuestra mente y se resiste a rectificar cayendo en otro proceso relacionado llamado Trampa del Anclaje.
Lo siguiente que pasa es que buscamos información que sostenga y sustente nuestros principios. Algo que nos diga no te preocupes, tienes la razón, los demás están equivocados y buscamos aliados que nos ayuden a mantener nuestros modelos mentales.
Ejemplos comunes son decir, esto no funciona porque todos saben que el cusqueño es diferente a cualquier otro o esto funcionará en Lima, pero aquí en Piura no.
En mi caso el caos comenzó al llegar y comenzar la visita a los unicornios de Sillicon Valley, que son esos ejemplos fantásticos de empresas gigantes que no tienen más de 15 años pero que tienen una valoración de mercado astronómica como Facebook, Google o Linkedin y que gracias a las presentaciones que nos realizaron sus funcionarios pudimos conocer con qué modelo de negocios lo lograron, como lo sostienen y lo mantienen hambriento de crecimiento.
Pero también pudimos conocer a otro grupo de empresas nuevas que están creciendo a pasos agigantados basados en el ecosistema que envuelve a toda el área de la bahía de San Francisco, donde hay una formación pronegocios, pro nuevas ideas, donde el talento y las habilidades son los reyes, donde se premia la toma de riesgos, donde hay una enorme tolerancia al fallo como factor previo para llegar al éxito, con un ambiente abierto y colaborativo, donde la academia (universidad) interactúa con la industria, donde hay fondos, inversionistas, entidades no-lucrativas y el gobierno apoyando constantemente la innovación.
Asistimos a eventos donde innovadores de diversas partes del mundo (indios, chinos, mexicanos, colombianos, brasileños, españoles y americanos) presentaban abiertamente sus Pitch con el fin de conseguir financiamiento pero también feedback para mejorar sus propuestas y productos.
Lo abiertos y transparentes de estos Pitch, fueron para mí una de las grandes sorpresas de la visita, ya que estoy formado en una cultura de contratos de confidencialidad y secretismo donde nadie debe enterarse de tu idea porque la pueden copiar.
Curiosamente días previos al viaje, evaluábamos en la compañía dar directivas de gestión de recursos humanos para ciertos aspectos que nos parecían necesarios formalizar, para así alinearse a un ambiente empresarial más conservador, sin embargo al llegar a las empresas visitadas vimos ambientes totalmente abiertos y flexibles, vestimenta absolutamente informal, salas de juego, salas de diversión, salas de música, comida por todos lados y hasta licor en ciertos ambientes.
Nuestras mentes comenzaron a defenderse y escuche comentarios de colegas, tales como, esto “sólo funciona en Estados Unidos, en México llegaría al libertinaje”, “el caso de Sillicon es único e irrepetible”; “ya se ha tratado de replicar esto antes y no ha funcionado” o “aquí si puedes perder plata, por que sobra”.
Comencé a sonreír porque me di cuenta que no era el único que tenía un enfrentamiento de modelos mentales en su cabeza, pero como alguien dijo alguna vez, las crisis o caos son lo mejor que pueda pasar para generar cambios y lograr la destrucción creativa, teoría propuesta hace casi 100 años por Joseph Alois Schumpeter, muy vigente hoy.
Obviamente todo no es perfecto, hay que tomar lo mejor, adecuarlo y tropicalizarlo, pero siempre saldrán cosas positivas cuando puedes ver la película y no sólo la foto encasillada en la toma y ángulo de otro.
Félix Villanueva Director – Alfa Nevado