La excelencia de Eddie Van Halen
Cuentan que Eddie Van Halen era un apasionado por la excelencia en su trabajo y debió ser así para lograr tocar la guitarra como lo hacía, pero su mente no sólo estaba puesta en la técnica y la composición musical, sino también en la gestión.
En la gira de VAN HALEN de 1982, en pleno apogeo de la banda en Estados Unidos, incluyó una inusual cláusula en sus contratos, pedía, entre otras cosas, un frasco con M&Ms para su camerino, hasta ahí no había nada de raro, lo curioso es que dicho frasco no debía contener ninguna pastillita de color marrón, si encontraba una el concierto sería cancelado sin derecho a reclamo y sin devolución de dinero.
Debido a ello la banda se ganó la fama de excéntrica y quisquillosa, sin embargo no sabían lo que había detrás de ese extraño requerimiento y muchos años más tarde se supo la verdad. A Eddie se le ocurrió esta artimaña para evaluar la excelencia en la labor del productor que los contrataba, ya que si fallaba en ese pequeño detalle significaba que no había leído a conciencia el contrato, denotaba falta de minuciosidad, por lo tanto algo podría fallar y eso en un concierto con miles de personas sería fatal.
Finalmente no se canceló ningún concierto en esa gira, a pesar de que hubo un par de oportunidades en las que encontró pastillas marrones, sin embargo ello le servía como señal de alerta y cuando ocurría pedía una nueva revisión exhaustiva de todos los detalles técnicos y de seguridad del concierto.
Moraleja: Con un poco de creatividad e ingenio podemos encontrar esos “M&Ms” que nos ayuden a prevenir posibles accidentes y a brindar un servicio de excelencia.
¡Gran enseñanza Eddie!
RIP Eddie Van Halen