Efectos del color en la cocina
Un reciente artículo, publicado en el diario Chicago Tribune, recoge las opiniones y conocimiento de distintos expertos y consumidores respecto a un fenómeno interesante: el color de los electrodomésticos.
En los último años se ha visto en el mercado –el nuestro no es una excepción– el ingreso de electrodomésticos cuyo no hace estrictamente honor al nombre ‘línea blanca’ para referirse a ellos, pues se venden pintados con fuertes toques de color.
Una marca emblemática en esta práctica de dar color a los electrodomésticos es KitchenAid, la cual mantiene un diseño clásico de los mismos pero se ha alejado de los colores standard como blanco o metal. En el artículo del diario citan a un profesor de la escuela de negocios Wharton, el académico sostiene que el diseño de éstos aparatos los ha llevado a ser como piezas de arte que se exhiben en las mesas de las cocinas, donde el color se añade a su funcionalidad y se convierte en un instrumento de branding.
Esta tendencia se nota especialmente cuando los consumidores invierten más para tener cocinas vistosas, en este circunstancia la estética es tan valorada como la funcionalidad de los muebles y electrodomésticos. Aquí es donde el color cobra un rol. Por ejemplo, es común que –en la medida de los posible– los consumidores procuren que la cocina, refrigerador y microondas hagan juego entre ellos, debido a que son tres elementos de gran volumen y visibilidad dentro de la cocina.
El artículo cita también a un miembro de la Asociación Psicológica Americana (APA) dedicada al área de diseño. Ella indica que los colores van más allá de ser herramientas que ayudan a la psiquis, dado que los colores también pueden influir en el estado anímico de las personas. La psicóloga señala que colores como el rojo fuego aumentan el nivel de energía de la persona, en cambio otros más suaves tienen un efecto calmante. Aquellas personas más extrovertidas preferirán ambientes más energizantes que otras y elegirán colores saturados para los elementos en sus casas, incluyendo la cocina.
La misma psicóloga de la APA hace mención del efecto del color en las cocinas sobre los hábitos alimenticios. Señala que ambientes más cálidos –algo que se logra con el color en los elementos que la componen– invitan a pasar más tiempo y aumentar el apetito y disfrute del acto de comer.
Es interesante notar que bajo este fenómeno muchos consumidores de electrodomésticos primero deben identificar qué color es que los hace sentir de una determinada manera. A partir de ello puede elegir con más precisión el color de los productos con los cuales quiera implementar la casa, o en particular la cocina. Un fenómeno que puede ser aprovechado por las marcas que comercializan productos para esa zona de la casa.