El camino al éxito está en tu mente. ¡Hazlo, ya!
La noche del sábado 25 de abril fue extraordinaria. Aproximadamente 50,000 emprendedores de todo el país se dieron cita en el estadio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, marcando así un récord mundial de asistencia, lo cual me parece muy interesante pues ratifica al Perú como un país de emprendedores. Pero no solo eran emprendedores a secas, sino personas que terminado el evento salieron motivadas a enrumbarse por la senda del éxito, decididas a deshacerse de las limitaciones culturales que les impiden avanzar.
Tal como les adelanté en el artículo anterior, Ángel Añaños hizo todo el esfuerzo para darles a los asistentes una fórmula para alcanzar el éxito. Y esa fórmula está en sus propias manos. Para ser más precisos, en sus propias mentes. Porque para ser exitoso se necesita hacer un cambio de mentalidad, dejar a un lado el chip lleno de factores limitantes e instalarse otro que los lleve a hacer realidad sus sueños y proyectos. En pocas palabras: dejar de pensar en pequeño para pensar en grande.
Ángel Añaños invitó a cuatro emprendedores exitosos que comparten varias cosas en común, entre ellas el haber comenzado desde cero.
Interesante, conmovedor y muy motivador fue el testimonio de Lidia Cortez, una campesina y artesana de Puno. “Desde muy niña mi madre me inculcó en el trabajo, en la chacra y también en la artesanía. Lo único que yo sabía era tejer. A la semana tejía tres prendas y las vendía en el mercado de Puno, donde cada vez más señoras me pedían más prendas pero no tenía capital. Así que saqué un préstamo del Banco Industrial y he juntado a varias señoras para trabajar con ellas. Y luego me dijeron que si había organizado a una comunidad, podría hacerlo con otras comunidades”, cuenta.
Fue así como Lidia Cortez organizó a mujeres artesanas de 40 comunidades y acudió a la Federación Departamental de Artesanos de Puno para coordinar su participación en una feria en Lima. Acudieron a esa feria, pero cuando quisieron participar en otro evento similar sufrieron una mala experiencia, pues los organizadores las discriminaron por su condición de mujeres y campesinas. Y cuando ellas exigieron su participación en esa segunda feria fueron reprimidas por efectivos policiales. “No podemos regresarnos a Puno porque le debemos al banco”, dijo entonces Lidia. Los organizadores les pusieron un bus para que regresen a Puno, pero ellas se negaron a retirarse. Incluso intervino el fiscal de la Nación de aquel entonces, quien garantizó la presencia de las productoras en la feria. Fue así como pudieron vender toda su mercadería. “Valió la pena luchar porque vendimos todo y pagamos el préstamo al banco”, dice Lidia. Hoy no solamente venden en Perú, pues también exportan al mundo diversas clases de tejidos hechos por estas mujeres llenas de coraje.
Lidia Cortez terminó su participación con un mensaje a las mujeres: “No tengan miedo de empezar. Si perdiste, ganaste experiencia. Las mujeres hemos demostrado que podemos hacer una buena administración. Las mujeres podemos llevar a una empresa al éxito”.
Seguidamente dio su testimonio Marina Bustamante, la creadora de la reconocida marca de productos de cuero Renzo Costa. Ella contó que comenzó a los 16 años. Su primer cinturón lo hizo con retazos de cuero. Compró una cartera, la desarmo totalmente para ver cómo podía hacer una igual. Hizo lo mismo con una casaca de cuero, para ver lo que había adentro y cómo podía mejorar. Su primer taller funcionó en una quinta en Barrios Altos, donde los muchachos del barrio le ayudaban a cargar sus carteras para llevarlas rumbo a Miraflores.
Luego se mudó del pequeño taller a unas instalaciones más grandes y creó la marca Renzo Costa en 1973. Yo no tenía estudios de Marketing, de cómo cuidar una marca. Empecé sola. Después en el camino incorporó personas que le acompañan desde hace 25 años, incluyendo a sus dos hijos.
