El poder de una idea
“No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo”. Esta frase dicha por Víctor Hugo nos demuestra la enorme importancia e impacto que tienen las ideas en la historia de la humanidad. Todo parte de allí, de ese chispazo mental que surge de la nada, sin embargo hay otra frase popular dicha no por un filósofo, ni por un literato, sino por algún motivador pragmático, aforismo que está dirigido a todos aquellos que viven entre la procrastinación y la inercia: Las ideas valen 10 centavos la docena. En otras palabras, tus ideas pueden cambiarte la vida, siempre y cuando busques todos los medios para llevarlas a cabo, de lo contrario se convierten en entelequias, es decir algo que estará en tu mente pero imposible de realizar. Ahora si me permiten les contaré una anécdota personal.
En el 2016 me llamaron para hacer un pequeño papel en la película Calichín, me encantó la experiencia, cuando terminé de grabar pensé: sería lindo hacer más cine, es más sería lindo escribir una película, de pronto se me ocurrió una idea para un guion. ¿Pero cómo hago para que eso se haga realidad? No estoy en ese mundo, me repliqué a mí mismo. Lo dejé allí. Luego de unos meses por unos amigos me enteré que un joven director iba a dictar un taller de guiones cinematográficos, no lo pensé dos veces y me inscribí inmediatamente. Le mostré mi idea, le dije que sería un éxito y que él podría dirigirla. Me miró con cara de: ¡Ok, pero primero hagamos el taller! La tarea final consistía en presentar la sinopsis y el avance del guion. La hice. Luego de unas semanas me llamó y me dijo: Jaime, mi socio y yo queremos comprar tu idea para hacer una película. ¡No lo podía creer! ¿Y cuánto me van a pagar? le pregunté emocionado. Nada, me contesto, en realidad queremos darle vueltas a tu idea, replantear el guion y presentar el proyecto para que lo financien, si tu idea gusta y se filma la película te llevarás un pequeño porcentaje de la venta de entradas, si no, pues nada, así es esto, me comentó como tratando de calmar mi desbordado júbilo. ¡Funcionará! le dije y acepté. Hicimos un contrato en donde les cedía los derechos y me olvidé del asunto. Hace 2 meses, luego de un año y medio, me llamó y me dijo: Jaime, tu idea funcionó, la película se va a hacer, el protagonista será Carlos Carlín. ¡No me jodas! le dije, ¡Si te jodo! me replicó bromeando, empezaremos a grabar en septiembre y se estrenará en abril del 2019. Actualmente estamos en pleno proceso de grabación, y digo “estamos” porque además me invitaron a ser parte del equipo comercial, me dieron un papel secundario en la película y es probable que hasta una canción mía (sí, también hago canciones) sea parte del soundtrack. Mejor imposible.
Bien más allá de jactarme por mis logros quisiera utilizar este ejemplo para explicarles como funciona la creatividad, que dicho sea de paso tiene una relación directamente proporcional con el sentido del humor, lo primero que debemos saber es que hay dos formas de pensamiento: el divergente y el convergente. El pensamiento divergente ve un problema, un caso, un trabajo desde diversas perspectivas, desde distintos ángulos, no se pone límites, brinda diversas opciones, no se juzga, es absolutamente flexible, crea relaciones aparentemente sin conexión alguna, es lo que Edward de Bono acuñó como pensamiento lateral. El pensamiento lateral o divergente es fundamental para el desarrollo de la creatividad, sin embargo de nada sirve tener muchas ideas cuando no utilizas el pensamiento convergente el cual recurre a la lógica, el orden, la memoria, la estrategia racional, el paso a paso, es el que determina que ideas son viables y cuales no y como se puede llegar a buen puerto. Ambas son necesarias para lograr el éxito.
Ahora bien, volvamos a mi caso. Si revisan mis publicaciones anteriores verán que hace casi dos años publiqué un artículo titulado: el boom de los youtubers, tema que me llamó mucho la atención cuando averigüé que estos jóvenes que en su mayoría apenas pasaban los veinte años, gracias a sus videos se habían convertido en celebrities y ganaban montos que ya quisiera cualquier gerente general. En ese momento me pregunté si un cuarentón como yo podría ser un youtuber así que averigüe si existían esos casos y la verdad es que sí los hay. Eso me quedó rondando en la cabeza. De pronto mi pensamiento divergente empezó a crear relaciones: algo que investigué para el blog de Gestión, mi pasión por la comedia y mi interés por volver a grabar una película, y me surgió una pregunta ¿Qué pasaría si un profesional cuarentón con hijos se queda sin trabajo y decide convertirse en youtuber para mantener a su familia? ¡Eureka! Ahí tenemos una historia para una película y el nombre cae por su propio peso: Papa Youtuber.
Hasta ahí llegó mi pensamiento divergente, ¿ahora cómo lo hago? ¡Vamos a utilizar el pensamiento convergente!: ¿Quiénes son los directores de comedias peruanas con mayor proyección? Fernando Villarán y Gonzalo Ladines. ¿Los conoces? Son amigos de amigos míos. Listo, démosle un like a su página. Semanas después me enteré que Gonzalo dictaría un taller de guion cinematográfico. Bingo. Me inscribí. Le entregué la sinopsis. Le gustó. Ofrecen comprarme la idea. Firmo contrato. ¿Qué más puedo hacer para que esto se haga realidad? ¿Mis clientes empresariales invertirían en una comedia con mensaje positivo? Claro que sí. Busquemos auspicios, hagamos una lista de los posibles interesados, saquemos citas, hagamos presentaciones. Hecho. Finalmente logramos el cometido, conseguimos algunos auspicios.
Resultado: Es la primera película de la productora creada por Villarán y Ladines (Funny Games Movies), el primer protagónico de Carlos Carlín, mi primera colaboración directa a una película, hay más de 100 personas trabajando en el proyecto, 5 empresas auspiciadoras y esperamos llegar con el favor de ustedes al millón de espectadores. Todo por una idea poderosa a la que le llegó su tiempo. ¡Bien dicho Víctor Hugo!