Diego Rodríguez: "No quería volver a marcar tarjeta"
Hace unos años Diego sabía que no le gustaba su trabajo pero que lo hacía porque estaba ahorrando para la cifra perfecta. ¿Cuál era esta? Una que le permitiera dejarlo todo y emprender un café móvil en Lima. Hoy, 3 años después, es dueño de A La Marcha, un truck de café que ya tiene varios seguidores en Lima. Esta es sin duda la historia de un emprendedor con visión y disciplina, alguien que a sus 25 (lo empecé a los 28, ahora tengo 30)años planea elevar la idea de su marca de café móvil al más alto nivel.
¿Por qué dejó de trabajar en oficinas?
Estuve trabajando durante más de dos años pero sentía que no funcionaba, el ascenso se veía lejano y casi nunca llegaba a casa temprano. Eran tiempos difíciles para mi y para muchos que habíamos salido de la universidad con ilusión de trabajar en algo de verdadero impacto.
¿Se cuestionaba cosas como estas a menudo?
Sí. Y no era el único pero si era de los pocos que lo hacían. En oficinas uno ve muchas personas que no se cuestionan nada y sabía que no era uno de ellos.
¿Cómo se le ocurrió la idea de A La Marcha?
Siempre quise tener un coffeeshop de especialidad, pero no tenía el dinero para sostenerlo a largo plazo. Decidí entrar al mercado de otra manera: un truck. Ya existía Tony’s Café desde el 2012 pero yo quería un truck tipo casa rodante. Un truck me pareció práctico, creativo y esa fue mi solución.
¿Cómo empezó todo el cambio?
Anuncié que iba a renunciar y lo hice. Primero empecé a idear y diseñar la imagen y concepto de marca, luego comencé a tomar clases de barista. De hecho ese año ya había empezado a tomar clases de administración de restaurantes en Le Cordon Blue. Diseñar el carro fue todo un reto, ya que fue diseñado desde cero. De hecho pasaron meses sin trabajo y yo vivía solo. Mis ahorros fueron cruciales para que no tuviera que abandonarlo todo.
¿Cuánto tiempo duró esta etapa de planear y diseñar la marca?
Un año entero. Mientras no tenía listo el truck le propuse al Club Esmeralda en Santa María del Mar armar un spot de café. Un día antes de inaugurar en el club, accedieron que participara en el LAD (Latin American Design Festival) que se llevaba a cabo en lima. Ese fue mi primer evento y fue todo un éxito. Un reconocido diseñador internacional se me acercó y le tomó una foto al diseño de mi vaso. En ese momento supe que invertir en marca primero fue la decisión correcta.
¿Qué se hizo más largo de lo que pensaba?
La implementación del truck. No había calculado cosas como ponerle un grupo electrógeno o tener que darle la forma correcta para el concepto de la marca. Al final, el verano de 2015 pude operar a toda mi capacidad y estuve contento con el resultado. ¡Se inauguró en la kermesse del colegio Villa María en octubre del 2014 y fue todo un éxito!
¿Es complejo manejar un truck?
No tanto pero tuve que sacar un permiso de manejo especial. Es un remolque y se jala, por lo que se requiere mucha practica y paciencia.
¿Cuál fue su motivación?
No quería volver a marcar tarjeta. Saber que mi tiempo no era mío si volvía a trabajar en oficinas. No volver a ese pasado era lo que más me hacía pensar que esto tenía que funcionar.
¿Alguien de su familia es también emprendedor?
Mi mamá se encargaba de gestionar las propiedades de la familia. Nunca estuvo en oficina y siempre la vi manejar bien sus tiempos. Ella también emprendió un restaurante y fue parte de mi inspiración.
¿Está contento con su decisión?
Sí, de todas formas lo volvería a hacer. A pesar de que es difícil, lo mejor es el riesgo. Descubrí también que cuando enfrentas a la competencia entiendes tus fortalezas y debilidades, mientras más cerca te encuentres de ellos encuentres mejor.
¿Atienden eventos corporativos?
Sí. Tratamos de llenar todos los fines de semana y luego salen eventos con empresas grandes días de semana.
¿Contrata personas a tiempo completo?
Contrato gente a medio tiempo por ahora, siento que le doy la oportunidad a personas que aún estudian de hacer algo que les gusta para ganar dinero. Uno de mi baristas estudia arquitectura, otra ingeniería y otro usa su tiempo libre a hacer acrobacias.
¿Cuál es el próximo paso, hacia dónde piensa crecer?
Quiero crecer a un segundo truck. Además quiero que la marca se desarrolle a más que el café, a otra líneas de producto. ¡Soñando, quisiera tener un local para A La Marcha!
¿Hizo esto por negocio o porque realmente le gusta el café?
Me encanta el café. Es un hábito instalado para mi. Me encanta la cultura gastronómica y los hábitos que se generan alrededor de esta bebida. Hay mucho amor y pasión por el cafe.
¿En dónde está su mente todo el día?
Siempre estoy pensando en A La Marcha, me esfuerzo por que es algo mío y me da ese tipo de cansancio satisfactorio, ese cansancio bueno de hacer lo que te gusta hacer.
¿No se siente solo trabajando solo?
Soy muy bueno trabajando solo, pero sí, se extraña estar acompañado.
¿Cómo es su día a día?
Cuando puedo salgo caminar, leo y medito. El tiempo libre lo uso para aprender algo nuevo, no solo relacionado al café, sino a futuros nuevos emprendimientos. Siempre es bueno despejar la mente de lo que haces para resetear tu mente y comenzar fresco.
¿Su lección más importante?
Cuando se es emprendedor se emprende todos los días, vas innovando. En A La marcha te das cuenta de que por ejemplo que en el Perú mucha gente no consume café si no tiene algo que comer, entonces vas preparando tu siguiente paso, viendo que funciona, que no funciona Y así, cada día.También aprendes a conocerte a ti mismo. Eso es lo mas importante.