La innovación siempre es importante. Marina dice que antes las carteras eran de colores básicos (negro, marrón y blanco), pero ella se dedicó a confeccionar carteras de diversos colores colores y las entregaba en consignación a las boutiques de Miraflores. Algunos cumplieron con ella y otros le fallaron, no le pagaron. “No se llega muy lejos haciendo eso”, dice. Ahora todos los catálogos de Renzo Costa están en diversos lugares del mundo, en Hong Kong, la India, Dubai, Nueva York, París, etc.
Marina Bustamante evoca con agrado los recuerdos de las carencias de su infancia, porque de eso aprendió. Recuerda, por ejemplo, que de niña juntaba con sus amigas las chapitas de bebidas y cartones que encontraban para fabricar un juego de damas. Las carencias le dieron tristeza pero también fortaleza, dice.
Finalmente, la fundadora de Renzo Costa emitió también un mensaje a los emprendedores: “De las caídas se aprende mucho. Lo más importante que les puedo decir es que se sacrifiquen desde el principio. Es bueno sacrificarse porque después se ven los frutos. Si yo hubiera tenido todas las posibilidades no hubiera llegado donde estoy”.
La empresaria también aconsejó a los asistentes que si quieren ser emprendedores deben identificar para qué son buenos, cuáles son sus capacidades, cuáles son sus potencialidades. “Y después de eso investiguen con pasión, con sacrificio. Todo debemos hacerlo con sacrificio, nada nos lo regalan. Todo debemos conseguirlo en base a la lucha. Les aconsejo a los jóvenes que usen las herramientas de la tecnología y la comunicación que yo no las tuve. No se dejen usar. Úsenlas para el conocimiento. Trabajen en equipo. Sean agradecidos y hagan responsabilidad social”.
Luego vino el testimonio de Víctor Hugo Montalvo, de Montalvo Spá, quien llega a Lima procedente de Barranca a los 19 años de edad. Comenzó vendiendo plásticos en la calle y le fue bien. Al año dejó de ser vendedor ambulante y se convirtió en un exitoso vendedor mayorista. Partió a Chile para adquirir moldes con los que se había propuesta fabricar sus propios productos de plástico. Pero en el vecino país del sur asistió a una exposición de belleza que cambiaría su vida. Decide cambiar de rubro completamente.
Fue así como abre el primer salón en 1994 con el nombre Vitto’s pero no resultó como esperaba, fracasando en dos oportunidades, lo que no fue motivo para desistir. Al contrario, emprendió con mucho más fuerza. En 1997 abre en Magdalena el primer salón Montalvo, teniendo como fortalezas la innovación, el servicio de primera, los mejores productos y la capacitación para todos sus colaboradores. Actualmente cuenta con 48 salones, seis institutos de formación, cinco tiendas de productos de belleza, una editorial dedicada al rubro y la escuela de altos estudios Montalvo Creative. Hoy se le abren las puertas del mercado internacional y avanza con sus franquicias.
“Crecimos a base de esfuerzo y en equipo, en familia. Porque todos mis hermanos trabajan conmigo, alineados a la marca”, dice Víctor Hugo Montalvo, quien finalmente aconseja al público: “No dejen de soñar en grande”.
El cuarto y último testimonio fue el de Aquilino Flores, de Topi Top. En esta empresa participan cinco hermanos, todos ellos de Huancavelica. Sus padres fueron campesinos muy pobres, y luego del fallecimiento de su padre, cuando Aquilino tenía solamente 13 años, decide viajar a Lima, donde empezó lavando carros.
