Innovación abierta: ¿la aplicas?
Durante mucho tiempo el mercado se ha desarrollado bajo una estricta política de competencia. La empresas buscan destacar de manera individual sobre las otras y no trabajan en conjunto. ¿Será posible cambiar esta manera de pensar? El trabajo en comunidad es el nuevo reto de las empresas que quieren innovar en el mercado.
Siempre he creído -y lo he escrito aquí- que la cooperación es la mejor manera de lograr resultados satisfactorios: fundir ideas para hacerlas mejores, ver de diferentes maneras gracias a las opiniones distintas y ofrecer productos completos que hayan salido del trabajo constante de un grupo de personas.
Sin embargo, nuestra naturaleza es competitiva y los peruanos, además, no tenemos una idea de comunidad muy desarrollada.
Muchos peruanos crecen con logros individuales y muy pocas son las noticias de grupos que hayan logrado salir adelante: somos más individualistas. Esto puede deberse a diferentes factores, entre los cuales destaco la desconfianza entre nosotros mismos.
Para trabajar en equipo, debemos confiar en el otro y esa es una barrera enorme en la mente de los peruanos.
Aquí me gustaría ilustrar la experiencia que estamos viviendo. El 2011 fue un muy buen año para la consultora que dirijo y, al final del año, hicimos un análisis las estrategias que nos funcionaron. Estas fueron las siguientes:
- Reducir la supervisión a los colaboradores, sólo limitándola a revisiones de entregables y reuniones semanales de coordinación. Aprovechar todo el tiempo ahorrado en probar nuevas ideas y dedicar el tiempo a la investigación.
- Tener reuniones de coordinación con empresas de la competencia para desarrollar el mercado: cada empresa con sus estrategias y compitiendo siempre, pero unidas para promover eventos, realizar capacitaciones e incluso, al final, trabajar propuestas en conjunto.
- Dedicar mucho más tiempo al inicio a entender lo que nuestros clientes requieren y reunirnos con ellos para revisar si estamos logrando lo que ellos necesitan que logremos para mover sus indicadores de negocios. Las ideas que nos han dado no sólo han contribuido a realizar un mejor proyecto, sino también a mejorar nuestros servicios y a crear otros que estamos empezando a entregar en el 2012.
Debo decir que reducir la supervisión y dejar el control en el colaborador no fue algo que nos resulto fácil de hacer. Tampoco el de sentarnos con la competencia y revelar información que nosotros considerábamos estratégica. Pero los resultados, tanto económicos como personales, nos han demostrado que es un excelente camino.
Con nuestros clientes ha sido menos complicado, pero sí ha sido un proceso el ganar su confianza para lograr crear nuevas soluciones.
A raíz del tema, me gustaría presentarles un libro que propone un nuevo modelo de trabajo: la co-cooperación. El doctor Chesbrough es el autor de esta idea llamada “Open Innovation” y habla de la cooperación como estrategia principal para la creación de nuevos productos y la mejora de servicios.
El objetivo es enfocar la atención tanto en la opinión del cliente como en las empresas que se manejan en el mismo rubro. Reconocer las ideas de la competencia y utilizarlas, al mismo tiempo que dejamos que ellos utilicen las nuestras. Escuchar lo que el público piensa de nuestros productos y tener en cuenta el valor que de estos. Puede parecer muy difícil de hacer, pero empresas alrededor del globo, como Amazon, ya trabajan con otras empresas, logrando beneficios para ambas partes.
Trabaja, comparte, aprende: cambia el mercado
La innovación abierta ha logrado que las empresas trabajen entre ellas y que escuchen mucho más a sus clientes. El trabajo en comunidad es esencial, desde la oficina hasta las relaciones entre marcas. La idea es que las empresas dejen de pensar en el producto como lo más importante en el proceso del mercado y que puedan mirar a los costados en busca de nuevas ideas que los ayude a crecer.
Si el mercado sigue en la concepción de que la competencia no es alguien con quien se pueda trabajar, ¿cómo va a seguir subsistiendo? La producción individual no solo acabaría de sobrepoblar el mercado, sino que no terminaría de satisfacer las necesidades del público. La solución es juntar las ideas, los productos y los proyectos para lograr resultados completos, que llenen expectativas y que logren productividad para sus creadores.
Esta dinámica también es aplicable en la oficina. El sistema de innovación abierta permite escuchar a todos los trabajadores y lograr que sus capacidades de innovación y creatividad se desarrollen. Diferentes empresas pierden las ideas de sus trabajadores al limitarlos a funciones repetitivas: los empleados terminan con la idea de que sus funciones son todo lo que deben hacer y pierden potencial creativo.
Tratar de utilizar todas la ideas posibles y trabajarlas es el mejor camino para lograr productos que se destaquen. Por ejemplo, IBM ha diseñado un programa llamado “First of a kind” que consiste en que el cliente e IBM desarrollan nuevas soluciones que benefician a los dos por igual. El cliente será el primero en utilizar la solución dentro del mercado e IBM podrá venderla.
Lo bueno de la innovación es que puede ser aplicada a diversos planos dentro de una empresa. Si estamos buscando aplicar el sistema a nuestra empresa, empecemos por la organización de los empleados y por la efectividad del trabajo: de ahí el ejemplo de Neo Consulting. Una oficina debe de ser un lugar en donde la gente pueda desarrollar ideas, pueda compartirlas y discutirlas, obtener feedback y finalmente aprender de los demás.
Entonces, ¿estamos trabajando de la manera correcta? ¿Realmente estamos avanzando en la búsqueda de crecimiento o estamos retrocediendo en la dinámica del mercado?
Este es un breve resumen, pero la innovación abierta es mucho más. Los invito a conocer más en el libro y también en este video. Hasta dentro de dos semanas.
Referencias
Youtube: Open Innovation Best Practices
Imágenes de Innovation Management y de Emprendedores News.
["I+D: Innovación+Disrupción" se publica cada dos jueves.]