Por qué me salté Bitcoin y me pasé directo a invertir en Ethereum
por Sergio Nouvel*
Antes de comenzar, les dejo el único consejo de inversión que contiene este largo artículo:
Nunca inviertas en un negocio que no entiendes.
— Warren Buffett
Como muchos, llegué un poco tarde a la fiesta del Bitcoin. Bueno, en realidad estoy enterado de Bitcoin y las criptomonedas desde el 2011, pero por una mezcla de indiferencia y procrastinación nunca me moví a comprar. Como muchos también, vi pasar con estupor el rally de los últimos meses en el precio de Bitcoin. Alguien que compró a principios de 2017 hoy ve su inversión multiplicada por 10.
Y es difícil seguir estas noticias sin sentir una cantidad apreciable de ansiedad y FOMO si no compraste Bitcoin cuando estaba barato. Así que luego de seguir el consejo de Mr. Buffett y hacer mi tarea de investigar y aprender (cuya parte inicial fue facilitada enormemente por Leo Soto), terminé poniendo en diciembre de 2017 una cantidad menor de mis ahorros en ether, la moneda de Ethereum. No he invertido ni planeo invertir por ahora en ninguna otra criptomoneda, ni Bitcoin, Litecoin, Monero, o Ripple.
A continuación mis razones del por qué, en diciembre 2017, tuvo sentido para mí comprar Ethereum y saltarme Bitcoin. Esta no es una lógica que le sirva mucho a quien ya posee Bitcoin; le servirá a quien todavía no posee criptomonedas y está pensando en si es o no una buena idea, o para quien quiere invertir aún más dinero, pero no está segur@ de si debería comprar más Bitcoin.
1. Invertir en criptomonedas es (o debería ser) una jugada de largo plazo
Entendiendo que muchos deben haber hecho una pasada bastante buena con Bitcoin en los últimos meses —¡felicitaciones!— , a mí personalmente no me gustan las inversiones especulativas (y si es por obtener un poco de adrenalina jugando con plata, me parece que el casino es más entretenido y por esos montos te atienden bastante bien).
Podemos debatir acerca de si el precio actual de Bitcoin es indicador o no de una burbuja, pero para mí, evitar la especulación se trata justamente de no tomar decisiones de inversión en base a movimiento de precios, es decir, qué tanto está subiendo o bajando el precio de algo. Y dado que no podemos invertir hacia el pasado, lo único que cuenta es el potencial a futuro de la cosa en la que pretendemos invertir.
En este sentido, me llama mucho la atención la postura de los famosos gemelos Winklevoss, que usaron parte de la plata del acuerdo con Facebook para comprar Bitcoins a precio de huevo y que hoy, nominalmente, son billonarios:
“Nos sentimos bastante cómodos en entornos de alto riesgo con absolutamente ninguna garantía de éxito. No me refiero a estar en ese entorno por días, semanas o meses. Me refiero a año tras año”.
“Curiosamente, ni siquiera sé si venderíamos en ese momento [cuando la capitalización de mercado de Bitcoin iguale al valor de todo el oro del mundo]. Bitcoin es más que oro — es un depósito programable de dinero. Probablemente continuará innovando”.
Entender que las criptomonedas son una apuesta de largo plazo involucra entender cuál es su verdadero potencial. Empecemos aclarando qué cosas creo que NO son parte de dicho potencial:
- La adopción de las criptomonedas como reemplazo al dinero. Hace rato que nadie está usando ya sus criptomonedas para pagar por nada. ¿Por qué diablos pagaría yo mi pizza con un asset que el próximo mes podría valer el doble? ¿Por qué tomaría yo un préstamo en Bitcoins, arriesgando ver mi deuda multiplicada por 10 en los próximos meses? La volatilidad del precio de las criptomonedas las ha hecho totalmente imprácticas como medio de pago, incluso asumiendo que el problema de la rapidez y volumen de transacciones actual se soluciona (ya hay experimentos en curso, como mencionaré luego). Mucho del escepticismo anti-bitcoin ha tenido que ver con esta falencia, pero el potencial de los cryptoassets no depende de que tengan que funcionar como dinero o medio de pago. Es posible que en el futuro el valor de las criptomonedas se estabilice y esta situación cambie, pero hoy yo prefiero operar bajo el escenario pesimista donde esto nunca sucede.
