Algunas reflexiones a propósito del Mes del emprendimiento en el Perú
Durante noviembre último se celebró el Mes del emprendimiento en el Perú. En 11 ciudades del país se realizaron 73 eventos que contaron con la participación de 53 instituciones. Se trató de un interesante esfuerzo desplegado por el Ministerio de la Producción (Produce) y el colectivo PerúEmprende, conformado por más de 50 organizaciones entre incubadoras, aceleradoras, centros de investigación, inversionistas, gremios, asociaciones y comunidades de emprendedores.
Tras la celebración del Mes del emprendimiento quisiera compartir algunas reflexiones. Primero, que la gran cantidad de eventos de primer nivel y la entusiasta participación de los actores involucrados revela que el ecosistema de emprendimiento tecnológico está expandiéndose en el país. Si bien en algunas ciudades el desarrollo del ecosistema es todavía incipiente, lo importante es que se va irradiando el lenguaje de las startups con proyección global.
Otra reflexión es que en los concursos se observa un mayor afinamiento y una mejor calidad de los proyectos de negocio presentados. Sin embargo también se da el caso de propuestas poco innovadoras, lo que revela la necesidad de profundizar la labor de mentoría y de formación de los emprendedores.
Como señalamos en un artículo anterior, un aspecto de primera importancia que podemos extraer de experiencias como el Seedstars World Lima 2014, realizado en la Universidad del Pacífico, es que ya existen proyectos de emprendedores peruanos que están en la mira de inversionistas globales. Esto constituye una llamada de atención a los inversionistas locales en el sentido que están perdiendo una importante oportunidad de invertir en opciones de negocio de alto rendimiento y con proyección global.
Personalmente tuve la satisfacción de participar como mentor en Startup Weekend Lima por segunda vez consecutiva. Y es destacable el hecho que ambas versiones se hayan realizado con un intervalo de apenas tres meses, considerando todo lo que significa en materia de organización, convocatoria, contar con participantes, etc. A esto se añade la realización del Startup Weekend Arequipa que tuvo lugar en abril, cuatro meses antes del primer evento en la capital del país. Y en noviembre se realizó también el Startup Weekend Juliaca.
Esto nos conduce a otra reflexión: la importancia de la extensión del ecosistema de emprendimiento tecnológico en el ámbito nacional. Ciertamente son por ahora algunas ciudades pero tal como se viene avanzando se espera una mayor expansión hacia otras localidades del país. Personalmente no creo que deba escogerse una ciudad como para convertirla en el Silicon Valley peruano, sino que debe impulsarse el ecosistema en todo el país, hasta donde sea posible.
El ecosistema peruano de emprendimiento presenta avances interesantes. Hay mucha participación de los diversos componentes, cada uno cumpliendo un rol fundamental. El Estado a través de Startup Perú, las universidades, las aceleradoras e incubadoras, todo ello unido al entusiasmo y dedicación demostrado por miles de emprendedores.
Pero detengámonos un momento y preguntémonos: ¿significa esto que ya se consolidó el ecosistema de emprendimiento tecnológico en el Perú? Creemos que todavía no, que falta mucho por avanzar. Por ejemplo, todavía es incipiente la participación de inversionistas dispuestos a arriesgar capital para financiar los emprendimientos. Al respecto conversamos con Patrick Wakeham, managing director de Escala VC quien observa que el ecosistema peruano ha crecido muy rápidamente pero todavía no estamos al nivel de Chile o México y hace falta una mayor participación de inversionistas que pongan a andar las ruedas del financiamiento, así como mostrar emprendimientos exitosos locales a escala global.
Creo que hay que seguir arando en varias ciudades y sembrando en otras. Todavía no es tiempo de cosecha pero el tiempo, la gente y el terreno son muy buenos. Manos a la obra, a seguir trabajando.
P..D.: Me gustaría saber cuál es tu opinión acerca de los avances que ha logrado hasta el momento el ecosistema de emprendimiento en Perú. ¿Qué nos falta hacer?