Nicolás Cabieses: "Yo siempre fui el chico que sabe de computadoras”
Nicolás Cabieses es un emprendedor del internet como muchos. Su visión es amplia y tiene mucha experiencia en el rubro publicitario nacional e internacional. Ahora, con Cluster, busca crear sus propios productos digitales y desarrolla en esta entrevista que tiene metas ambiciosas. Además es un carpintero entusiasta, dicta clases en una escuela de creatividad y tiene bien definido su estilo para vestir. ¡Lea!
¿Qué es Cluster?
Cluster es una Startup, nos dedicamos a crear productos digitales propios que tienen como propósito reinventar constantemente la forma en la se hacen hoy las cosas, buscamos con cierto tipo de rebeldía romper una industria, un modelo tradicional, o simplemente hacerle la vida más fácil a las personas uniendo esos dos hemisferios que nadie quiere unir, el mundo de la tecnología y la programación con la creatividad y las emociones. Los proyectos de Cluster están autofinanciados por medio de servicios especializados de marketing digital, campañas digitales orientadas a resultados, websites, landing pages, ecommerce, atendiendo a empresas como Oechsle, Belcorp, agencias de publicidad y diversos emprendimientos.
¿Alguna vez pensó que podría tener un emprendimiento?
Siempre, he emprendido todo tipo de iniciativas, cuando tenía 16 años cree con un amigo una bicicletería a domicilio, íbamos con nuestra caja de herramientas a reparar bicicletas en el verano, los clientes nos contactaban por Mercadolibre. Mientras estudiaba en el IPP diseñé unos estuches para laptop, los vendía en algunas tiendas de diseño, luego me fui a vivir a Colombia y me la pasé varios años trabajando entre agencias de publicidad y compañías de desarrollo de software. Enamorado de unir esos dos mundos (la creatividad y la programación), emprendí varios proyectos paralelo a mi trabajo, hasta el 2016 que decidí dar un paso al frente.
¿Cuándo descubrió a lo que de verdad se quería dedicar?
Hace muy poco la verdad, yo siempre fui “el chico que sabe de computadoras”, pero mis primeros años de trabajo fueron en ARTCO una galería de arte en San Isidro, me ocupaba de ingresar a un sistema digital todo el stock de obras de arte, desde cuadros enormes de Llona hasta hasta obras en pequeño formato de artistas jóvenes talentosos, luego de esa experiencia decidí estudiar diseño gráfico, fue mucho después que caí en cuenta que a lo que quería dedicarme es a unir esos dos mundos que nadie quiere unir, el mundo de la lógica y la programación con el mundo de las emociones y la creatividad.
¿Es difícil manejar un equipo de gente? ¿tener planilla?
No es nada fácil, emprender un negocio con tus propios recursos es una tarea dura, no solo te tienes que sostenerte a ti mismo sino también a la gente que trabaja para tí, este año recién he podido asignarme un sueldo y ponerme en planilla a mi mismo.
Ser formal no solo es pagar impuestos a tiempo, tener una buena oficina también, hay costos importantes que los tengo calculados desde un inicio y que no son para mi negociables, tener buenas sillas para tu gente, escritorios bien diseñados, computadoras eficientes, sistemas de gestión de proyectos en la nube, horarios de trabajo flexibles, pijama days, son costos que bajan la rentabilidad de mi negocio pero estoy seguro que son decisiones que cosecharé a futuro.
¿Cómo lograr tomar tiempo para dedicarse a los servicios que brinda Cluster y a sus proyectos propios?
Procuro empezar 6am, son tres horas importantes que tengo antes de que los clientes con quienes trabajo empiecen a llamar o escribir. Busco trabajar siempre en base a una filosofía de agilidad máxima, mi equipo es pequeño y hemos sacado adelante proyectos importantes. Soy maniático de usar herramientas colaborativas, Google Drive, Dropbox, Asana, me ha pasado en ocasiones que recién conozco la cara del cliente cuando finaliza el proyecto. Trato de ser exigente de no pasar a última prioridad los proyectos propios, pero es muy fácil que suceda eso, pero ya he ido encontrando ese equilibrio que sostiene a Cluster.
¿De qué fue de Dora.pe?¿Cómo nació?
Es un homenaje a Dora, mi nana, es un espacio donde se han plasmado las recetas que me dejó de herencia mi abuela y de los platos que Dora prepara hace 50 años en mi familia. Estas recetas representan para mí no solo un reconocimiento en honor a Dora; estoy seguro de que hay muchas familias que tienen “Doritas” merecedoras de todo tipo de homenajes y éste es uno de ellos. Creo que las recetas no son únicas hay miles de formas de preparar un solo plato y creo que Dora es ese espacio para esas miles de recetas que rondan en las familias del Perú y que no están escritas en un recetario firmado por un cocinero famoso.
¿Qué es lo que más le gusta y disgusta del internet en general?