- Las criptomonedas como medio de almacenar valor. Incluso esto, que parece ser un poco menos controversial, para mí es altamente debatible y creo que podemos dejarlo fuera de la ecuación también. Como bien dice Matt Levine, hoy por hoy es difícil diferenciar el argumento “Bitcoin es un excelente medio para almacenar valor” de “En realidad estoy sumamente optimista porque hasta ahora el precio de Bitcoin ha subido y subido”. Si Bitcoin sigue bajando como lo ha hecho las últimas semanas, ¿se sigue sosteniendo este argumento? ¿Quién quiere almacenar valor en un assetque baja? De nuevo, para mí tampoco está acá el verdadero potencial.
- Bitcoin como manera de hacerse millonari@ rápidamente. Parafraseando a Fight Club: en una escala de tiempo lo suficientemente larga, el retorno de toda inversión tiende a cero. Bitcoin, como un assetpuramente virtual, es un gran ejemplo de cómo el valor que le asignamos a las cosas es mayormente arbitrario y consecuencia de acuerdos sociales que llamamos “mercado”. Pero lo mismo es aplicable al oro, al valor mismo del dinero, a la valoración en bolsa de Google o al precio de los limones. Por lo mismo — y ya sabemos que el mercado se comporta un montón en torno a profecías autocumplidas — la expectativa de que Bitcoin seguirá en su ascenso exponencial hacia el cielo está basada en, bueno, nada.Que tu amig@/vecin@/colega “la haya hecho” porque compró Bitcoin a fines de 2016 no significa nada para ti (y si esa persona aún no vende sus Bitcoins, tampoco significa nada para ella. De hecho, mientras escribo estas líneas, Bitcoin ya ha perdido un 30% de su máximo histórico).
- Bitcoin como una manera de especular sobre el precio de la energía. Tanto la minería de criptomonedas como el registro de transacciones son tareas que hoy, bajo el esquema actual, consumen cantidades inmensas de electricidad. En teoría, a medida que Bitcoin se populariza y sigue subiendo de precio, la cantidad de energía utilizada aumenta a su vez, y siendo ésta un bien escaso, muchos especulan que el precio de la energía se empujará hacia arriba. Yo tengo serias dudas de que eso jamás llegue a suceder, porque (a) el fuerte incentivo a encontrar energía más barata podría empujar inversiones en energías renovables, que hasta el momento han estado dormidas; y (b) más importante aún, eventualmente el mecanismo actual de la mayoría de los blockchains conocidos, basado en gastar CPU (proof-of-work) tendrá que ser reemplazado por uno más eficiente, tanto en rapidez como en consumo energético.
OK. Vamos a lo que sí creo, basado en lo que he aprendido hasta ahora, que sí es el verdadero potencial de los cryptoassets (y a partir de ahora dejo de hablar de “criptomonedas” en este artículo).
2. El potencial del blockchain no es el almacenamiento de valor, son las transacciones
Bitcoin (y su tecnología subyacente, el blockchain) nacieron con la motivación de solucionar problemas inherentes a las transacciones, no al almacenamiento de valor. O dicho de otra forma: si lo que quieres es tomar una pila de dinero y sentarte sobre ella por 20 años, no necesitas Bitcoin (es más, a juzgar por las historias de horror de gente que ha perdido irremediablemente sus llaves privadas, probablemente no te conviene).
