La cultura no es cultura sin...gestores culturales
A raíz de las críticas al nombramiento del actor y abogado Salvador del Solar como ministro de cultura, se ha puesto en el tapete la problemática de la gestión cultural y la necesidad de contar con gestores preparados y comprometidos con su labor. Un gestor cultural es un profesional cuyo objetivo es promover, incentivar, diseñar y realizar proyectos culturales para favorecer el crecimiento o desarrollo sociocultural de la población, y lo puede hacer desde diversos campos de acción, puede ser un emprendedor independiente, trabajar en un organismo del estado o incluso ser un profesional del sector privado.
Es importante una acotación adicional, un gestor cultural busca generar puentes entre los principales interesados y potenciales generadores de cultura. Puentes entre gobierno, empresarios, público, medios masivos, locales, entre otros, y todo ello con la mira puesta en la sostenibilidad económica financiera del proyecto. En el Perú esta es una tarea titánica.
Dicho esto hablaré desde mi propia experiencia de más de 10 años como gestor cultural especializado en comedia, experiencia que estoy absolutamente seguro es similar a la de cualquier otra expresión artística en Perú, y expondré los principales problemas con los cuales he tenido que lidiar durante estos años.
1.- Falta de infraestructura.
Si bien la infraestructura teatral (me refiero a teatros, centros culturales, bares culturales, teatros municipales, entre otros) ha aumentado en los últimos años en Perú, esto no se acerca ni por asomo a otros países de la región como: Argentina, Brasil o Colombia. Cualquiera que haya viajado a estos países puede comprobar y confirmar que en Perú prácticamente no tenemos ni el 10% (y estoy exagerando) de su infraestructura teatral. Y cuando decimos Perú hablamos de Lima, porque si nos referimos a provincias la realidad es, nunca mejor dicho, una tragedia.
Si alguien quiere poner su obra en vitrina, tendrá que esperar meses y hasta años por un espacio, pues los pocos teatros o locales similares que hay ya están copados, y si te dan oportunidad de conversar debes convencerlos de que el proyecto es comercial y llevará gente y así llegamos al segundo punto.
2.- Consumo Mínimo
Si tienes la suerte de conseguir un local, sea teatro, bar, centro cultural, te exigirán que lleves público. Lo sé, esto es lógico, sin embargo la presión por dinero muchas veces es asfixiante. Los teatros cobran un pago mínimo para abrir sala y el 30% de la venta de entradas, otros locales como bares establecen un consumo mínimo y una cantidad mínima de público que debes llevar. Incluso centros culturales privilegian el ingreso monetario a la oferta cultural. Es la ley de la oferta y la demanda. El capitalismo brutal aplicado a la cultura. Así es. Caballero nomás. Y ya que hablamos de oferta, hablemos de demanda.
3.- El nivel de consumo de espectáculos culturales es muy bajo
La oferta ha aumentado, basta con ver la principal vitrina de entradas, teleticket, cada vez hay más shows u obras, sin embargo aún tenemos un nivel muy bajo de consumo. Si hablamos de niveles socioeconómicos (NSE) mientras más bajamos en la pirámide menos consumo cultural hay. El NSE AB prácticamente es el que nutre las salas, el C casi nada y D y E no existen. El NSE AB en Lima engloba según el APEIM (Asociación Peruana de Empresas Investigadoras de Mercado) a alrededor del 25% de hogares, en cifras unos 650 mil hogares. Según el Perfil del Ama de Casa de IPSOS-APOYO, tan solo un 7% indica que va al teatro/cine para divertirse (el porcentaje es tan bajo que al parecer sumaron estos dos rubros totalmente diferentes), asumiendo como se ha dicho muchas veces que las mujeres son las decisoras del hogar, eso quiere decir que tan solo 7% de esos 650 mil hogares van al teatro, haciendo cálculos sencillos significa que unos 45 mil hogares en Lima tienen la costumbre de ir al teatro por lo menos una vez al mes, en una ciudad de 8 millones de habitantes esto es realmente deprimente.
Seguramente algún lector acucioso me cuestionará el cálculo realizado líneas arriba y me exigirá mayor precisión y tiene razón, la verdad es que es un cálculo bastante grosero y como justificación les puedo decir que busqué estudios cuantitativos sobre el consumo de espectáculos culturales y no los encontré. En los estudios multicliente (estudios de investigación genéricos no solicitados por un cliente específico) no se menciona nada sobre cultura. Lo único que encontramos fue la pregunta: ¿Qué actividades realiza para divertirse?, cuyo dato tomé para realizar el cálculo previo. Incluso en el informe anual del INEI, entidad oficial de las estadísticas de nuestro país, de cerca de 3000 páginas sobre estadísticas generales, tan solo 10 páginas se refieren a la cultura en el Perú, y los datos que se muestran son sobre asistencia a museos y bibliotecas. No hay ni un dato que se refiera a teatro, música o danza.
Hace falta mayor información cualitativa y cuantitativa. Es necesario que el Ministerio de Cultura realice estudios de investigación de mercados profundos sobre el tema, ya que lo que no se mide no se puede mejorar. Pero pasemos al 4to punto, la difusión.
4.- Falta de apoyo mediático.
Entonces si ya sabemos que tenemos un público reducido y que necesitamos ampliar la base, necesitamos difusión, pero aquí viene otro problemilla, no hay apoyo mediático suficiente. Si no tienes algún conocido en medios o no tienes dentro de tu proyecto algún personaje de farándula o actor/actriz de moda, es muy complicado conseguir difusión. Lo único que te queda es contratar a un agente de prensa con una sólida cartera de contactos, el cual evidentemente, te cobrará por sus servicios lo que debes anotar como gastos del proyecto.
A todo esto y más, se enfrenta un gestor cultural. Si no fuera por ellos, por su empuje, por su pasión, por su interés, créanme que estaríamos peor de lo que estamos. Mi reconocimiento y agradecimiento a todos ellos.
Y para terminar algunas recomendaciones para quien desee incursionar en la gestión cultural:
1. Plantea el proyecto como un negocio, debe generar ingresos. Cultural no es sinónimo de pérdida económica. Lo cultural también puede ser comercial, solo es cuestión de ser creativo y ceder un poquito al menos a las presiones comerciales, sin socavar la esencia de tu propuesta.
2. Sácale el mayor provecho posible a las redes sociales, crea un perfil, difunde entre amigos y contactos, conviértete en community manager de tu trabajo.
3. Genera contenido que se pueda viralizar.
4. Negocia las condiciones más ventajosas posibles con el local/teatro. Negocia horarios, fechas, comisiones, porcentajes, consumos, etc. Cada centavo cuenta.
5. Busca a algunas empresas que quieran auspiciar el proyecto, por lo menos a través de un canje de tal forma que los costos disminuyan.
6. Utiliza la venta corporativa y por paquete.
7. Si es posible incluye algún personaje/actor mediático…por lo menos uno.
8. Invierte en diseños y piezas gráficas de calidad. La forma de tangibilizar un servicio es a través del material gráfico.
Y por último lo más importante es: NO TE DES POR VENCIDO, EL PERÚ NECESITA CULTURA…Y ESO DEPENDE EN GRAN MEDIDA DE LOS GESTORES CULTURALES.