Andrea Jose Castro: "La sostenibilidad ya no es una tendencia, sino una realidad irreversible"
Andrea Jose Castro es Ingeniera Empresarial con un negocio que conecta una cadena sostenible para joyería artesanal llamado Casa Collab. A su corta edad reflexiona sobre la problemática de ciudades en las que vio de primera mano la cruda realidad de los salarios de artesanos expertos en lo que más le interesa: joyería. Desde Cajamarca, Arequipa o Lima, Andrea ha logrado conectar una empresa B para brindar una plataforma ya estructurada para todos quienes opten por esta vía para diseñar joyas, ofreciendo una salida viable al crecimiento de su propia industria. ¡Lea!
¿Qué hace usted como ingeniera empresarial se dedique a hacer joyas?
Creería que fui diseñadora de joyas antes de ser ingeniera. Desde que era niña, me encantaban las joyas. Recuerdo que, cuando tenía unos 4 años, mi papá trajo unos collares de Cartagena a mi mamá y apenas los vi, me los puse. Mi primera experiencia de negocios fue a mis 5 o 6 años, vendiendo collares hechos con conchitas que recogía en la playa donde yo veraneaba en Arequipa, y fueron un éxito.
Luego, un tío me regaló mostacillas y eso fue un paso más, porque así empecé a trabajar piezas con más detalles que vendía para amigas y familia. Una vez culminados mis estudios, los conceptos que aprendí de ingeniería empresarial compatibilizaban con el negocio de joyería y creería que, en general aplican a cualquier negocio.
¿Cuál fue su primer acercamiento a la sostenibilidad?
Mi acercamiento a la sostenibilidad inicia con un proceso de toma de conciencia sobre mi entorno social desde que yo estaba en el colegio. A travez de la Asociación Altius empecé a hacer obras sociales, siempre con un propósito, sea apoyar a niños, ancianos, madres jóvenes, y es así que, empecé a desarrollar mi sentido de responsabilidad social.
Además, tuve la oportunidad de viajar mucho por el Perú. Desde pequeña y luego más joven hice varias caminatas por algunos de los lugares más espectaculares de nuestro país. Eso me dio la oportunidad de conocer distintas realidades y siempre me movió a querer aportar con un granito de arena sobre todo en los lugares donde aún falta mucho desarrollo económico. Todo esto lo enmarqué más en mi vida profesional, cuando viví en Cajamarca hace seis años y trabajé en el área de Desarrollo Social de un proyecto minero.
¿Qué hacia en el proyecto específicamente?
Veíamos los proyectos que beneficiarían a la comunidad. Esto me permitió estar en las Audiencias con las comunidades y tomar conciencia sobre los impactos ambientales y/o sociales que puede tener una empresa en el lugar donde opera.
¿En qué momento comprende el desarrollo de Casa Collab como un modelo de negocio sostenible?
Mi pasión por la joyería y mi propio sentido de responsabilidad social me llevaron a conceptualizar un negocio de joyería y sostenibilidad durante mis primeros años de universidad. Es así que me enfoqué en llevar más cursos de sostenibilidad y en enfocar mis experiencias laborales en esos temas para poder enriquecer mi conocimiento y canalizar mis habilidades hacia ello.
¿Crees que la sostenibilidad es una tendencia que ha llegado para quedarse?
Creo que la sostenibilidad ya no es una tendencia, sino una realidad irreversible. La sostenibilidad significa tomar conciencia de que todo lo que obramos siempre genera un impacto en nuestro entorno, tanto a nivel personal como empresarial. Estos impactos tienen que ser mitigados y orientados hacia el bienestar de todas las personas. Ser sostenible significa estar conscientes de eso y saber enfocarlo hacia un propósito adecuado para crear soluciones que ayuden a generar valor para las personas.
¿Alguna vez pensó en dejar la universidad para estudiar joyería?
Consideré la posibilidad de estudiar algo relacionado al diseño aplicado a joyería, pero no pensé dejar la Universidad porque me gusta mucho la gestión y desarrollar negocios ya que creo que es la mejor forma de crear valor para la sociedad. Estudiar Ingeniería Empresarial me dio un espectro para saber liderar proyectos así como para trabajar modelos de negocios holísticos.
¿Cómo aprendió joyería?
Primero aprendí bisutería de modo autónomo y la joyería como arte orfebre la aprendí en Cajamarca, en Koriwasi, cuando la escuela tenía solo unos años y era pequeña. Ahí me enseñaron maestros artesanos que me inculcaron la esencia del arte joyero así como técnicas avanzadas. Pude aprender el detalle de trabajar alta joyería.
¿Cree que la gente tiene claro cómo rentabilizar una organización sostenible?
Creo que entender que la sostenibilidad es rentable es aún un reto para las empresas. Sin embargo, durante el tiempo que trabajé en proyectos del ámbito público, si se hacen evaluaciones sociales apropiadas, es posible conocer cuán viable es un proyecto que beneficie a una población. Trabajar un modelo sostenible tiene beneficios que son a largo plazo, y un negocio que trabaja solo para obtener rentabilidad financiera, no los va a visualizar. Una organización sostenible, visualiza y concibe un mundo diferente, con mejor calidad de vida, bienestar y prosperidad. Esto permite generar un negocio que va a perdurar porque se hace necesario para el mundo y las personas lo admiran y apoyan.
¿Cuáles son sus pasatiempos?
Disfruto muchísimo el deporte de aventura como el trekking, además me encanta leer biografías, futurismo y nuevas tecnologías. También soy fanática de la música y los conciertos. Todo el tiempo busco nuevos artistas, nuevas bandas y la música on streaming me permite navegar constantemente. La música es una de mis fuentes de inspiración para diseñar joyas.
¿Cómo disfruta Lima? ¿Le gustaría vivir en otro lugar?
Me gusta vivir en Lima, aunque en muchas oportunidades, extraño vivir en Arequipa. Me gusta que Lima sea una ciudad que cada vez más variada y que uno pueda conocer a personas diversas. Reconozco que poco a poco se va promoviendo más la cultura local, el arte local en general. Confieso que me gustaría vivir en Australia, me parece que está muy conectado a la naturaleza y a la vez ha podido desarrollarse con una identidad muy cosmopolita.