Los problemas que soluciona Bitcoin son relativos a cambiar dinero (o más ampliamente, valor) de manos:
- El problema de realizar transacciones sin la necesidad de una autoridad centralizada que actúe como ente de confianza entre partes que transan (con todos los costos y riesgos extra relacionados con mantener dicha entidad, regularla y monitorearla para que no abuse de su poder o defraude a las partes, etc). Cuando pensamos en “entes centralizados” en relación al blockchain solemos pensar en entidades financieras (bancos emisores y retail, emisores de tarjetas, procesadores de pago, etc), pero en realidad aplica también a otros tipos de transacciones que necesitan ser validadas por entes como notarios, conservadores de bienes raíces, sistemas electorales, registros civiles, etc. Es interesante que el problema es llamado técnicamente el Problema de los Generales Bizantinos y está descrito en términos que no son en absoluto financieros, sino relacionados a la confianza entre partes que tienen incentivos individuales para mentir (y por ende para desconfiar).
- El problema del double-spending, que se desprende del anterior: si no tienes un ente centralizado que te garantice que esta plata virtual no está siendo gastada dos veces, ¿cómo diablos lo evitas? (Siguiendo con la línea de pensamiento del párrafo anterior, la bigamia podría ser un caso de double-spending!) Solucionar este problema es la base de toda la cripto-genialidad del blockchain, y al mismo tiempo es la razón por la cual el blockchain es ineficiente y probablemente innecesario para cualquier aplicación donde: (a) el double-spending no sea un problema — o dicho de otra forma, no necesitas garantizar assets virtuales que existan solo una vez en un único lugar — , o (b) el double-spending se solucione con mucha mayor eficiencia con una autoridad centralizada (por ejemplo, las transacciones al interior de una empresa se pueden manejar mucho mejor con un sistema administrado centralizadamente por dicha empresa).
Es muy importante insistir en que las transacciones que son posibles de ejecutar descentralizadamente mediante un blockchain no son sólo financieras o monetarias, porque ahí precisamente es donde entra Ethereum en juego.
3. Ethereum es un ecosistema apto para todo tipo de aplicaciones descentralizadas y smart contracts, no sólo cripto-dinero
Ethereum se creó varios años después de Bitcoin y en muchos aspectos es una evolución de éste. En particular, Ethereum ofrece una suerte de “sistema operativo global” que permite construir aplicaciones completas corriendo de manera descentralizada en el blockchain. No sólo dinero, sino cualquier tipo de aplicación (es interesante cómo bajo esta óptica el “dinero” es una app más, como una calculadora o un cronómetro). Esto es algo que el blockchain de Bitcoin no soporta, sencillamente porque no fue pensado para fines tan amplios.
Esto es crucial, porque Ethereum no sólo permite hacer lo mismo que hace Bitcoin, sino que le agrega mucho más. La infinidad de aplicaciones descentralizadas (aparte de la aplicación llamada “dinero digital”) y contratos inteligentes que pueden llegar a ser hechos, se harán en un ecosistema como el de Ethereum, no el de Bitcoin.
Las aplicaciones descentralizadas son increíblemente resilientes; no pueden ser detenidas, eliminadas o censuradas. Son ejecutadas por el “computador global” compuesto de todos los computadores conectados al blockchain de Ethereum.
Desde luego, nos podemos cuestionar qué tanto se van a llegar a necesitar realmente aplicaciones descentralizadas en el futuro. Pero si estamos hablando de potencial, las posibilidades técnicas de Ethereum exceden con mucho las de Bitcoin como lo conocemos actualmente.
En términos funcionales, la mayoría de los cryptoassets conocidos o son clones aburridos de Bitcoin (Dogecoin, Bitcoin Cash), o contienen algún tipo de mejora interesante de performance o privacidad (Litecoin, Monero), pero son esencialmente monedas y eso es todo lo que soportan sus blockchains. Ripple, por otro lado, es una plataforma hecha específicamente (y exclusivamente) para facilitar pagos online entre instituciones financieras. Ethereum, en tanto, es una bestia de su propia categoría, que ofrece posibilidades totalmente diferentes.
