Anticipándonos al mundo que se nos viene
Con el título “Anticipándonos al mundo que se nos viene”, el CEO de Liderman y presidente del comité consultivo del 14 Congreso Peruano de Gestión de Personas (GDP 2016), Javier Calvo Pérez-Badiola, sorprendió gratamente al incluir muchos temas de innovación tecnológica en un evento dirigido a profesionales y líderes de recursos humanos.
Se trata de una apuesta atrevida cuya visión comparto pues los cambios tecnológicos afectarán a todas las industrias, tema que todos sabemos, pero siempre es un reto entenderlo mejor. Aquí compartiremos la visión de los organizadores del mencionado congreso por sensibilizar al auditorio acerca de la importancia de la innovación como agente disruptivo y cómo podemos dar ese primer paso, especialmente aquellos que lideramos organizaciones o tenemos responsabilidad de pensar a futuro.
El mundo que viene
Juan Martínez-Barea, graduado de Singularity University y del MIT, señaló en su conferencia “El mundo que viene” que somos testigos y partícipes del mejor momento de la historia universal, que el mundo de hoy está cambiando vertiginosamente guiado por tres megatendencias: la aceleración tecnológica, la hiperconectividad y el cambio generacional. Veamos el enfoque de las dos primeras:
1. Aceleración tecnológica
Para entender la aceleración tecnológica es necesario aprender a pensar en forma exponencial y el problema es que nuestros cerebros NO están preparados para cambios exponenciales. Todavía pensamos y proyectamos de manera lineal: proyectamos que los cambios tecnológicos que se producirán en los próximos 10 años serán similares a los cambios que se produjeron en los 10 años anteriores. Eso es pensar en forma lineal.
Mirando hacia atrás, podemos ver que un smartphone que cualquier persona puede tener en su bolsillo posee mayor capacidad de computación que los ordenadores que llevaron al hombre a la Luna. Si esto ya nos parece interesante, preparémonos para cambios mucho mayores y más veloces.
Un ejemplo de pensar exponencialmente es la Ley de Moore, que establece que la potencia computacional de los ordenadores se duplica cada 18 meses. Actualmente un ordenador común que vale 600 euros es capaz de hacer el mismo número de operaciones por segundo que el cerebro de un ratón. Pero en el 2025 los ordenadores más sencillos serán capaces de hacer las mismas operaciones por segundo que un cerebro humano. Y hacia el 2045, si la Ley de Moore se sigue cumpliendo, un ordenador será capaz de hacer el mismo número de operaciones por segundo que todos los habitantes del planeta juntos.
Pero si bien el boom de la tecnología de la computación es el primero que hemos vivido, a este le seguirá el boom de la robótica, la inteligencia artificial, la nanotecnología, la biotecnología, etc. Y todas vendrán juntas, una tras otra. Y con el tiempo cada una de ellas entregará más “potencia” a un precio más accesible.
Por ejemplo en la biotecnología, hace unos años decodificar el ADN de una persona costó US$ 1,000 millones. Hoy cuesta menos de US$ 200 y existen test comerciales que permiten solicitarlo por internet. Aquí puedes ver la empresa que lo hace. Así podrás saber tus futuras enfermedades, con lo cual podrás tratarte antes de enfermarte.
La robótica y la inteligencia artificial ya están aquí y estarán en todo lo que nos rodea. Tal es el caso del camión robot de UBER o del robot NEO.
La nanotecnología está desarrollando nuevas nanopartículas, estructuras diminutas que atacarán las células cancerígenas desde la raíz. La neuromedicina trabaja en la regeneración de las neuronas. Avanzamos en el uso de la energía solar, que es mucho más barata y será casi gratuita hacia el 2030, debido a las curvas de reducción de costos de las células fotovoltaicas y del aumento de su productividad, que también son exponenciales. Pero eso no es todo: 10 años antes todo el mundo tendrá internet.