Me encanta que el internet motive a que se comparta el conocimiento, poder preguntarle a Google “cómo se hace algo” es para mi la mejor razón para que exista el internet. Soy diseñador y detesto el caos visual, la forma en que la publicidad invade la experiencia que tenemos hoy con una aplicación o una página web es cada día más obsceno, las aplicaciones más valoradas en el mundo son aquellas en las que el usuario paga para no tener publicidad.
¿Es optimista con sus proyectos, cuál fue el más ambicioso?
Soy optimista con cada uno de los proyectos que he emprendido, sueño con ellos, me imagino cómo serán en unos años, me pregunto siempre qué voy a cambiar en una industria, qué voy a mejorar en la vida de las personas, las empresas y mi país.
Llevo trabajando desde enero en un proyecto, donde literalmente estoy apostando todo, poniendo “on-hold” a mi fuente principal de ingresos para dedicarme casi exclusivamente a este proyecto, estamos creando una tienda online, un espacio que reunirá a todas las marcas que hoy no pueden o no quieren vender en el mercado tradicional, pero antes de crear una tienda estamos creando una marca que empujará a las personas a comprar mejor, comprar sabiendo que esa camiseta, ese bolso o ese vestido que llevas puesto es lo mejor que podemos hacer para que el país crezca, creo que la base de nuestro crecimiento no debe estar en convertir el oro de nuestra cordillera en burdos lingotes y exportarlo o convertir nuestro magnífico algodón en rollos, es mediocre pensar que esa es la base de nuestro progreso, sueño con que la próxima era de bonanza del Perú se sostenga en la exportación de diseño antes que materia prima y la única forma que encuentro es que nosotros mismos consumamos nuestras propias marcas para luego venderlas afuera, tengo más que optimismo en este proyecto.
¿Qué cualidades tiene un buen cliente?
No hay mejor cliente que tenga claro lo que necesita, que tenga claro que lo bueno cuesta, que lo perfecto es enemigo de lo bueno y que el tiempo no debería ser negociable, trato de evitar proyectos que tienen tatuado la palabra urgente, aunque es inevitable que eso suceda ojalá algún día pueda borrar esa palabra de los mails que recibo a diario.
¿Piensa que existen muchas empresas haciendo lo mismo que las suyas? ¿Cómo se mantiene motivado?
Si, se que hay muchas empresas que hacen lo mismo que Cluster y me encanta que eso suceda, las oportunidades en internet son enormes como para que no podamos existir más de uno.
¿Cuánto tiempo demoró en ser rentable su negocio? ¿Pensó en renunciar en algún momento?
Me ocupé de que mi negocio sea rentable desde el primer día, empecé con poder sostenerme a mí mismo y cubrir los costos de tener un espacio para trabajar, hoy luego de 2 años sostengo el alquiler de una oficina y un equipo pequeño pero muy talentoso que viene con entusiasmo todos los días a ayudarme a hacer realidad esto.
¿Cuál era el plan B?
He tenido muchos Planes B, uno realmente se pone muy creativo cuando se te acaban los recursos, el único plan B que no existe para mi es renunciar.
¿Qué enseñanzas le dejó el mundo publicitario?
Algo que siempre me gustó es que nunca dejas de pensar, todo el día estás usando la cabeza para crear ideas que transgredan lo establecido, yo le encontré el gusto unir mi lado lógico con la creatividad. La persecución obsesiva de premios es algo que aún no logro comulgar con muchos de mis colegas, para mi ver tanta creatividad y esfuerzo fundido en trofeos, creo que me basta con ver un mail de tu cliente diciendo gracias por tu trabajo, este año vendimos más.
¿Qué es lo que más le gusta de Lima?¿Qué le pediría?
Me encanta que Lima se esté convirtiendo hoy en un epicentro de emprendimiento e innovación, lo que pasa andamos pensando más en lo que hacen nuestros gobernantes que en lo que hacemos quienes queremos generar un cambio en nuestra ciudad, Lima es una ciudad única y creo que en algunos años cuando los millennials empecemos a gobernarla será una mejor ciudad para vivir.
Le pediría que dejen de tocar el maldito claxon, Lima es una ciudad muy ruidosa, el ruido genera caos, el caos desesperación, la desesperación mal humor y el mal humor hace que las personas pierdan el foco de lo que quieren hacer con su vida.
¿Dónde pasas sus días? ¿Qué suele hacer en la ciudad?
Estudio mucho, me encanta aprender y enseñar, dicto clases en Brother, una escuela de creatividad. Soy un carpintero entusiasta, tengo un pequeño taller y he diseñado casi todos los muebles de mi casa, incluso los escritorios de la oficina, es mi hobby. Me movilizo en una moto todo terreno, salgo regularmente fuera de Lima con un grupo de moteros, me encantan los paisajes. Me gusta conocer lugares nuevos para comer, también me gusta mucho cocinar, tengo un cocinero frustrado en la sangre que estoy intentando sacar a flote con Dora.pe. Soy sumamente básico al vestirme, mi novia dice que soy casi Normcore, nunca tan Balenciaga, pero si camiseta color entero y un buen jean, la edición de Mark x H&M es para mi la mejor representación de mi guardarropa.