4. La consolidación de Ethereum como plataforma no dependerá de su conocimiento o uso masivo
Bitcoin como “dinero virtual” u “oro virtual” es complejo y enredado.Tener y usar una billetera virtual (y cuidarla) es sumamente engorroso, entrar a un exchange para poder comprar o vender requiere un lento proceso de verificación de identidad y domicilio, y en general todo lo relacionado a usar, guardar, vender, comprar o transferir dinero virtual está repleto de tecnicismos que marean a cualquiera sin conocimientos sólidos. Este problema — la usabilidad del criptodinero — probablemente es por sí solo un bloqueo gigante a resolver antes de que se pueda masificar.
El potencial de Ethereum como plataforma, en cambio, no depende de su adopción por la gente de a pie; tal como no necesitas saber programar una app móvil para usar un smartphone, no necesitarás tener idea de qué es un smart contract para beneficiarte de sus innovaciones. Basta con que el desarrollo de apps descentralizadas sea viable y adoptado por la comunidad global de ingenier@s de software para comenzar a tener la masa crítica necesaria.
Y desde luego, toda innovación orientada a abstraer la complejidad del criptodinero y por ende a masificarlo— como los Bitcoin Exchange-Traded Funds, que aparecieron hace poco — será una innovación de la cual la funcionalidad de “dinero” de Ethereum podrá beneficiarse también, sin tener que depender exclusivamente de ella.
5. Ether (la moneda de Ethereum) no es sólo dinero, es también “gasolina” con la que se paga la ejecución de aplicaciones descentralizadas
Tal como al realizar una transferencia de Bitcoin debemos incluir un pequeño fee para “incentivar” al blockchain a que registre y haga efectiva dicha transferencia, en Ethereum debemos incluir un incentivo para que nuestras Dapps (aplicaciones descentralizadas) sean ejecutadas. El costo computacional de ejecutar un determinado programa en Ethereum se mide en una unidad llamada gas, y básicamente compras gas para correr tu aplicación con ether.
El nombre gas está fantásticamente bien escogido: significa que el ether en circulación no es solo un medio para almacenar valor, sino que es un “combustible” con el cual corren las aplicaciones en Ethereum; si seguimos la metáfora de que Bitcoin es “oro virtual”, entonces ether vendría a ser “barriles de petróleo virtuales”. Su valorización no está solo anclada a su demanda como medio de valor, sino directamente a su utilidad como recurso.
Por ende, la demanda de ether (y por consiguiente su precio) no está determinada únicamente por su valoración intrínseca/especulativa como Bitcoin, sino también a qué tanto se usa Ethereum como plataforma. Mientras más usos reciba Ethereum, más demanda habrá por ether (más sobre esto en un momento).
6. El ecosistema de aplicaciones descentralizadas en el blockchain está en pañales
Es importante recalcar que hoy en día el uso de Ethereum como plataforma es sumamente incipiente y escaso, con apenas un par de aplicaciones conocidas, entre ellas CryptoKitties (una suerte de juego de gatos coleccionables e intercambiables), Filecoin (una suerte de Dropbox descentralizado que vive en el blockchain) o la ya difunta The DAO. Otro tristemente célebre uso de Ethereum está en algunos inescrupulosos que ponen a la venta tokens sin ningún valor por medio de ICOs (Initial Coin Offerings) fraudulentas, algunas incluso usando a celebridades.
El caso del hackeo y robo de fondos de The DAO (el primer intento por crear una organización autónoma y descentralizada, sin management) expuso varias de las dificultades que conlleva desarrollar en esta plataforma. Una de ellas es que el código de las aplicaciones está a vista y paciencia de todo el mundo en el blockchain, y realizar cambios o parches de seguridad pasada la fase de testing es complicadísimo (en el caso de The DAO la solución fue una intervención forzosa — hard fork — que obligó a bifurcar el blockchain de Ethereum hacia una nueva versión, cosa que fue sumamente excepcional y muy difícil de que vuelva a suceder dada la intención de mantener el blockchain 100% descentralizado).
