Mayra Alban: "Soy una periodista avezada"
Conocí a Mayra en mis clases de Hot Yoga, ella sabía todas y cada una de la serie de posturas que a mi me costaban aprender semana tras semana en clase. En las conversaciones del pasillo me fui dando cuenta que detrás de su flexibilidad y amabilidad se encontraba un alma fuerte y casi-casi guerrera. Sus ideas devenían de una chica decidida, que haría todo para ejercer su profesión del modo más serio posible.
Mayra Alban es una periodista a la que le gusta tomar muchos riesgos, le gusta el atrevimiento de la carrera y se define como una periodista avezada. Ella también toma clases de ballet y de yoga, viaja mucho como la mayoría de jóvenes de 26 años y además de todo ello, mantiene un afán trapero por las prendas de moda que llegan temporada tras temporada a la ciudad! Conocerla y oír la pasión de sus historias es un gusto del que nadie se querría perder.
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¿En qué momento de tu vida le pierdes el miedo a hacer noticias policiales? ¡¿Cómo llegas a eso?!
Es que yo nunca he tenido miedo de entrar a esos lugares. Incluso desde niña siempre tuve este gusto por las cosas que causaban cierto miedo a otras personas. Recuerdo que una vez en el Centro de Lima le robaron una cadenita de oro a mi mamá y yo tenía 8 años… ¡terminé persiguiendo al delincuente!
Nunca he tenido miedo a quien actúa al margen de la ley porque siempre he pensado que lo peor que una puede hacer es tenerles miedo.
No te creo…
¡Si! Luego de un tiempo en televisión pasé a trabajar al programa Alto al Crimen, y eso me puso cara a cara con estas cosas.
Y antes de eso, ¿qué hacías?
Farándula al inicio, casi 1 mes. Luego trabajé en programas de corte policial o que tenían que ver mucho con la investigación de temas importantes, cosas serias.
¡Gran diferencia!
Dicen que un periodista debe manejar todos los temas pero cuando hice farándula los temas eran de repente frívolos… no me sentía muy cómoda, no iba mucho con mi personalidad. Luego trabajé en programas que necesitaban producción, como el de Beto Ortiz, Aldo Miyashiro y Nicolás Lucar; ahí aprendí un montón.
Al final todo condujo a mis dos años en el noticiero 24 horas y luego al programa Alto al Crimen.
Muy bien, ¿cuándo empezaste la trabajar? ¿cuál fue tu primer acercamiento al mundo periodístico?
Desde muy chica, desde lo 18 años. Estuve en el Canal 4.
¿Cómo consigues esa oportunidad?
Lo que pasa es que ya quería ver cómo iba a ser mi trabajo, estaba presta para el mundo periodístico y tenía curiosidad. Entonces había una plaza para una periodista en Canal 4, necesitaban un reemplazo y yo estaba aún en tercer ciclo. Puse que iba por el séptimo para poder entrar y me aceptaron. ¡Aprendí todo sobre la marcha!
¡Tu no le tienes miedo a nada efectivamente!
En ese momento lo que yo quería la oportunidad de trabajar y desde entonces no paré .
¡Ahora sí me detengo a pensar más las cosas antes de hacerlas! (risas)
Vamos… ¿A qué le tienes miedo?
Le tengo miedo a la soledad, pese a que me gusta mi tiempo sola, estoy acostumbrada a mi familia y a mis amigos.
Con todos estos aprendizajes, ¿qué le sugerirías a una persona que está pensando trabajar en notas policiales?
Les recomendaría que nunca dejen de impresionarse con las historias que tocan, al ser periodista y ver tanta noticia “fea” en la semana uno se acostumbra y pierde cierta “sensibilidad”. Las cosas ya no te sorprenden.
Yo creo que los crímenes nunca hay que minimizarlos, viene gente a la que le roban un celular y eso no vende; pero en el fondo si juntas a todas las personas a las que les ha robado el mismo delincuente, listo, ya tienes un patrón de robo común y quien sabe… una noticia.
¿Y tu crees que al hacer noticias policiales tienes un deber con el país y con la gente?
Claro que sí. Hay muchos casos con los que uno se compromete y puede hacer mucho.
¿Qué es lo más grave que te ha pasado?
Me secuestraron.
YA.
Fue en una Quinta en la Victoria, se llamaba Renovación y estábamos yendo a buscar a un delincuente que además había falsificado firmas. Salieron más personas y nos cerraron la salida. Felizmente habíamos hablado con la policía antes y justo llegaron de ronda… al final nos soltaron.
¿Qué cosas te mueven de la rutina?
Me gusta estar rodeada, hago Hot Yoga, aprendí a hacer Muay Thai, me gusta hacer ballet y me gusta trabajar ahora en un programa político; se llama “Las cosas como son”
¿Y cómo serían las cosas para ti en el futuro?
Me gustaría tener un programa propio.
¡Un programa de entrevistas!