Andrés Barrios: "Disfrutemos nuestra cultura"
Conocí a Andrés en una fiesta de playa hace ya tres años. En el tiempo me fui dando cuenta de que sus conversaciones iban más allá de lo común, concentrando sus historias de la facultad de arquitectura de la UPC en asuntos culturales o de urbanismo. Al mando de una compañía inmobiliaria, Andrés logra hallar tiempo para innumerables viajes por el país, toma clases de teatro y sobre todo explora sus habilidades culinarias como más las disfruta: en familia.
Andrés Barrios Masías se define como una persona creativa e innovadora, alguien que siempre busca cosas fuera de lo tradicional. Soñaba con ser el mejor arquitecto de Lima y es así que terminó estudiando la carrera que tanto había planeado desde que tenía 7 años: arquitectura. Luego tomó un MBA en la PUCP y hoy es Gerente Comercial y Gerente de Proyectos de la inmobiliaria Arquificio. Entre metas cumplidas, parece haber una historia que vale la pena dejar escrita.
¿Alguien en tu familia es arquitecto?
Mi papá quiso serlo, pero luego decidió estudiar administración. Uno de mis tíos lo es, se llama Juvenal Baraco y es un gran arquitecto. Nos hizo una casa en Pimentel en el norte cuando yo recién tenía 7 años y yo participé desde aquella vez en la experiencia.
¿Te reconociste como un creativo desde que eras pequeño?
Sí. De todas maneras.
Cuando terminas de estudiar arquitectura, ¿tus expectativas de la carrera se alinean con lo que en verdad era?
No. Y no por la universidad donde estudié. Era algo distinto.
Al terminar la universidad, pensé en ir a estudiar a Italia; una maestría en urbanismo y paisajismo que era un poco más lo que me llamaba, todo el tema de Urban Planning. En esa época estaba terminando mi tesis y entré a hacer prácticas en Edifica.
¡Ahí empezó todo!
Claro, ahí comenzamos casi jugando a crear un proyecto inmobiliario para entender realmente como funcionaba todo esto. Es ahí donde nace la idea de Arquificio. Tuve la suerte de tener las puertas abiertas con los dueños, ellos fueron los que nos dieron la apertura de crear desde cero una marca.
Además de eso, conseguimos inversionistas y ya éramos los tres que íbamos con esto Carolina Tassara, Gabriel Bedoya y yo.
¿Cuál es la propuesta de valor de Arquificio? ¿Qué los hace diferentes a otras inmobiliarias?
Comenzamos como si fuera un emprendimiento y en el transcurso ganamos madurez empresarial; entendiendo qué cosas necesitaba la ciudad, qué estaban buscando los clientes. Entonces decidimos cambiar el producto, la atención y el servicio; creando un tema de branding bien marcado. Lo principal se vuelve la conexión con nuestros clientes, porque entendemos que esta puede ser quizás la compra más cara y más larga de su vida. Aunque claro, antes uno compraba una casa para siempre, ahora uno compra una casa para una etapa de su vida.
¿Cuáles son los grandes retos de un emprendimiento en Lima?
Al principio es difícil. Hay un paradigma grande de que la edad te da el expertise, que tiene parte de verdad; pero eso esta cambiando.
¿Qué hacen para que confíen en ustedes?
Vamos de la mano con los directores. Luego, cuando el proyecto Libertadores 767 ocurre, comenzamos a soltarnos.
Además que luego hacer un cambio de imagen nos damos cuenta que no queremos hacer lo que hacen las grandes. Queremos lograr lo que la palabra misma significa, Arquificio viene de artificio (el arte, el ingenio de hacer bien las cosas). Por eso buscamos hacer más con menos y eso (el arte y el ingenio de hacer buena arquitectura) es Arquificio.
¿Qué pasa cuando no te compran? ¿Cuál es el factor principal?
Siempre es precio. Casi siempre…
Y ¿cómo logras alinear al equipo correcto con la visión que tienes con este emprendimiento?
Pasión. Creo que todo es pasión por lo que uno hace, sobre todo cuando encuentras gente a la que le gusta trabajar por el mismo objetivo.
Tengo una buenísima relación con las personas con las que trabajo, me han enseñado un montón a nivel profesional y humano. Tratamos que la empresa sea horizontal porque sabemos que la riqueza está en las personas que son parte de ella.
Vives en Lima y si eres casi un urbanista, ¿qué le pedirías a Lima cómo ciudad?
La concepción del espacio urbano, que es algo que se va logrando en algunos distritos. Miraflores, San Isidro y San Borja son ejemplos; de hecho San Borja es uno de los distritos más amigables con el tema de área verdes.
Además el tema cultural, que ha venido dormido mucho tiempo y se ha comenzado a prender muy bien. También claro, lo gastronómico y el arte (pintura, escultura). Todo esto viene de aprender a valorar lo que tenemos aquí, no solo lo de afuera es bueno; de hecho yo diría que lo nuestro es mejor en muchos casos.
Te ha provocado vivir fuera de Lima?
Creo que salir de la zona de comodidad es una buena experiencia. Viajo mucho por placer, porque me gusta aprender la cultura de la ciudad a donde voy. Sin embargo vivir fuera es distinto; es volverte local.
Hay mucha gente que viaja solo por turismo o por sus redes sociales. ¿Cuál es la riqueza de viajar al modo de antes?
Las redes sociales son opciones antipersonales. Todas las personas vienen distintas de cada viaje que hacen en sus vidas y al final lo que se muestra en redes no es ni un poco de lo que en verdad va pasando.
De hecho lo que más me gusta conocer es el pasado de la ciudad, ahí entiendes todo. Lo que espero de Lima es justamente eso, que disfrutemos nuestra propia cultura, que estemos orgullosos de ella.
¿Tu crees que desde tu trinchera, has aportado de manera cultural a Lima?
En una parte de mi tesis puse que las inmobiliarias creaban contenedores ajenos a la ciudad. Desde Arquificio tratamos de regresar a la arquitectura abierta hacia la ciudad; en la que no teníamos rejas sino jardines. Cambié eso en los dos últimos proyectos que construimos; y creo que aunque pequeño, fue un aporte cultural, no dándole la espalda sino conversando con ella.
¿Cuál es tu proyección de vida? ¿Crees que existe la necesidad de definirte?
Creo que el mundo está cambiando tanto que hay un cambio fuerte en las personas. Al final tenemos tanto acceso a todo, que vamos encontrando cosas que nos van llenando más.
Te definen por la carrera que has estudiado, y uno agradece su base, pero eso no te limita.
De hecho cuando te pregunté cómo te definías no me dijiste que eras arquitecto.
Exacto.
Estoy enfocado en estudiar una maestría en diseño estratégico e innovación, y creo que es algo que va ligado un poco a la visión que tengo de mí como colaboración para el país.
Las cosas cambian tanto que hoy en día mis planes no van con arquitectura sino más con management, me voy a Madrid dentro de poco, por esta maestría.
¿Por qué Madrid?
Es tradicional, tiene un grado de cultura interesante y además es un lugar que me encantó por su día a día.
¿Cuál es tu estilo de vida hoy por hoy?
Cocino. Me gusta probar la comida, la critico o si es muy buena, le puedo dar las mil glorias.
Me encanta La Plazita o La73, sobre todo por el espacio.