Un Cancún en Perú
Aunque las historias difieren en función de quien la cuenta, los enfoque más usados dicen que a fines de la década de los 60 e inicios de la década de los 70, el gobierno mexicano comenzó a explorar destinos turísticos que pudieran tener potencial. Se encargó dicha tarea a funcionarios del Banco de México, quienes comenzaron a explorar varias opciones.
Seleccionaron seis propuestas, una de ellas al sur de México, donde existía una franja de mar caribeño con densa vegetación, prácticamente inhabitada, cuyas aguas cristalinas habían permanecido sin explorar. Los mayas habitaron algunas zonas y posteriormente los piratas encontraron allí un buen escondite, pero, salvo pequeñas poblaciones en las islas cercanas, permaneció muchos siglos inhabitada.
Los estudios del Banco de México fueron presentados al presidente mexicano de ese momento, Gustavo Díaz Ordaz. Arrojaban un gran potencial, pero sólo fue el principio de una serie de acciones, de avances y retrocesos, de muchas dudas y no pocas murmuraciones durante varios años.
México está entre los 15 países más extensos del mundo. En la década de los 70, las distancias, en la mente de las personas, eran mayores a las de ahora. Por ello, para alguien que vivía e invertía en el DF y playas cercanas, como Acapulco o Puerto Vallarta, el sur de México parecía muy lejano y riesgoso.
Cuando el gobierno decidió invertir en desarrollar esa maravillosa zona, hubo pocos que creyeran y que, por tanto, invirtieran. Se tuvo que dar muchos incentivos tanto a los inversionistas como a las personas para que se mudaran hacia allá.
Los primeros pobladores de la zona de Cancún recuerdan esos años con expresiones como “yo le dije a mi esposo que yo a ese bosque lleno de cocodrilos y mosquitos no me mudaría nunca” y “era un sitio que daba miedo de lo solitario y agreste que se veía”. Dar el primer paso o ser el primero en cruzar es difícil. Una frase de la mítica película Moneyball es “el primer hombre en atravesar el muro termina ensangrentado, el resto cruza fácil por el hoyo dejado” y nadie quiere ser ese primero que termina ensangrentado, siempre esperamos que otro lo haga.
Cancún es una ciudad hecha por un banco; por eso no tiene plaza de armas y no se construyó iglesia central, siendo México un país muy religioso. Los arquitectos contratados para el diseño inicial fueron prácticos; consideraron una parte para los hoteles, otra para que vivan las personas que trabajaran en los hoteles y un aeropuerto en el medio.
Cancún impulsó exponencialmente el turismo interno y externo de México. Hoy es uno de los primeros destinos turísticos de América y se construyó de cero. Tal fue el éxito que hasta hoy sigue creciendo, hacia el sur, la zona conocida como Riviera Maya, donde cada vez se forman nuevos balnearios, Playa del Carmen, Tulum, Puerto Morelos y otros más.
Nadie que esté relacionado con el rubro o desarrolle políticas públicas en el sector turismo debe dejar de leer la historia de Cancún en detalle.
Y en el Perú, ¿dónde podríamos tener algo como Cancún? ¿Qué destino podría ser atractivo? Un destino con gran potencial y diferente. Con una oferta del tamaño de Cancún. ¿Tenemos oferta de playas para algo así? ¿La gastronomía tiene un potencial de ese tamaño?
Revisando tendencias en los documentos que publica ATTA (Adventure Travel Trade Association), la organización internacional para la industria del turismo de aventura, se encuentra que la actividades más demandadas en el mundo son hiking, que se refiere a caminatas o excursiones idealmente en parajes únicos, seguida por ecoturismo. También aparecen actividades culturales y ambientalmente sustentables. Las siguientes en la lista son ciclismo (siendo downhill una de las más mencionadas), safaris y gastronomía.
Al leer la lista, no puedo dejar de pensar que todo esto lo tenemos especialmente en la región que ocupa el 62 % de nuestro territorio, que es la selva.Destinos como Tarapoto, Puerto Maldonado e Iquitos ofrecen alternativas naturales y endémicas (en la definición de biología, aspectos únicos que no se encuentran de manera natural en otra parte del mundo). Son destinos que actualmente tienen un alto crecimiento, pero que organizadamente podrían tener un potencial enorme.
¿Estará por ahí escondido nuestro Cancún, a la espera de que alguien lo descubra?