Oferta moderna y oferta tradicional: ¿Chicos vs Grandes?
Un congresista de la República le dirige una carta al Alcalde de un Municipio del país, le manifiesta estar sumamente preocupado porque se ha enterado que este Municipio está apoyando el ingreso de un Centro Comercial y eso afectará a muchos pequeños comerciantes, en otras las palabras lo presiona a reconsiderar su decisión.
Repuesto de la sorpresa luego de leer la carta me hacía varias preguntas al respecto y pensaba, con qué derecho una persona quiere definir ¿cuál debe ser la oferta que exista en un mercado?.
En ninguna línea de la carta se hace mención a las necesidades de la población, aún cuando es el mercado el que manda, es el consumidor, con su dinero, el que exige; es la necesidad del consumidor la que atrae las inversiones que le puedan brindar una mejor oferta comercial.
¿A qué se debe el temor? Porque alguien que cumple y satisface a sus consumidores debería temer a un nuevo competidor?. Se tiende a satanizar al grande y se dibuja esto como una competencia de grande contra pequeño, y me preguntaba si no es relevante para una ciudad tener comercio moderno y ordenado, comercio que tribute, que respete los derechos laborales y que cumpla con todas las exigencias del Ministerio de Trabajo; si no es importante para una ciudad la generación de tributos para el Municipio en beneficio de la ciudad, la generación de espacios seguros para la familia, que permitan comprar con tranquilidad.
En el mercado, la oferta moderna es una alternativa más que, efectivamente compite contra la oferta tradicional en muchos casos, y es el consumidor final el que decide dónde comprar. El consumidor quiere oferta variada en un solo lugar, espacios seguros dónde comprar y convertir su experiencia de compra en una experiencia grata.
El Perú en el aspecto comercial ha cambiado mucho en los últimos años, los negocios tradicionales ya no pueden vivir de la falacia que implica pensar que son los únicos que ofertan productos y por lo tanto el consumidor les tiene que comprar. Los consumidores ya conocieron la oferta moderna y están dispuestos, incluso, a viajar y salir de sus ciudades para acceder a ellas, por ello los negocios tradicionales, lejos de sentirse amenazados frente a la oferta moderna debe apuntar a modernizar sus negocios, atendiendo siempre la demanda de sus clientes.
Es necesario tener presente que las estructuras de costos del comercio moderno son más altas, comparativamente al comercio tradicional, este tiene que cumplir absolutamente todas las exigencias frente a Sunat, Municipio y Ministerio de Trabajo, es supervisado, fiscalizado y controlado permanentemente.
No se puede decretar contra las preferencias y exigencias del mercado, es nadar contra la corriente, eso es populismo que nada bueno genera, eso en nada soluciona el problema de los que hoy día ven afectadas ya sus ventas por no adecuarse a lo que el consumidor quiere y exige: esto es un principio básico para el éxito, satisfacer las necesidades de los consumidores, elemental y real.
Hace unos días estuve en una ciudad del sur del Perú donde los comerciantes me preguntaban qué hacer frente al comercio moderno, que todavía no llega a esta ciudad, pero que sienten que ya afecta sus ventas. La razón que encontrábamos es que han perdido atractivo comparativamente y su capacidad de atraer compradores lejanos, otrora la base de su éxito, ya no es más la ventaja diferencial.
¿Qué hacer frente a esta situación?, adecuarse a los nuevos tiempos, comenzando por modernizar infraestructura. Evaluar cuáles son los espacios a nivel de productos en los cuales pueden seguir compitiendo y que no sean fortalezas del comercio moderno, trabajar como una oferta especializada y agrupada, algo que muchas galerías en Lima ya han hecho con éxito, y finalmente brindar seguridad y medios de pago adecuados para que el público siga considerándolos como una alternativa atractiva de compra.
Según el censo de Lima Consulting, empresa especializada en el rubro de negocios minoristas, las bodegas siguen creciendo en el Perú frente al crecimiento de los Centros Comerciales. ¿Cómo lo hacen?, vale la pena analizarlo al detalle, pero la respuesta sigue siendo la misma, se adecúan a las exigencias del mercado y a la nueva competencia.