Del open banking al open finance, avancemos a paso firme (1)
El presente tema será presentado en dos entregas. En esta primera entrega, mencionaré de qué se trata el open banking y el open finance, para luego en la siguiente, tratar sobre la implementación y regulación en Perú.
Una de las tendencias clave que viene tomando más fuerza en América Latina es la del open banking o banca abierta. En términos generales, las estructuras de Banca Abierta buscan facilitarles la vida a los consumidores de dos maneras.
De un lado, buscan hacer posible que puedan existir terceros que, previo consentimiento del cliente y sujetos a cierta regulación, puedan acceder a los datos transaccionales y financieros que se encuentran en diferentes bancos o entidades financieras. Ello facilita que el usuario demuestre su comportamiento financiero, dado que los datos están “certificados” por dicho tercero, dado que es quien recauda los datos de las diversas fuentes. De ser adecuados, le facilitan al usuario el acceso a créditos en mejores condiciones y resolviendo el problema de asimetría de información que hace difícil el acceso a los mismos. De igual manera, también podría ayudar a que el consumidor acceda a esa información consolidada (a través de una aplicación), permitiéndole visualizar sus finanzas, con lo que puede administrar su presupuesto de mejor manera, entre otras funciones.
Por otro lado, en el open banking existe otra arista que se conoce como la “iniciación de pagos”, que básicamente consiste en que un cuentahabiente de una entidad de depósito, habilite a un tercero, también regulado, para ordenar el pago a otro tercero. Estos modelos de pago traen nuevas opciones para cualquier tipo de relación pagador – pagado, que se suma a las herramientas ya disponibles, como las diferentes tarjetas (débito, crédito, los pagos de cuenta a cuenta, y las aplicaciones de pago bancarias).
En ambos casos, tanto para la agregación de datos, como para la iniciación de pagos, la magia ocurre a través de Interfaces de Programación de Aplicaciones (APIs), que básicamente son un tipo de conexión estandarizada, a través de la cual los sistemas de entidades financieras pueden interoperar con terceros.
Por su parte, con el open finance se hace referencia a exactamente la misma funcionalidad, pero ya no solamente abarcando a entidades de depósito como Bancos o EEDEs, sino también a Fondos de Pensiones, Aseguradoras, Casas de Bolsa, entre otros. Incluso, en algunos países también se ha hablado del open business para incluir también a otros tipos de entidades que tienen una relación con una connotación financiera, como por ejemplo las entidades de servicios públicos.
El open banking y el open finance permitirán que las entidades financieras puedan identificar ciertas tendencias e identificar oportunidades para personalizar y enfocar mejor los servicios financieros a cada vez más personas. Por ello, es fundamental debatir sobre cómo podríamos tener una agenda de evaluación e implementación en nuestro ecosistema financiero digital pues serán claves para bancarizar a cada vez más peruanos y reducir la informalidad.