Más inteligencia humana antes que inteligencia artificial
Como muchos, empecé a usar Inteligencia Artificial Generativa casi todos los días desde que Chatgpt 3.5 salió al mundo. Me he ilusionado, me he impresionado, me he decepcionado, pero no he dejado de usarla durante todo este tiempo. He aprendido muchas cosas, estudiado, explorado, puesto a prueba muchas funciones y confieso que a veces he exagerado en su uso.
Aquí voy con algunas ideas de como usar la IA para extraer valor de ella:
Pensar antes de usar la Inteligencia Artificial:
Parece obvio, ¿verdad? Sin embargo, he observado un patrón. A medida que nos familiarizamos con esta tecnología, desarrollamos una dependencia casi inconsciente, esperando que resuelva problemas que ni siquiera hemos definido claramente.
Antes de cada pedirle algo a la inteligencia artificial, pregúntate:
- ¿Qué valor específico busco obtener?
- ¿Podrá ofrecerme una perspectiva realmente diferente?
- ¿Realmente necesito la IA para esta tarea?
- ¿Qué conocimientos, metodologías o marcos conceptuales puedo aportar para enriquecer su respuesta?
Es que la inteligencia artificial puede potenciar nuestra inteligencia si es que antes de usarla reflexionamos realmente para que nos sirve.
El modo borrador conversacional:
Mis artículos, conferencias y clases nacen primero como conversaciones exploratorias con la IA. Establezco un diálogo de ideas en bruto, arrojando pensamientos incompletos y solicitando perspectivas alternativas.
Este “borrador conversacional” me permite explorar territorios conceptuales antes de solicitar cualquier optimización. El primer borrador siempre es mío. Nunca de la IA. La IA no suple la intuición ni mucho menos esa sensación que uno tiene al momento de encontrar un lado único a una idea. Esa energía que luego se traduce en palabras no te lo dará la Inteligencia Artificial, pero si te ayudará a optimizarla.
Tu sabes más que la Inteligencia Artificial
Aunque parezca contradictorio, porque estos modelos han digerido volúmenes de información que ningún ser humano podría jamás retener, tú sabes más que la Inteligencia Artificial en lo que realmente importa.
La distinción crítica sobre qué tiene valor en un contexto específico es exclusivamente humana. Nosotros sabemos qué metodología funcionará mejor en determinadas circunstancias, podemos identificar el marco estratégico ideal para un problema único.
No se trata de cantidad de información, sino de capacidad para discernir el valor contextual. Los humanos podemos conectar conocimientos con la realidad concreta, algo que la IA simplemente no puede hacer.
Este proceso no es trivial. Requiere cultivar nuestra capacidad para profundizar en conocimientos específicos, desarrollar pensamiento crítico y analítico, desarrollar nuestra imaginación y la creatividad, para alcanzar esa sabiduría que solo nosotros sabemos aplicar en el momento preciso.
La IA nos abre puertas a nuevos territorios conceptuales, y eso es genial, pero somos nosotros quienes conectamos esos conceptos con la realidad material y compleja que nos rodea.
Continuará en un próximo artículo donde exploraré más ideas sobre esta fascinante relación entre la inteligencia humana y la inteligencia artificial.