Un buen día, un amigo le propuso a Aquilino Flores hacer negocio cuando él no tenía ni la idea del significado de la palabra negocio. El amigo le entregó 20 polos para vender en el Mercado Central y le dijo que se quedara con la ganancia y le devuelva el capital. En dos horas vendió las prendas. “Ese momento para mí fue como si hubiera agarrado un diamante. Fue para mí el punto de quiebre. Me gustó y pensé: ese es mi futuro”. Comenzó a trabajar con sus hermanos primero como vendedores ambulantes, luego como microempresarios, pequeños empresarios, medianos empresarios y ahora con una corporación que tiene la capacidad de producir 3.5 millones de prendas al mes, cuenta con una cadena de 70 tiendas en todo el Perú y exporta a Estados Unidos y Europa.
“Esta historia es real. Ustedes también lo pueden hacer. No hay nada imposible. Piensa en grande y grande serás”, dijo don Aquilino al despedirse del público, en medio de una gran ovación.
Estos cuatro testimonios son destacables porque nos muestran que si ellos pudieron ser exitosos sobre la base de su emprendimiento, habiendo partido de cero, todos los demás emprendedores lo podrán hacer también. No hay excusa para decir que no se puede. Son historias con las cuales me identifico plenamente porque también he partido de cero y creo en los mensajes expuestos: para triunfar hay que innovar, trabajar en equipo, tener responsabilidad social, capacitar permanentemente a los colaboradores, etc.
Este evento fue posible gracias a la Fundación Eduardo y Mirtha Añaños, cuya historia de emprendimiento ya es bastante conocida. Y lo que Ángel Añaños nos dijo a todos nos lleva a la idea de que el emprendedor nunca debe dejar de soñar ni dejar de crecer. El hijo de los fundadores de Ajegroup dijo que la corporación, que está presente en 20 mercados y en tres continentes (América, Asia y Europa), pronto estará en África, ingresando a Egipto y Nigeria.
“En 1993 –cuenta Ángel Añaños- tuvimos un encuentro de hermanos y nos preguntamos y dijimos: si los japoneses pudieron cambiar su vida, tal vez también nosotros podíamos hacerlo. En aquel momento, sin tener muchas fortalezas, sino muchas necesidades, tomamos la convicción de que nos convirtiríamos en una de las 20 mejores empresas de nuestro país en 10 años. Aquel momento, ese sueño cambió completamente nuestra manera de pensar y nuestra manera de comportarnos. Ese sueño fue el inicio del gran cambio. Tardamos 10 años para llegar a Lima, pero en el año 11 ya estábamos en Venezuela, posteriormente en México, Centroamérica, Colombia, posteriormente Asia y en las próximas semanas en África”.
El empresario terminó su participación señalando la clave del evento: La mente es el factor más importante para hacer este cambio.
Seguidamente vino el momento cumbre de la cumbre: la presentación de Edmundo Velasco, un expositor internacional experto en Programación Neurolingüística (PNL), que ayuda a las personas a desaprender todo aquello que tienen registrado en la mente y a reemplazar la idea de pensar en chico a pensar en grande. Este es el fin último de la cumbre: hacer que la gente piense en grande.
Edmundo Velasco comenzó su presentación señalando que lo que hicieron los cuatro emprendedores que expusieron sus testimonios es algo diferente a lo que hacen los perdedores. “Los perdedores buscan motivos por los cuales las cosas no funcionaron”, dice. El perdedor busca siempre excusas: la economía está en crisis, nos faltó experiencia, no podemos competir con los grandes. Y estas ideas se convierten en verdad. En cambio, el triunfador hace las cosas en forma diferente, se pregunta cómo podemos hacer las cosas para que a pesar de todo logremos lo que nos proponemos.
La diferencia entre una persona que obtiene resultados y otra que no los obtiene está en el inconsciente, que es aquella parte del cerebro que hace cosas sin que nos demos cuenta. El inconsciente escomo una computadora: obedece, no hace análisis, no tiene sentido del humor y se programa a través del pensamiento y el lenguaje, dice Velasco.
El experto añade que en la mente inconsciente están las creencias limitantes que nos impusieron. Una de las creencias limitantes más fuertes es la visión de corto plazo. “Un negocio se considera realmente negocio después de cinco años. Para tener resultados necesitan tener visión de largo plazo”.
