Mañana en la batalla, piensa en mi
Piensa en aquellos inventos que tuvieron un éxito rotundo. O recuerda aquella campaña de comunicación que hasta hoy se muestra como un ejemplo de éxito. Tal vez venga a tu mente algún producto que cambió la historia y se volvió un ícono de su época.
Todos tienen un punto en común: comprendieron el mercado, comprendieron al consumidor, a las personas, sus intereses, sus expectativas y esa comprensión la transformaron en valor.
Esto va a pasar en los próximos años: más del 50% de la información que se consuma será generada por inteligencias artificiales. Sí, por aquellos algoritmos increíblemente rápidos, efectivos, conocedores de nuestros gustos e intereses, pero también con pocas capacidades (todavía) para conectar con las personas: las emociones, las razones bien comunicadas. Las historias. Aquello que los mueve.
Digámoslo más claro: estamos apenas empezando una batalla invisible, donde la comunicación y las percepciones serán creadas por humanos y máquinas.
¿Quién ganará esa batalla?
Aquellos que comprendan a las personas. Desde múltiples ciencias: la antropología, la psicología, la sociología, el lenguaje, la biología y desde ese ente complejo que es el mercado. La verdadera ventaja competitiva la tendrán quienes se adentren en lo que realmente importa a las personas.
Aquellos que comprendan el idioma de las máquinas. Lo que sucede detrás de los algoritmos, las redes neuronales, o el impacto de la inteligencia artificial en la experiencia humana. Aquellos que sepan extraer y generar mejores respuestas de la inteligencia artificial.
Aquellos que sepan combinar estos dos mundos—el humano y el tecnológico—serán capaces de ganar la confianza de las audiencias.
No estamos completamente preparados. Pero cuando pienses en esta batalla, piensa en ese consumidor que será tu mayor aliado. Porque, al final del día, el que mejor conozca a su audiencia será quien gane la batalla.