Formatos nuevos: ¿Cómo asegurar el futuro en retail?
Repasando noticias de los últimos 12 meses, encontré una publicada en un diario de Santiago, en la que el Gerente de la división supermercados de una conocida cadena explicaba las razones de un cambio de formato, reproduzco el texto a la letra: “Éste es un formato que tiene la potencialidad de estar en muchos más barrios, que requiere menos superficie para desarrollarse y con una frecuencia más alta de visitas”.
Cambiar formatos, dejando el conocido, el que se domina, el que se
conoce con detalle, por uno nuevo, debe obedecer a buenas razones, las
cuales pueden ser de diversa índole. Algo debe quedar claro de esta
declaración, el formato no es una barrera, por el contrario el formato, o
la flexibilidad de concebirlo, es más bien una oportunidad para la
empresa de acceder a nuevos mercados, a plazas no atendidas
adecuadamente, a minimizar riesgos, a diluir riesgos, a mejorar
rentabilidades en el rendimiento de venta por mt2, de acceder a una
plaza de espacios escasos, acceder a una plaza de espacios costosos, en
fin, algo debe quedar claro, un nuevo formato es una nueva oportunidad
de hacer lo que los formatos tradicionales no podían lograr.
El rediseño, cambio o incorporación de formatos nuevos, se da con
frecuencia en los productos de consumo masivo, se ve en los
supermercados, tiendas por departamento, cadenas de cines, y los centros
comerciales no son la excepción.
Recordemos ejemplos interesantes. El primer Saga Falabella de
provincias, en formato express en la ciudad de Trujillo, el actual Wong
en Larcomar, lo que ha sucedido con los cines en el mercado,
antiguamente habituados a una sala por ubicación o hasta dos salas, hoy
vemos complejos de 14 salas, cambios en el mercado, cambios en el
producto, siempre de la mano para seguir ofreciendo el producto
esperado.
El crecimiento e incremento de la penetración de supermercados tendrá
que ir de la mano con determinar formatos que permitan velocidad en el
crecimiento y satisfacción de los clientes. Esto equivale a surtido y
espacios suficientes para el desplazamiento cómodo, y por el lado de la
cadena, que la rentabilidad sea adecuada. Si analizamos con detalle
muchas ciudades del Perú- dejando de lado Lima donde espacio para crecer
aún existe- dichas ciudades están en capacidad de recibir una cadena de
supermercados, pero esto aún no se concreta por diferentes factores. Ir
solo o ir acompañado, me refiero a una oferta concentrada, esto puede
hacer la diferencia en el consumidor, en cuanto a la velocidad de
adopción del formato.
En el último congreso de retail, en el cual participé, tuve la
oportunidad de referirme al consumidor de provincias y su relación con
el formato moderno, sobre todo en lo que se refiere a hábitos de consumo
y preferencias de un formato u otro cuando el factor distancia entraba a
tallar. En ese sentido, comenté que no debemos pensar en el consumidor
fuera de Lima como alguien que disfruta de los grandes desplazamientos,
y lo comenté porque escuché hablar de “…los consumidores de zonas
aledañas”, cuando se referían a personas que vivían a más de 50
kilómetros. Eso se ve bien en el papel, pero yo le preguntaría si está
dispuesto a ir desde su casa en San Borja hasta San Bartolo para hacer
sus compras, seguro que su respuesta sería no. Algo debe quedar muy
claro, no atender a un mercado o tratar de acumular mercados para que un
determinado formato se justifique, muestra a la empresa una necesidad
de replantear el formato y convertirlo en adecuado, para el consumidor y
la empresa.
Tenga siempre presente que el mercado que usted no atienda otro lo
atenderá. Es un reto interno lograr el producto adecuado y es ahí donde
debe enfocarse todo el esfuerzo de la organización para llegar
adecuadamente al mercado. No voy a hablar ni dar ejemplos de todas
aquellas empresas que veo estáticas y/o creciendo lentamente y me
pregunto, ¿Por qué? Y tal vez lo que no se está viendo con claridad es
que puede llegar la competencia y hacer la tarea pendiente, con el
consiguiente beneficio para ellos y pérdida para la empresa que pecó de
conservadora y creyó que el consumidor estaría esperándolo, craso error.
¿Cuándo fue la última vez que pensó en innovar a nivel de formato para
crecer? Si no lo ha hecho tiene una tarea pendiente, de la que puede
depender el futuro de su empresa.