2. La hiperconectividad
Existe ahora una gran plataforma global que nos conecta y nos permite competir y colaborar a nivel global sin tener que preocuparnos por la geografía. El mundo se dividirá en dos: las personas, entre las que estarán preparadas para afrontar los desafíos de los cambios y las que no estarán preparadas para ello; las empresas del mismo modo, entre aquellas preparadas para aprovechar los cambios y aquellas que no; y los países de igual manera.
Hace unos años eran distintas las oportunidades que tenía alguien que nacía en Nueva York que otra persona en un pueblo de un país del Tercer Mundo. Pero con la hiperconectividad el factor geográfico es cada vez más irrelevante. Las personas, empresas y países que se suban a la plataforma global y sepan aprovechar las oportunidades que ésta les brinda serán quienes triunfarán.
La tecnología es un facilitador y todos debemos dominarla. Y cuando decimos todos, en el campo profesional, me refiero a los abogados, artistas, humanistas, contadores, etc. No es un tema exclusivo de quienes estamos en el ámbito de las TI. Habrán abogados que las aprovechen y otros que no; y el mundo será para los primeros.
¿Y cómo subirse a la plataforma global? Hay que estar preparados como los mejores, hay que conectarse a los focos de innovación donde se genera conocimiento en tu ámbito, convertirse uno mismo en un nodo de innovación. Y esto requiere actitud.
La ruta a Silicon Valley
El evento también contó con la participación de Miguel Angel Casillas, CEO de SV Links, organización que ayuda a líderes empresariales a conectar y absorber la cultura de innovación de Silicon Valley. Este es un lugar adonde los líderes empresariales deben ir para asimilar mejor la innovación tecnológica y llevar esa experiencia a sus compañías.
Muchas de las personas que acuden a Silicon Valley por primera vez comentan que ahí aprendieron más en una semana que en todo un MBA, dice Casillas. “Yo lo llamaría que es un MBA en tiempo real donde se puede aprender el rol de la innovación y la tecnología en negocios tradicionales, pensamiento global, desarrollo de negocios de gran escala, aspectos legales, el rol del gobierno en el Silicon Valley (nulo), la interacción y cultura entre inversionistas, emprendedores y académicos, la importancia de desarrollar y mantener redes profesionales de calidad, aplanamiento de organizaciones, comunicación efectiva, motivación y retención de talento, cómo valuar una empresa startup, el proceso de levantar capital o invertir en startups y que no sólo los multimillonarios pueden participar en este tipo de negocios”.
Las enseñanzas en Silicon Valley provienen de quien vive la experiencia y no de académicos; viene de quien entregará al visitante una tarjeta de presentación para seguir en contacto y puedan hacer un negocio o establecer una relación profesional. Esta última parte es la que aporta mayor valor y la que le falta desarrollar a América Latina ya que esta región permanece aislada y desconectada de los polos de innovación.
Esta última afirmación (la desconexión de Latinoamérica de este gran polo de innovación tecnológica) se puede comprobar con el hecho que de todas las empresas de tecnología fundadas en Silicon Valley menos del 1% son emprendimientos dirigidos por emprendedores de América Latina, pese a que el 25% de la población es latinoamericana. Es decir, los latinoamericanos van más como empleados de las compañías que como emprendedores de las mismas. Quienes más aprovechan el desarrollo de este emporio global de la innovación son emprendedores asiáticos, quienes representan más de la mitad de la población de Silicon Valley.
Todo emprendedor que viaje a Silicon Valley, independientemente del negocio en el que se desempeñe, volverá recargado, conectado y reeducado a su país de origen.
¿Y tú qué piensas del mundo que viene? ¿Te sientes preparado y con la actitud para aprovecharlo? ¿Qué tecnología crees que cambiará tu sector los próximos años? ¿Consideras que aprender de Silicon Valley puede ayudarte en dar el primer paso?
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