El fin del 'Momento Kodak'
¿Qué elementos juegan cuando una histórica empresa como Kodak se declara en bancarrota y una firma nueva como Lytro es la que está generando una disrupción en la fotografía?
Quiero hablarles de dos sucesos actuales que me parecen muy buenos para explicar la disrupción: Kodak y Lytro, empresas unidas por la fotografía, pero claramente diferenciadas por sus situaciones actuales y sus acciones frente a un mundo de constante cambio.
Muchas empresas que lograron ser pioneras en su rubro se han visto perdidas en medio de mercados emergentes. Tal es el caso de Kodak, una de las corporaciones consideradas ‘titanes’ -con más de 130 años de historia- y que hoy, 19 de enero, se declaró en quiebra a causa del avance tecnológico en productos de fotografía y filmación, que han dejado atrás la romántica pero obsoleta colección de artículos que nos acompañaron durante generaciones.
Afiche comercial de uno de los primeros modelos de cámaras Kodak.
¿Cuál fue la razón para que una empresa con tanta trayectoria en el mercado caiga en bancarrota?
Kodak se fundó en 1881 con el carrete de papel, convirtiéndose en el líder del mercado. Se ocupó de desarrollar otros artículos fotográficos, que también terminaron siendo parte de su gran legado, como los rollos y las diferentes soluciones para el revelado de las fotografías.
Las ganancias eran tan grandes que la empresa compartía el sobrante de dinero con sus trabajadores en bonos. Las instalaciones de la empresa gozaban de espacios en donde los operarios podían divertirse en sus horas de descanso y salas en donde se podían ver películas en su tiempo libre.
Resulta sorpresivo que Kodak haya sido quien fabricó una de las primeras cámaras digitales en 1975 y haya sacado algunos modelos a la luz. Pero, fiel a sus productos de siempre, decidió invertir poco en esta tecnología.
Tal vez fue porque las ganancias más cuantiosas provenían de la comercialización del papel fotográfico y no de sus equipos de fotografía. O tal vez porque Kodak no quiso perder aquel significado que había logrado insertar en la mente de la gente. Kodak significaba buenos recuerdos. O buenos momentos en un trozo de papel.
Poco a poco, el público adoptaba las cámaras digitales y las hacía parte de su vida diaria, y se alejaba de Kodak, dejándola en medio de un mercado que olvidaba sus productos y traía nuevas ideas que rompían con sus modelos existentes.
Es dificil creer que Kodak simplemente quedó inmovil ante la ola de cambios que trajo la era digital. Lo cierto es que las necesidades de las personas fueron cambiando y las personas en sí cambiaron mucho más. Kodak no supo responder a las nuevas expectativas de la gente ni reaccionar ante las propuestas disruptivas de las nuevas marcas. Y es que simplemente uno no se puede cruzar de brazos esperando a que nuestros clientes sigan apreciando lo que les damos si es que no estamos en constante reinvención.
Yo soy un fiel seguidor de la tecnología y de sus avances. Me gusta estudiarla y hablar sobre ella en el día a día. Sin embargo, ver cómo la era Kodak va apagándose hace inevitable acudir a los recuerdos, al cuidado que se debía tener con los rollos fotográficos; al hecho de caminar a la tienda de revelados y esperar, paciente, a tener las fotografías en tus manos y ver tus recuerdos materializados. Hoy, ese espacio para la fotografía ya no exista más.
Se usan las fotos como archivos efímeros de los acontecimientos de nuestras vidas, se les da usos rápidos y fugaces. El momento Kodak se va acabando.
Lytro, una promesa de revolución fotográfica
En cuestiones de tecnología siempre hay algo nuevo que hacer. Acaba de salir al mercado una cámara que, aún con características básicas, ya ha dado mucho que hablar por los sorpresivos valores agregados. Lytro es el nombre de esta cámara y acaba de convertirse en uno de los gadgets top en Estados Unidos.
Lytro modelo azul
A poco tiempo de haber sido lanzada, ya existen muchas reseñas de la cámara en la red. Las críticas han sido muy buenas y hasta se ha discutido la posibilidad de que esta nueva propuesta sea el comienzo de una nueva transformación de la fotografía.
La causa de este revuelo es la tecnología altamente disruptiva de la Lytro. Estamos acostumbrados a no hacer mucho esfuerzo a la hora de tomar una fotografía. Pues bien, la Lytro se ha encargado de hacer de la fotografía un proceso mucho más fácil de lo usual.
Explicar las bondades requiere de un ejemplo. La imagen que está debajo le ayudará a ver lo novedoso de la cámara. La Lytro le permite disponer del plano que se quiera. Es decir, una vez tomada la fotografía, con solo tocar la pantalla en cualquier lugar de la imagen, el enfoque se hará directamente allí.
Otra cosa que hace a esta cámara única es la tecnología Light Field; capta todos los espectros de luz que hay alrededor del objeto a retratar. Obtener toda la información de luz es algo que se ha podido hacer antes, pero con muchos lentes a la vez y altos costos de por medio.
Calidad, diseño, disposición de la imagen, hacer lo que uno quiera y tomar lo que uno quiera. ¿Será esta cámara el punto de partida de una nueva era en fotografía, mucho más completa y personalizada?
I + D = Riesgos Necesarios
Lo que pasó con Kodak es simple: no trabajó para lograr nuevos cambios en cuanto a productos. No buscó alterar el mercado ni las preferencias del público para lograr nuevas etapas de los productos por miedo a ir en contra de su propio mercado.
Riesgos. Eso es exactamente lo que se busca en la actualidad. La toma de riesgos implica una buena porción de confianza en las ideas propias y en la propia empresa. Como decía el fundador de Kodak, Mr. Eastman, uno tiene que confiar en su propia organización. Lo que Eastman olvidó es que la organización debe de tener cambios para perfeccionarse y volverse más productiva y confiable.
El miedo al cambio fue aquello que frenó el crecimiento de Kodak. El miedo a las nuevas ideas y a los cambios es aquello que frena la creatividad y la innovación.
No tenga miedo de analizar su empresa y replantearse sus metas. Las acciones disruptivas llegan a partir de sobrepasar el obstáculo del miedo, de ser abiertos a nuevos planes, a nuevas maneras de trabajar y de producir. Hoy, los productos salen al mercado para dejar estancados a otros que llevan poco tiempo de circulación. Gana el que desafía y arriesga con nuevas propuestas.
En conclusión, hay que encontrar aquello que el cliente necesita y que otros no han logrado satisfacer. Con los grandes cambios generacionales, estoy seguro de que las opciones a encontrar nuevos posicionamientos son muchas: solo es cuestión de analizar detenidamente a su público y a sus productos. De vencer el miedo. De ser creativo y arriesgar.
La transformación de cualquier cosa comienza en la confianza que cultivamos en nosotros mismos.
Referencias
1. The Wall Street Journal
2. Bloomerg Company
3. Future Journalism Proyect
4. Mashable Tech
5. Europa Medias Blog
[Este blog se publica cada dos jueves.]