Las implicancias financieras, legales y políticas de las aplicaciones descentralizadas son aún terreno desconocido. Se ha legislado poco y nada y en países aislados (y principalmente para detener las ICOs), y estamos lejos de tener marcos regulatorios o jurídicos claros. No tenemos idea aún cómo la intervención de entes reguladores puede afectar — para bien o para mal — la masificación y el precio de los cryptoassets.
Tampoco entendemos aún las consecuencias políticas, sociales o económicas que podría traer la descentralización en el largo plazo. ¿Se reducirá la necesidad de autoridad? ¿Cambiará la manera de hacer empresas? ¿Cambiará la manera en la que entendemos la democracia y la participación ciudadana? No tenemos idea.
Precisamente porque estamos en una etapa inmadura, inicial e inestable del desarrollo de blockchain como ecosistema es que apostar por ella tiene un alto riesgo. Pero como buena apuesta de alto riesgo, si dicha apuesta resulta ser correcta las promesas de retorno son grandísimas.
Para mí, apostar por Ethereum significa apostar por un futuro donde las aplicaciones descentralizadas tendrán un rol importante en la sociedad y en la economía. No creo en lo absoluto que el blockchain termine reemplazando a todas las aplicaciones de Internet como las conocemos, pero sí que apuesto a que coexistirán, evolucionarán y compartirán protagonismo en distintas capas.
Como toda apuesta, puedo estar equivocado y tal vez simplemente estoy poniendo fichas en el equivalente moderno de Betamax. En cualquier caso, para que dicha apuesta se materialice hay algunas cosas que definitivamente tienen que suceder, y una de ellas es que el blockchain necesita volverse mucho más eficiente energéticamente.
Lo cual me lleva al siguiente punto:
7. Ethereum está por migrar a un sistema mucho más eficiente (y que podría subir grandemente la demanda por ether)
“Las aplicaciones ya están… pero están todas paralizadas porque la escalabilidad aún no está. Yo personalmente he dejado de evangelizar justamente porque veo que el principal cuello de botella hoy no es el interés, es la tecnología.”
El que dice las líneas de arriba es Vitalik Buterin, el genio creador y artífice de Ethereum. Esta frase dice mucho más sobre el potencial de Ethereum de lo que parece a simple vista; en primer lugar, el hecho que tengamos una figura como la de Buterin (una persona real y conocida, a diferencia de “Satoshi Nakamoto”) ha sido central en dirigir y planificar la evolución y mejora continua de Ethereum como plataforma.
Ethereum — y esto para mí es una ventaja tremenda como ecosistema — tiene un roadmap de mejoras planificadas, que se han ido implementando periódicamente con gran éxito (ya van 5). La que viene a continuación (llamada Constantinople) probablemente sea la más crucial de todas, y determinará — para bien o para mal — no solo el éxito de Ethereum como ecosistema, sino también el precio de ether a futuro.
La mejora que introducirá Constantinople consiste en realizar una transición de un protocolo puramente proof-of-work (los nodos validan transacciones usando una gran cantidad de energía/CPU) a uno que cada vez más se basa en proof-of-stake (los nodos validan transacciones usando como “capital” las monedas que ya tienen). El concepto de “minar” debería tender a desaparecer en el tiempo, dado que el incentivo a la validación de transacciones ya no será encontrar nuevas monedas, sino recibir comisiones por dichas transacciones.
