Turistas en nuestra propia ciudad
Los días festivos son siempre una oportunidad para aprovechar de la mejor manera el tiempo libre y darnos un espacio para la distracción. Cines, circos y otras novedosas propuestas se presentaron como alternativas para el entretenimiento y la diversión de millones de limeños durante estas fiestas patrias.
Como parte del entretenimiento en la ciudad, un conocido centro comercial de Lima Norte presentó una nueva propuesta, que consistía en hacer sentir a los visitantes como los personajes de la película, Querida encogí a los niños, es decir, personajes diminutos en una gran ciudad.
Grande ha sido la sorpresa al ver que en poco menos de 3 semanas más de 100 mil personas han disfrutado del show. Sorprendentemente, estas personas no provinieron de Lima Norte exclusivamente, se trata de personas de San Isidro, Miraflores, La Molina, entre otros distritos, que llegaron atraídos por la novedosa propuesta.
Estos visitantes en su mayoría descubrieron una nueva Lima, esa de la que habían leído o escuchado pero no habían visitado; esa que probablemente concebían de una forma y que tras la experiencia vivida la conocen ahora de otra manera.
Estuvieron como turistas en su propia ciudad, viviendo una experiencia, que además de grata por el entretenimiento, les permitió entender mejor los cambios que se han gestado en esta gran ciudad y les demostró que pensar que Lima es un pañuelo es un craso error, que la oferta de marcas y productos de calidad ya no es patrimonio de pocos, que hoy la ciudad es más homogénea en oferta, que se han quebrado paradigmas de consumo e integración.
Una ciudad que supera los 10 millones de habitantes no puede ser considerada ni por asomo, como una ciudad pequeña.
La experiencia vivida en julio ha permitido que muchos descubran su ciudad y conozcan más del mercado que no ven. Hay detrás de la distancia que separa unos distritos de otros, una ciudad bastante más homogénea de la que imaginaban, en oferta de marcas y productos.
Espero que muchos ejecutivos de empresas tengan voluntad de ser turistas en su ciudad, por pocos días, y que esto los ayude a romper pensamientos o creencias del pasado, en una Lima que ha cambiado demasiado.