No hay clases
Les informamos que mañana quedan suspendidas las labores académicas en salvaguarda de la integridad física de los alumnos, debido a la paralización anunciada por los gremios sindicales de la ciudad.
Es el mensaje que una y otra vez los padres de familia de las zonas afectadas por las protestas anti (mineras, privatización, concesión, exploración, gobierno nacional, gobierno regional, inversión chilena, etc.) reciben con resignación.
Si asumimos que TODOS queremos que el nivel educativo peruano mejore, asistir a clases debería ser la prioridad número uno.
Cuando a inicios de la década del 90, termine el colegio y como casi todos no podía decidir cuál carrera seguir, opte por dos carreras, la primera en una universidad privada y la otra en una universidad pública, los últimos días del gobierno del presidente García y los primeros del presidente Fujimori eran convulsionados y mientras en la universidad privada ya tenía tres meses de clases, en la pública sólo había tenido un mes de clases y dos de huelgas.
Este y otros motivos ocasionaron que con el tiempo olvidará asistir a la universidad pública para organizar mis horarios en base a las clases de la carrera que seguía en la universidad privada. Hoy los alumnos de todos los niveles, en varias ciudades del país continúan sufriendo la falta de dictado de clases.
En el tercer párrafo colocaba en mayúsculas la palabra TODOS, porque creo que cada peruano desea que su educación, la de sus hijos, sobrinos, nietos y en general de todas las generaciones futuras sea mejor, de allí que si compartimos ese mínimo común, ¿Por qué estaría en riesgo la integridad física de los alumnos?, ¿Por qué los huelguistas tendrían que oponerse a que los niños asistan a clases?, ¿Por qué sus marchas tendrían que afectar la hora de ingreso o salida de los colegios?, ¿Por qué tendrían que ser violentos en una zona donde hay la remota posibilidad de que haya un niño?
Han existido muchas iniciativas gubernamentales, privadas y de organismos internacionales que han tratado de esquematizar una lista de valores mínimos compartidos, una lista de acuerdos mínimos donde realmente todos y cada uno de los peruanos estemos de acuerdo, una de la más importante fue el Acuerdo Nacional cuyo foro es un espacio tripartito de diálogo y construcción de consensos, conformado por el Gobierno en sus tres niveles y las principales instituciones políticas y sociales del país.
Quizás muchas han fallado porque han sido muy ambiciosas en su objetivo, quizás sólo tengamos que determinar una lista pequeña de acuerdos donde “hagamos un trato” en beneficio de todos, una lista que se enseñe en cada institución educativa del país, en cada institución del estado y que sea tan repetida como el himno nacional hasta que todos estemos convencidos de ella.
Porque si no podemos ponernos de acuerdo en que la educación es intocable, quizás esos agoreros que dicen que nuestro Perú es un país fallido están ganando la batalla.
Yo no creo que sea así, sólo necesitamos hacer un trato entre todos los peruanos, un simple “Hagamos un trato, tú quieres protestar, hazlo, yo quiero que mis hijos vayan al colegio, no lo impidas”.