En pocas palabras, el nuevo sistema (llamado Casper, como el fantasmita) hará que los incentivos de la red ya no estén en gastar CPU, sino en tener más monedas y poder usarlas como capital. Esto tendrá dos consecuencias importantísimas:
- El uso energético de la red Ethereum disminuirá drásticamente, permitiendo un mejor rendimiento y muchísimas más transacciones de las soportadas actualmente;
- La oferta de ether bajará, dado que mucho del ether circulante estará “congelado” en los depósitos que permiten validar transacciones y ganar interés, y a la vez la cantidad de nuevo ether que se minará tenderá a cero en el tiempo.
Aislando el efecto de la especulación, el precio de ether debería subir significativamente como consecuencia de la mayor demanda (más eficiencia > más transacciones > un ecosistema más atractivo para nuevas aplicaciones) y de la menor oferta. Por supuesto, el efecto de la especulación podría aumentar o anular completamente estas variaciones de precio, pero me parece importante subrayar que habrá una demanda mayor de ether por efectos puramente sistémicos.
8. Cualquier mejora que se le haga a Bitcoin será probablemente absorbida rápidamente por Ethereum
Como apunté arriba, el problema de la escalabilidad de Bitcoin es hoy un límite importante a su masificación. Para solucionarlo, se han propuesto soluciones tales como Lightning (que permite hacer microtransacciones “en paralelo” al blockchain para saltarse sus límites). Lo interesante de este caso es que rápidamente se propuso un esquema similar para Ethereum, llamado Raiden.
La masificación de Bitcoin está acelerando el desarrollo de mejoras y correcciones que permitan que siga creciendo. En ese sentido, Ethereum como ecosistema está preparado para mejorar más rápidamente que Bitcoin, debido a tres factores:
- Muchas de las limitaciones originales de Bitcoin ya fueron solucionadas en Ethereum;
- Ethereum es muchísimo más flexible y poderoso como plataforma que Bitcoin, haciendo que muchas de las cosas que en Bitcoin deben resolverse “por fuera”, en Ethereum se hagan con cosas sencillas como un smart contract;
- Ethereum está siendo activamente liderada por la Ethereum Foundation, que como vimos arriba, tiene un roadmap claro y de rápida adopción para mejoras futuras.
Volviendo de nuevo al consejo inicial de Warren Buffett: espero que la reacción a este artículo no sea “OK no entiendo mucho pero veo que es largo así que ahora voy corriendo a comprar Ethereum gracias besitos”, sino más bien una invitación a entender con un poco más de profundidad en qué nos metemos cuando decidimos invertir en algo.
Probablemente no hará mucha diferencia si esos 100 dólares que tenías por ahí guardados los usas en comprar Ethereum, Bitcoin o jugar al tragamonedas, en la medida en que estés dispuest@ a perderlos por completo; pero en el potencial del blockchain y los cryptoassets hay mucho más que simplemente un lugar simpático para diversificar tus ahorros.
En ese sentido, y ya que estamos hablando de inversión, invertir tiempo en aprender de estas cosas realmente paga. No sólo para poner esos 100 dólares con conocimiento de causa, sino porque detrás de dicho conocimiento hay oportunidades de experimentar, emprender o incluso de un mejor empleo a futuro. Y también de entender un poco mejor para dónde va el mundo.
Por eso es que termino este largo post con mis links favoritos para seguir aprendiendo:
- A Letter to Jamie Dimon — Uno de los mejores posts introductorios que he leído.
- Just enough Bitcoin for Ethereum
- Ethereum: Bitcoin plus everything
- El whitepaper de Ethereum, por supuesto.
- Alguien aún más entusiasta que yo acerca de la futura dominación de Ethereum.
*Sergio Nouvel es director de Continuum Perú, consultora en Experiencia de Usuario, Innovación y Transformación Digital. Como consultor ha asesorado a empresas y start-ups en Chile, Perú y Estados Unidos. Expositor y columnista internacional, sus artículos han aparecido en medios como Mashable, The Next Web o UX Magazine. Gestor del Programa de Lean UX y Service Design y del Programa de Estrategia de Transformación Digital, ambos junto a UTEC.