Todo lo dicho en el evento sirvió para preparar a los asistentes para aplicar el coaching en Programación Neurolingüística (PNL) más masivo que se haya realizado en todo el mundo.
Haciendo uso de la técnica del switch, Edmundo Velasco expuso los cinco pasos que toda persona debe realizar para deshacerse de las creencias limitantes y abrirse paso al éxito. Seguidamente el vídeo con dicha presentación:
Como podrán ver, el primer paso consiste en descubrir cuál es tu mayor miedo al éxito. El miedo no es un fenómeno consciente. Las personas tienen un programa inconsciente de escasez. Pero podemos hacer desaparecer ese miedo del inconsciente y reprogramar el cerebro hacia la idea de la abundancia. Esto se puede hacer mediante una técnica de concentración por la cual se mentaliza aquello que causa temor para enrumbar al éxito; luego convierte la imagen en blanco y negro; seguidamente le quita el sonido y minimiza la imagen, para luego “expulsarla” de la mente. Haciendo este ejercicio durante 10 minutos, tres veces al día, durante 21 días, el temor desaparecerá del cerebro y estaremos dispuestos a asumir los desafíos para enrumbar al éxito, asegura el conferencista. “En tres semanas puede una persona cambiar su vida”, remarca.
El segundo paso consiste en mantener el enfoque. “Si no resuelves el enfoque no resuelves tu vida”, dice Velasco. Y nuevamente se aplica la técnica del switch: al levantarse por la mañana debes decir cinco cosas por las cuales estás agradecido. Por ejemplo, dar las gracias por estar vivo. “¡El enfoque es en la abundancia porque estás vivo!”, exclama el experto. Y añade: “Dame 21 días de tu vida enfocándote en el éxito, en la abundancia, y te prometo que el cerebro aprende y después ya no te deja enfocarte en la carencia”.
El tercer paso es la reprogramación. La persona que quiere alcanzar el éxito debe generar en su mente las imágenes, los sonidos y las sensaciones positivas. Aquí se aplica la Ley de atracción, según la cual las personas logran atraer hacia sí aquello que desean. Pero Velasco aclara: lo que hace la atracción no son las imágenes sino los sentimientos, las emociones que generan los pensamientos. Lo sentimientos son creados por los pensamientos.
“Tú tienes el poder para cambiar tus pensamientos ahora. Nadie más podrá hacerlo. Y cuando venga un pensamiento triste o malo, lo ponemos en blanco y negro, le bajamos el volumen, lo achicamos y lo sacamos de nuestra vida”, dice retomando la técnica del switch.
El cuarto paso es tomar acción. “Empieza donde estás, usa lo que tienes y haz lo que puedas con lo que tienes. No digas ‘comenzaré hasta que tenga capital’ o ‘hasta que tenga recursos’. ¡Hazlo ya!”
El quinto paso consiste en desarrollar un perfil de emprendedor. Seguidamente, Velasco menciona las características que reúne dicho perfil: el emprendedor tiene valentía, entusiasmo, creatividad, liderazgo interno, ambición. Y seguidamente se dirige al público, especialmente a los jóvenes sin hijos, sin hipoteca: “¡láncense a la piscina, ya! Y a aquellos que tienen hijos e hipoteca, avancen despacio pero no dejen de avanzar.
Finalmente, Edmundo Velasco invitó a los asistentes a un curso gratuito de dos sesiones de dos horas cada una, denominado “Una nueva conciencia de prosperidad”, al que se podrá acceder ingresando al sitio web www.cumbredeemprendedores.com. Se los recomiendo, para profundizar los conceptos vertidos en la Cumbre y que aquí hemos resumido.
Les recomiendo aplicar uno a uno los cinco pasos que expuso Edmundo Velasco. Estoy seguro que vuestras mentes cambiarán y se enrumbarán por el camino del éxito en la vida.
Finalmente les deseo un feliz día del Trabajo. Espero que este regalo no solo les guste sino que les sea muy útil.
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