Mistura, de las regiones para el mundo
La referencia habitual cuando alguien viaja a Lima y asistirá a Mistura es “que rico vas a comer”. La feria, que se ha convertido en un icono gastronómico y turístico, nos permite una vez más disfrutar la increíble variedad de platos regionales, uno más delicioso que otro, que a muchos visitantes nos recuerda sabores tradicionales de la niñez pero también permite probar nuevas combinaciones.
Lo mejor es encontrar comidas regionales tan variadas y que la feria permita que el mundo las conozca como el Kankacho Ayavireño, que es cordero asado macerado con cerveza negra, la pregunta de los más curiosos será, ¿dónde queda Ayaviri?
La presencia de las diferentes ciudades con sus sabores especiales nutre a Mistura, la presencia de La Benita (Arequipa), El Cántaro (Lambayeque), la Cabañita (Apurímac), la Asociación Gastronómica Uchuyacu (San Martín), El Celoso (Sullana), La Matarina (Cajamarca), Miskycha (Huancayo), El Fundo Palmira (Cajatambo/ Huacho), El Cilindro de Benjamin (Chimbote), Casablanca (Huacho), La Paisana (Catacaos), El Tarwi (Caraz), La Olla de Juanita (Ica), La Lucila (Arequipa), El Cantaro (Lambayeque), Cau-Cau (Arequipa) y otros más.
Como pudimos leer y ver en los medios, cada uno con una historia y motivación fascinante, como la profesora cesante que organizo a sus vecinos para formar la Asociación Gastronómica Uchuyacu, la que inició el negocio en la carretera, aquellas que luego de quedarse abandonadas con sus 8 hijos o tener una hija enferma encontraron en estas vicisitudes de la vida, el motor que las llevo hacia poner sus manos en la cocina y brindarnos sabrosos potajes.
En general mi sensación es que Mistura es más peruana que sólo limeña, su aporte al desarrollo de la gastronomía regional es enorme y no logro entender las críticas que en ocasiones, personas que no han tenido la oportunidad de ir, le hacen a la feria (las que han ido tienen el derecho de decir si les gusta o no), pero en ese aspecto ya hay personas que han hecho artículos sustentando los “presuntos” defectos de la feria como el de la periodista Maribel Toledo-Ocampo que pueden leer aquí.
De aquí en adelante le quedan retos a Mistura, el principal es emocionar cada año y para ello habrá que presentar nuevos productos en cada nueva edición, que haya muchos pequeños misturas en varias partes del Lima y el interior del Perú tiene dos lecturas; i) la feria principal pierde la exclusividad, que tiene obviamente un gran valor y ii) estos mini eventos promocionan más la feria, pero para que esto funcione la edición principal debe tener una magia distinta y poderosa.
Finalmente está, la propuesta que alguna vez hizo Gastón Acurio, de que Mistura sea abierto, que Lima se transforme durante esos 10 días y podamos disfrutarlo en todos los lados de la ciudad de un Mistrura para todos los bolsillos y para todos los públicos. Parte de eso se hizo este año con la campaña “Disfruta de Mistura fuera de Mistura” que muchos dirán que le resta a la Feria Principal, pero yo creo que al mismo tiempo la hace abierta y sin fronteras.
Si esa es la idea base y teniendo en cuenta que la mayoría de los potajes son regionales podemos hacer que durante 10 días todo Perú celebre Mistura y en cada ciudad del país tener eventos alrededor de unos de nuestros grandes diferenciadores como país, las manos maravillosas de nuestros cocineros y la enorme variedad de platos e ingredientes que tenemos. Soñar tan grande como nuestro país lo merece.