El hábito no hace al monje, pero sí al lector.
Hace poco un amigo lanzó la siguiente pregunta al oráculo del facebook ¿Qué libros que hayan leído últimamente me recomendarían? Me llamó la atención el tipo de respuestas de sus contactos, prácticamente todos mencionaron libros de autoayuda, emprendedorismo o gestión empresarial, yo decidí romper la tendencia y respondí con un clásico: Conversación en la Catedral, con lo cual recibí de premio un like mientras que Secretos de una Mente Millonaria recibió entusiastas comentarios y varios me encanta. No digo que el libro de Harv Eker no sea digno de admiración, pero ¿un solo like para la que se considera la principal obra* de Vargas Llosa? ¡Qué mezquindad!.
Más allá de la anécdota, tengo la impresión de que la mayoría de profesionales en gestión empresarial leen sólo lo que “necesitan” leer y no tienen el hábito de leer por el mero placer de hacerlo. Según estadísticas del año 2017 los peruanos leemos tan poco que el promedio es de 0.86 libros por persona al año, y estoy seguro que si hacemos el cálculo de un ratio más ácido, considerando sólo obras de literatura (narrativa de ficción y no ficción incluyendo ensayos) la cifra resultante sería cercana a cero. Si los que se supone somos gente instruida leemos poco, que podemos esperar de gente con menor formación.
Pero ¿Por qué leen tan poca literatura los profesionales en gestión empresarial? Tal vez sea porque creen que esta actividad no les genera ningún beneficio, bueno aquí les doy algunas buenas razones para que cambien de opinión: la lectura estimula tu creatividad, fortalece tu concentración, amplia tu léxico y cultura, mejora tu comunicación verbal, ejercita tu cerebro, afina tu razonamiento lógico y hasta te hace ser más empático, todo ello sin considerar la satisfacción intrínseca de su realización. Claro, tampoco se trata solo de leer por leer, sino de disfrutar y entender lo que se lee. Un chiste de Woody Allen es particularmente agudo con este tema: “Tomé un curso de lectura veloz y fui capaz de leer La Guerra y La Paz** en 20 minutos, creo que decía algo de Rusia”. La literatura es un gusto adquirido y se disfruta lentamente, como beber un buen vino, apreciar un paisaje hermoso o una ceremonia del té.
Lamentablemente si a una persona no se le ha promovido el interés por la literatura desde pequeña, cuando es adulta lo más probable es que le cueste bastante trabajo habituarse. Marco Aurelio Denegri decía que toda persona debería tomarse 4 horas al día para leer, bueno eso es casi una utopía para la mayoría de nosotros en estos tiempos, sin embargo, con disciplina y un plan de acción adecuado puedes convertirte en un lector competente.
A continuación, te daré algunos consejos tomados desde mi propia experiencia:
- Si lees poco o nada, se realista. Escoge uno o dos libros y ponte como meta culminarlos en un tiempo prudente. Leer es como ir al gimnasio. Debes empezar con poco e ir aumentando conforme te vayas acostumbrando.
- Escoge libros que aborden tangencialmente temas de tu interés: religión, historia, suspenso, terror, ciencia ficción, etc. Puedes pedir a un librero experimentado que te recomiende autores y títulos.
- No escojas libros muy extensos. Nuevamente, se realista, poco a poco ve aumentando la cantidad de hojas y la complejidad de las obras. Puedes escoger alguna novela corta o un libro de cuentos.
- Trata de llevar siempre un libro contigo y que además sea de fácil traslado, nunca se sabe cuándo habrá un tiempo muerto. Actualmente hay muchas presentaciones de bolsillo con muy buena impresión y diagramación.
- No compres pirata. No solo por ser un acto ilícito sino porque la práctica de la lectura también requiere de ciertos facilitadores como un tipo y tamaño de letra adecuados, una impresión clara, una presentación de fácil uso y maniobrabilidad. Si tratas de leer un libro pirata podría afectar tu vista, generarte dolor de cabeza o sueño.
- Empieza con autores peruanos o latinoamericanos. Esto porque te será más fácil identificarte con su prosa, sus lugares, sus historias, etc.
- Reconoce esas actividades que te hacen perder tiempo y no te agregan valor, por ejemplo: el Smartphone, Netflix o la televisión, y sustitúyelas por la lectura.
- Cómprate una biblioteca y ubícala en un lugar estratégico de tu casa, que invite a la lectura, bien iluminado y que vaya con la decoración. La biblioteca es el alma de un hogar.
- Puedes utilizar también libros digitales. Bájalos en tu Smartphone. Particularmente prefiero los libros en físico, pero tenerlos en el celular también ayuda y te pueden salvar del aburrimiento en un tiempo muerto inesperado.
- Haz de la lectura una ceremonia. Cómprate un sillón, una lámpara iluminada, una mesa, sírvete un buen vino o café, pon un poco de música suave y disfruta el momento.
Finalmente, todos estos consejos te podrán ayudar siempre y cuando tengas el genuino interés de desarrollar el hábito de la lectura. No todo en la vida es dinero y estatus, ya lo dijo Gabriel García Márquez: “El mundo habrá acabado de joderse el día en que los hombres viajen en primera clase y la literatura en el vagón de carga.”
* Este año se cumplen 50 años de la publicación de la novela, lo cual se celebrará en el marco de la FIL 2019 con diversas actividades.
** Obra cumbre de Leon Tolstoi, es una extensa novela que narra los conflictos de diversos personajes recorriendo 50 años de historia de Rusia.