La Agenda Pendiente del Sector Industrial
Luego de cuatro años en que el desempeño de la manufactura ha sido negativo se avizora un mejor panorama en el 2018, pues se estima que el sector industrial alcanzará una tasa de crecimiento de 3.2%. Lo relevante para este año es que la producción industrial no primaria tendrá un comportamiento positivo estimándose un crecimiento de 3% en el año
A su vez, se ha nombrado por tercera vez en lo que va de este gobierno a una nueva Ministra de la Producción que esperamos pueda articular una agenda del sector orientada a la recuperación de la industria y la transformación productiva, acciones que han sido olvidadas desde el inicio de este régimen.
Prueba de ello es que se acaba de promulgar un Decreto Supremo que lejos de incentivar la industria conservera de atún promueve su extinción dejando el mercado libre para las conservas extranjeras que en muchos casos son de dudosa procedencia.
Es fundamental es que se consolide el crecimiento de la manufactura y se recuperen los niveles de crecimiento superiores al 6% obtenidos durante los últimos años de la década pasada. Para ello urge tomar acciones para impulsar la transformación y diversificación del aparato productivo hacia bienes más sofisticados; garantizar que la educación superior y especialmente la formación técnica profesional sea pertinente a la demanda del sector productivo; preparar a las Mypes para la transferencia de innovación y de tecnología; generar mecanismos para integrar a los industriales peruanos en cadenas de valor regionales y locales, así como trabajar en el cumplimiento de normas técnicas como requisito no solo para los procesos de compras públicas sino para sofisticación de los procesos productivos.
Para lograrlo es importante lograr una mayor calidad institucional que nos permita consolidar que las diferentes políticas sectoriales converjan en objetivos comunes al desarrollo. En ese sentido se tendrían que generar algunas reformas importantes como la creación de la Agencia de Desarrollo Productivo que brinde asistencia técnica para el fortalecimiento de capacidades y consolide los programas de innovación; fusionar en un solo organismo a las certificadoras de comercio exterior como SENASA, SANIPES y DIGESA. Asimismo, al CEPLAN se le debe dar un rol más activo como articulador de las políticas de largo plazo alineadas al Plan Nacional de Desarrollo.
A su vez se debe mejorar la infraestructura industrial articulando zonas industriales sectoriales de acuerdo con la potencialidad de cada región y que se cuente con la dotación suficiente de recursos necesarias como el agua y la energía además de sistemas de tratamiento de residuos que permita sostenibilidad a estas zonas.
Para lograr una transformación productiva es necesario que se incorporen a la dinámica industrial todas las regiones del país. Para ello se tienen en cada región debe existir un cluster que movilice la actividad productiva.
El desarrollo de cluster debe ser concebido como un sistema que debe integrarse a parques industriales tecnológicos que brinden condiciones de infraestructura y de acceso a la innovación y tecnología con presencia de CITES.
Otro aspecto fundamental es impulsar que las empresas se integren a cadenas de valor de alcance global. Para ello se puede aprovechar los espacios de integración como el APEC y la Alianza del Pacífico, así como un mejor aprovechamiento de los acuerdos comerciales.
Para ello se debe movilizar a nuestras Embajadas y OCEX, con el apoyo de Proinversión, para que generen inversiones con alto contenido tecnológico, innovación y ciencia y tecnología para alcanzar una estructura industrial sofisticada, compleja y de alto valor agregado.
En ese sentido es prioritario consolidar sistemas regionales de innovación que nos permitan interactuar al Estado, a las empresas y a las instituciones educativas. El rol de la CITES es fundamental para generar conocimiento que se debe ser transferido a través de programas de innovación abierta, por ejemplo.
Se tiene que impulsar un plan que permita aprovechar los TLCs que tenemos firmados y que hasta el momento no ha significado importantes ganancias de mercado de los productos manufacturados. Se tiene que trabajar coordinadamente con las Oficinas Comerciales en el exterior para identificar cadenas de valor donde nuestra manufactura puede insertarse, así como promover inversión extranjera que impulse la productividad industrial.
Asimismo, se deben de desarrollar estrategias regionales de competitividad con un enfoque de clusters, que partan por reconocer la heterogeneidad productiva de las regiones las cuales necesitan de agendas productivas específicas, dado los niveles distintos de desarrollo productivo.
Como dice el dicho: A la tercera va la vencida. La recién estrenada ministra de la Producción tiene la responsabilidad y el deber de tomar acciones que permitan avances significativos en la transformación productiva que nos permita construir un futuro mejor para los peruanos. De no hacerlo nos seguiremos desindustrializando con la consiguiente pérdida de empleo que se viene observando mes tras mes.