Ahora comienzo!
Hoy cumplo 46. Acabo de terminar el año más difícil de mi vida, producto de ese coktail explosivo “Covid + incertidumbre política”. La estabilidad, y la certeza, mis amigas de siempre, fueron reemplazadas por la inseguridad y la incertidumbre.
Solía tener un plan…pero la vida tiene otros caminos y me cambió el libreto. Curiosamente, hace exactamente un año enfermé de Covid y fallecieron mis padres de dicha enfermedad. Santiago Alvarez de Mon, gran amigo, mentor y colega, del IESE, me dijo: “Si no estás en paz con las reglas del juego lo perderás. Tu fe es el secreto, en ella reside la fuente de tu energía. Fíate de Dios, sabe más. Sigue caminando, deja fluir el rio de la vida, no alteres su ritmo natural. La vida, Dios, si le dejas, te irá marcando el paso.”
Meses muy complejos pero el Covid terminó siendo una buena escuela y me obligó a entender que muchas veces es más importante perder que ganar, que me hacía falta aprender a perder, y perder para aprender. Fue una invitación a repensar mi futuro. Hoy, ya no me obsesionan los grandes logros que soñaba a los 20s o 30s. Me enfoco más en hacer lo que verdaderamente me lleva a cumplir mi propia definición de éxito: una vida que impacte para bien en otros, una conciencia tranquila, una familia feliz, un trabajo en el que pueda sumar y unos amigos que me quieran. Dinero, cargos, algo de fama, bienvenidos, pero creo que son una feliz consecuencia de concentrarme en lo primero.
Volveré mentalmente al pasado para leer sus enseñanzas y administrar mejor la realidad. Luego, me proyectaré al futuro para anticipar escenarios. Inmediatamente después regresaré a mi tiempo preferido, el presente, hoy, aquí y ahora, por que es el único en el que puedo gestionar. El camino me irá mostrando la meta. Los objetivos que van surgiendo en mi vida no los tenía previstos. En este difícil contexto me toca detectar y aprovechar las oportunidades que aparezcan. Una mente curiosa y despierta será mi mejor aliada para ello.
Y luego, vivir con esperanza, que es la seguridad de que todo pasa por algo, y se sustenta en la fe, que hace posible ver detrás de todo la mano de Dios, que nunca defrauda, porque sus sueños para nosotros, son siempre buenos, aunque entren en contradicción con nuestros planes.
¿Propósitos concretos para este año? Agendar más tiempo para estar conmigo. Bien dicen que las palabras transforman el mundo… pero el silencio nos transforma a nosotros. Aprovechar al máximo los momentos con mi familia. Y enfocarme en ese 20% de tareas que harán el 80% del impacto en mis resultados del trabajo y hacerlas muy bien.
He gastado muchos años concentrado en el mapa, dejando de lado el paisaje. No estoy seguro de haberle sacado el jugo al viaje. Quiero comenzar a salir en la foto, saborear el presente. Ya viví años obsesionado con el temor de un mal futuro. Invertí mucho tiempo para ganarme la vida, no quiero que me falte tiempo para vivirla. Si siento paz al final de ésta, es que habré tomado las decisiones correctas.
No hay nada nuevo bajo el sol, pero hay mucho por descubrir: personas, lugares, pasiones, experiencias, desafíos, iniciativas y hobbies. Voy por ellos! Y quizá tu debas hacer lo mismo. Porque el futuro hay que fabricárselo uno mismo. Hay que inventarlo para que acabe siendo realidad. Nunca es tarde para recomenzar. Comienzo a jugar los 46, el primer minuto del segundo tiempo de mi vida, ahora recién comienza mi proceso de relanzamiento que lo haré cada año mientras la vida me siga regalando más tiempo. Todo lo anterior ha sido una antesala!
Seguiré escribiendo la historia de mi propio libro, en la que me tocará subrayar, agregar páginas, arrancar otras que duelen y reescribirlas; y dejar en blanco varias, siempre, porque la vida es lo que viene. Ahora comienzo!