Creo en el poder curativo del océano.
Una premisa básica del lograr vínculos más sanos es trabajar la empatía y la compasión. Saber diferenciarlas es todo un arte que como tal madura con el tiempo y las experiencias vividas. Muta
Ahora bien, nada mejor que trabajar el autoconocimiento, y como este es un espacio de compartir voy a lanzar pequeñas cápsulas cada tanto sobre mis credos, algo así como los tips que me funcionan a mi, que si bien no necesariamente les funcionen a otros, no está nada mal intentarlos.
Se habla mucho en estos tiempos de la desconexión digital, se promueve como tantas cosas desde el discurso, pero me encantaría estar en este momento en una sala con muchas personas y preguntarles:
¿Cuántos de uds. han practicado una verdadera desconexión digital?
Las manos levantadas me generarían una gran curiosidad, porque seguramente (no quiero pecar de saberlo todo), al profundizar me digan : no respondí mails por 48 hrs, no entré a mis tareas pendientes por 24 hrs, puse un mensaje fuera de oficina durante mis vacaciones, y respuestas así.
La verdadera desconexión digital consiste en desactivar todo, pero lo más importante es desactivar por un tiempo importante las redes sociales.
¿Qué dices? Si, eso mismo que leen: las redes sociales.
Un reciente grupo de investigadores confirma que, si bien las redes sociales traen una percepción momentánea de alegría y distracción, terminan impactando en patrones de conducta que van afectando nuestro sistema nervioso al punto de incluso a nivel laboral llegar a impactar en la productividad. Patrones alterados de sueño, aumento de ansiedad, incluso un importante monto de angustia casi posible de igualar a la angustia de separación en momento donde por cualquier motivo no puedo ver redes, van transformándose en parte de la rutina cotidiana de todos nosotros.
Algunas empresas que como dije no pienso pero empiezan come dije no pienso mencionar pero empiezan con F, G, M han empezado a generar incentivos económicos para colaboradores que fehacientemente desactiven sus redes sociales por 4 semanas, y no crean que es para que no compren o no se distraigan. Es porque saben del impacto positivo del descanso mental a la hora de mejorar la sensación de bienestar, y por ende la productividad.
La desconexión digital tiene que ir acompañada de acciones que compensen la falta, y de aquí el título de esta cápsula de bienestar de hoy, en mi caso, una de mis recetas es baños largos en el océano.
Creo en el poder curativo del agua salada, el aprender a reconocer los movimientos del cuerpo en un medio no frecuente como el agua, la dosis de relajación y tensión adecuada de los músculos, y la maravillosa fase de no pensar en casi nada.
Para los que sienten que eso hoy no les es posible, les comento que si, porque puede ser el mar, un buen rato en el pasto, una caminata larga sin dispositivos, un baño en una tina también vale. Pero esto asociado a la desconexión digital, a salirnos de las redes por el tiempo que nos resulte saludable, y a promover algunos de estos ejercicios y/o experimentos de los que están un paso adelante, incentivar a nuestros equipos, familias, amigos a que lo hagan. Hasta que tantos de nosotros evidenciemos lo bueno y se haga contagioso, se entienda que el cuerpo necesita descanso, pero la mente también y las redes sociales la hacen trabajar aunque no nos demos cuenta.
Yo creo en el poder curativo del océano y ¿uds en que creen?.