Información y comida más sana
El mes pasado la publicación Appetite incluyo entre sus artículos uno de los pocos estudios que confirman la correlación entre acceso a la información y mejor toma de decisiones referentes al consumo de alimentos.
Si bien a lo largo de los últimos años se han realizado estudios sobre este aspecto, los resultados no eran necesariamente determinantes. El paper trabajado por un grupo de investigadores en nutrición de la Universidad de Cornell, recoge un experimento realizado a lo largo de varios meses en uno de los comedores universitarios, en los cuales de forma sostenida en el tiempo se colocaba información al lado de cada alimento individual.
Dicha información nutricional, la cual fue publicada en pequeños carteles al lado de cada comida, incluía datos como los siguientes: alto contenido calórico, bajo contenido calórico, alto contenido graso, bajo contenido graso. El equipo de investigadores analizó las alecciones de alimentos de las personas luego de que estas señas fueran introducidas.
Luego de tres semestres de recolección de datos se observó una reducción en la ingesta media de grasas del 7%. Asimismo decreció, aunque en menor cantidad, el consumo de alimentos altos en calorías y grasas, con el consecuente aumento de aquellos bajos en esas elementos, considerados más sanos.
Se pudo observar un efecto de la información sobre la decisión principalmente por la gran cantidad de información recogida en tantos meses, aunque sin embargo un nutricionista de esa universidad sostuvo que la reducción de consumo de grasas es relativamente pobre.
Es interesante observar que pequeños cambios en el entorno de la presentación del producto pueden tener un efecto, en el largo plazo, sobre la toma repetida de decisiones en esta categoría de productos. Resulta particularmente relevante al tratarse de un tema relacionado con la salud de personas y con posibles efectos a gran escala en las políticas de sanidad pública.
Por otro lado, creo oportuno añadir que los resultados de este estudio pueden haber contado con una importante variable a favor: sucede que en los último años se ha ido incrementado la consciencia colectiva, con apoyo mediático, de la importancia de decidir de modo mejor informado sobre los alimentos que uno toma y la salud.
De ahí que los resultados de esta iniciativa hayan manifestado más repercusión en las conductas que aquellos realizados tiempo atrás, pues parece que ya se siembra sobre tierra roturada y mejor preparada.
Esta se trata también de una manifestación propia de la publicidad, en su naturaleza informativa, donde el efecto agregado de todos los impactos es en definitiva el que logra cambios paulatinos, lo cual no necesariamente ocurre a nivel de impactos publicitarios individuales.