Ariana Santillana: " Mis ganas de experimentar o crear volvían recurrentemente"
Ariana dejó su carrera en Odontología por crear una marca de accesorios con su propio nombre. Hoy, no hay matrimonio en Lima al que falten un par de sus aretes. El showroom habilitado para la marca se da abasto justo para atender a su creciente cantidad de clientas y en esta entrevista se revela cómo la marca que ha logrado posicionarse por encima de muchas en no poco tiempo. A punto de tener su primer bebé, Ariana nos cuenta todo. ¡Lea!
¿Qué fue lo primero que diseñó?
Cuando tenía 12 años hice mis primeros diseños, unos ganchos bordados a mano para el pelo. Tuvieron mucho éxito en mi colegio, la experiencia me marcó bastante y hasta madrugaba para terminarlos.
¿Cómo estableció su metodología de diseño antes de crear Ariana Santillana?
Mi primera carrera fue Odontología, pero entre ciclo y ciclo o en el verano siempre volvía al diseño y a la moda. Luego me di cuenta que eso era lo que disfrutaba y lo que quería hacer, así que entré a distintos cursos y a la carrera de arte. Encontraba más tiempo para disfrutar y crear lo que quería y así seguir con lo que siempre me llamó la atención. Al inicio diseñaba en la cocina de mi casa donde tenía mi mini taller si es que se puede llamar taller, luego bordaba y experimentaba. Hasta el día de hoy me encanta eso, encontrar mi espacio y tiempo casi a diario donde plasmo mi cabeza y luego con la ayuda del equipo volver esos bocetos una realidad.
¿Qué fue lo que le hizo trabajar por su cuenta?
Mientras estudiaba, producía cosas para mi pero cuando las usaba, mis amigas me las quitaban prácticamente. Recuerdo que en el verano llevaba cosas para vender a la playa y eran un éxito. Fue en ese entonces que comencé a intuir que podía dedicarme a eso o en todo caso, diseñar para alguien.
¿Cuál fue el paso definitivo?
Llegaba de terminar un curso en Nueva York y me di con la sorpresa de que operarían a mi mamá de algo grave. Yo quería estar con ella el mayor tiempo posible y al estar ella en reposo en cama comencé a trabajar en mi casa a su lado. Al poco tiempo la sala de mi casa se volvió un mercado de aretes y comenzó la marca oficialmente.
¿Qué la diferencia de la competencia?
Pensamos siempre en nuestras clientas y en que puedan marcar la diferencia cuando usan nuestros diseños. Queremos que se sientan especiales, distintas al resto. Creamos muy poca producción de cada diseño, trabajamos con mucha pasión y dedicación para seguir superándonos.
¿Qué es lo que más le cuesta?
Disfruto tanto de esto que no lo veo un negocio, sino una pasión. Me involucro muchísimo en el proceso de cada pieza. Hasta el día de hoy superviso, diseño y busco los materiales adecuados para cada par de aretes. Me encanta experimentar e innovar, buscamos crear tendencias.
¿Estuvo siempre segura de seguir su pasión para diseñar?
No puedo decir que siempre estuve segura que me podría dedicar al diseño, mi decisión de estudiar odontología es claro ejemplo de ello. Mis ganas de experimentar o crear volvían recurrentemente, cuando era chica tuve algunos miedos pero nunca nada me pudo frenar. Me alegro mucho de haber tomado las decisiones para dedicarme a lo que realmente me apasiona.
¿Qué factor fue clave en su desarrollo personal?
Hice gimnasia artística de alta competencia casi 12 años de mi vida. La rutina de mi vida fue muy feliz pero muy dura durante esos años. Hoy en día sólo agradezco esas experiencias y formación que me dio tanto la gimnasia como el apoyo de mi familia. Lo que más destaco es la dedicación, disciplina y perseverancia.
¿Cuál fue su role-model? ¿Alguna persona que admire?
Creo que no tengo un role-model definido que admire. En cada etapa de mi vida me he encontrado con personas que siento que pueden haber dejado una huella en mi como hermanos, amigos o incluso mi esposo. Tuve la suerte de crecer admirando a mis padres quienes balanceaban de una manera excelente la dedicación y apoyo hacia sus hijos y el trabajo. ¡Siempre con una sonrisa y apoyo incondicional!
¿Considera que el mercado valora lo que usted produce?
Felizmente el mercado peruano valora cada vez más el diseño y los productos hechos a mano. Las redes sociales también nos ha permitido llegar a otros mercados y hemos exportado a Centroamérica y Estados Unidos recurrentemente, en donde se valora bastante los diseños únicos hechos a mano. Lo que nuestras clientas disfrutan sin lugar a duda es la actitud y pasión que se transmite en cada una de nuestras piezas.
¿Trabajó en oficinas alguna vez?
Practiqué en oficinas y fábricas relacionadas a la moda cuando era chica, siempre tuve la curiosidad de saber cómo era ese mundo. Cuando estaba por dejar la carrera de Odontología, decidí practicar para así estar segura de mi decisión, lo cual lo confirmé en muy poco tiempo. Iba y salía con sonrisa de oreja a oreja.
¿Considera que obtuvo fama rápida?
No siento que la marca haya llegado a la fama aún. Ni bien si siento que es más reconocida volteo y veo que aún hay mucho por hacer, es un ciclo y eso me entusiasma bastante. Nuestro esfuerzo y trabajo se ve recompensado con cada vez más clientas que se identifican la actitud que transmitimos.
¿Se considera una figura pública?
Para nada, de hecho es un reto para mi manejar que la marca sea mi nombre propio. Al estar en un mercado chico y de nicho, aún no considero que me haya convertido en una.
¿Cómo definiría su estilo de vida en Lima?
Tengo un estilo de vida sano, activo, y lleno de retos. Pronto seré madre por primera vez, con lo cual empiezo una nueva gran etapa de madre y empresaria. Seguramente será un periodo de mucha inspiración. Me enfoco en ser feliz junto a mi familia y amigos. Lo importante es sumar experiencias que me permitan seguir creciendo personal y profesionalmente.